La Primera Trasverberacin del Corazn, 5 de Agosto, 1918
La trasverberacin es una gracia extraordinaria que algunos santos como
Santa Teresa de Jess y San Juan de la Cruz han recibido. El corazn de
la persona escogida por Dios es traspasado por una flecha misteriosa o
experimentado como un dardo que al penetrar deja tras de s una herida
de amor que quema mientras el alma es elevada a los niveles ms altos de
la contemplacin del amor y del dolor. (La trasverberacin es un fenmeno
conocido tambien como el assalto del Serafino en Italiano).
El Padre Po recibi esta gracia extraordinaria el 5 de agosto de 1918. En
gran simplicidad, el Padre le narr a su director espiritual lo sucedido:
"Yo estaba escuchando las confesiones de los jvenes la noche del 5 de
Agosto cuando, de repente, me asust grandemente al ver con los ojos de mi
mente a un visitante celestial que se apareci frente a m. En su mano llevaba
algo que pareca como una lanza larga de hierro, con una punta muy aguda.
Pareca que sala fuego de la punta. Vi a la persona hundir la lanza
violentamente en mi alma. Apenas pude quejarme y sent como que me mora.
Le dije al muchacho que saliera del confesionario, porque me senta muy
enfermo y no tena fuerzas para continuar. Este martirio dur sin interrupcin
hasta la maana del 7 de agosto. Desde ese da siento una gran afliccin y una
herida en mi alma que est siempre abierta y me causa agona."
Heridas de la Sagrada Estigma del Padre Pio, 20 de Diciembre, 1918
Las estigmas de Padre Pio sucedi la maana del 20 de
Septiembre de 1918, entre las 9 y las 10 horas de la maana. El escribe:
"Yo estaba en el coro haciendo la oracin de accin de gracias
de la Misa y sent poco a poco que me elevaba en una oracin
siempre ms suave, que me llenaba de una gran paz interior.
De pronto una gran luz me deslumbr y se me apareci Cristo que
sangraba por todas partes. De su cuerpo llagado salan rayos de luz
que ms bien parecan flechas que me heran los pies, las manos y el
costado. Cuando volv en m, me encontr en el suelo, llagado. Las
manos, los pies y el costado me sangraban y me dolan hasta hacerme
perder todas las fuerzas para levantarme. Me senta morir, y hubiera
muerto si el Seor no hubiera venido a sostenerme el corazn que senta
palpitar fuertemente en mi pecho.
A gatas me arrastr hasta la celda. Me recost y rec, mir otra vez mis
llagas y llor, elevando himnos de agradecimiento a Dios."
Padre Pio estaba arrodillado en el desvn del coro cuando recibi las heridas.
Coronilla del Padre Pio
Oh Jess, lleno de gracia y caridad,
vctima para los pecadores,
tan impulsado por Tu amor hacia nosotros
que Tu te dignaste en morir sobre la Cruz,
Humildemente te encomiendo a glorificar en el Cielo
y sobre la tierra,
el sirviente de Dios, Padre Pio de Pietrelcina,
quien particip generosamente
en Tus sufrimientos,
quien Te am tanto
y obr tan fielmente
para la gloria de tu Padre Celestial
y para el bien de las almas.
Confiante, te imploro que me otorges,
a travez de su intercesin,
la gracia de (menciona aqu tu pedido),
el cual deseo ardorosamente.Amn
Reza tres Padre Nuestros, tres Ave Maras y tres Glorias
Oracin para la Intercesin del Padre Pio
Dios lleno de Gracia, Tu generosamente bendeciste tu surviente, Padre Pio,
con los Dones del Espritu Santo. Tu marcaste su cuerpo con las
cinco heridas de Cristo Crucificado, como un testigo poderoso de tu
salvadora Pasin y Muerte de tu Hijo, y como una inspiracin conmovedora
para mucha gente de tu misericordia infinita, Tu perdn y Tu amor.
En el confesionario, Padre Pio trabaj sin cesar por la salvacin
de almas. A travez de su poderosa intercesin, muchos que sufrian fueron
curados de enfermedad y males. Premiado con el don del discernimiento,
el poda leer los corazones de la gente. De la sangre de sus heridas brotaba
una dulce fragancia, un signo especial de Tu Santa Presencia. Con dignidad
e intensa devocion, el celebraba la Misa diaria, invitando a muchos hombres y
mujeres a una unin mayor con Jesucristo, en el Sacramento de la Santa
Eucarista.
A travez de la intercesin de San Pio, te pido con confianza que me otorges la
gracia de (haz tu pedido aqu). Aydame a imitar su ejemplo de
santidad en la oracin y compasin, para que yo tambien, pueda fielmente seguir al
Seor resurrecto y un dia gozar en el Reino del Cielo, donde Tu vives y reinas
para siempre. Amn
Padre Pio bendiciendo a los fieles adentro de la Iglesia de San Giovanni Rotondo,
Italia, desde el coro.
Oracin para los Enfermos de San Pio
Santo Padre Po, ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los
enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante el Padre
misericordioso por los que sufren. Asiste desde el cielo a todos los enfermos
del mundo; sostiene a quienes han perdido toda esperanza de curacin; consuela
a quienes gritan o lloran por sus tremendos dolores; protege a quienes no pueden
atenderse o medicarse por falta de recursos materiales o ignorancia; alienta a
quienes no pueden reposar porque deben trabajar; vigila a quienes buscan en la
cama una posicin menos dolorosa; acompaa a quienes pasan las noches insomnes;
visita a quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos; alumbra a quienes
pasan una "noche oscura" y desesperan; toca los miembros y msculos que han
perdido movilidad; ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados
por dudas que los atormentan; apacigua a quienes se impacientan viendo que no
mejoran; calma a quienes se estremecen por dolores y calambres; concede paciencia,
humildad y constancia a quienes se rehabilitan; devuelve la paz y la alegra a
quienes se llenaron de angustia; disminuye los padecimientos de los ms dbiles
y ancianos; vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento; gua a los
moribundos al gozo eterno; conduce a los que ms lo necesitan al encuentro con
Dios; y bendice abundantemente a quienes los asisten en su dolor, los consuelan
en su angustia y los protegen con caridad. Amn
Oracin para luego de comulgar de Santo Padre Pio
Qudate conmigo, Seor, porque es necesario tenerte presente para no olvidarte. T sabes con cunta facilidad te abandono.
Qudate conmigo, Seor, porque soy dbil y tengo necesidad de tu fortaleza para no caer tantas veces.
Qudate conmigo, Seor, porque T eres mi vida y sin Ti disminuye mi fervor.
Qudate conmigo, Seor, para mostrarme tu voluntad.
Qudate Seor, conmigo, para que oiga tu voz y la siga.
Qudate Seor, conmigo, porque deseo amarte mucho y estar en tu compaa.
Qudate conmigo, Seor, si quieres que te sea fiel.
Qudate conmigo, Seor, porque aunque mi alma sea tan pobre, desea ser para Ti un lugar de descanso, un nido de amor
Qudate Jess conmigo, porque se hace tarde y el da declina Esto es, se acerca la muerte, el juicio, la eternidad
Qudate conmigo; necesito redoblar mis fuerzas a fin de no desfallecer en el camino y para esto tengo necesidad de Ti.
Se hace tarde y viene la muerte.
Me inquietan las tinieblas, las tentaciones, las arideces, las cruces, las penas Cunta necesidad tengo de Ti!
Haz que te conozca, como tus discpulos, al partir el pan. Esto es: que la unin eucarstica sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la nica alegra de mi corazn.
Qudate Seor, conmigo, porque cuando llegue la muerte quiero estar unido a Ti, si no realmente por la Santa Comunin, al menos por la gracia y el amor.
Qudate Jess, conmigo! No te pido tu divina consolacin, porque no la merezco, pero el don de tu santsima presencia eso s, te lo pido!
Qudate Seor, conmigo! A Ti solo busco: tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazn, tu espritu, porque te amo y no quiero otra recompensa que amar.
Quiero un amor ferviente y profundo.
Quiero amarte con todo mi corazn, aqu en la tierra, para seguir amndote con perfeccin por toda la eternidad. As sea.
Amn
Oracin a Santa Mara por San Pio de Pietrelcina
Santsima Virgen Inmaculada y Madre ma Mara, a ti que eres la Madre de mi
Seor, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza, el Refugio de los
pecadores, recurro hoy, yo que soy el ms miserable de todos, te venero,
o gran Reina y te agradezco por todas las gracias me has dado hasta ahora,
especialmente de haberme librado del infierno, tantas veces merecido por mi.
Yo te amo, Seora amabilsima y por el amor que te tengo, prometo querer servirte
siempre y hacer todo lo que pueda para que tu seas amada ms por los dems.
Pongo en ti, despus de Jess, todas mis esperanzas, toda mi salud, acptame como
tu siervo, y acgeme bajo tu manto, t Madre de Misericordia. Y ya que eres tan
potente a ante Dios, lbrame de todas las tentaciones o obtenme la fuerza
de vencerlas hasta la muerte.
A ti te pido el verdadero amor a Jesucristo, de ti espero hacer una buena
muerte, Madre ma, por el amor que tienes a Dios, te ruego me ayudes siempre,
pero ms, en el ltimo momento de mi vida,. No me abandones hasta no verme
salvo en el cielo, bendicindote y cantando tus misericordias por toda la eternidad.
As espero y que as sea.
Te encomiendo las almas del purgatorio especialmente las ms devotas del Santsimo
Sacramento y de Maria Santsima. Te encomiendo a todos los pobres pecadores. Uno, en
fin, Salvador mo querido, todos mis afectos, con los afectos de tu amorossimo
corazn y as unidos los ofrezco a tu eterno Padre y le ruego, en tu nombre,
que por amor tuyo los acepte y los conceda. Alabados sean Jess y Mara. Amn.
Padre Pio bendiciendo los fieles al final de la Misa
23 de Septiembre - San Padre Pio - Encontrando Fuerza en las Heridas de Cristo - Capuchino Italiano, Fraile y Mstico - Primer Sacerdote en Recibir la Estigma
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en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios
La Bendicin Apostlica de Su Santidad Papa Francisco se imparta (28 de Octubre, 2013)
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