La perforacin del costado de Jess y Su descenso de la Cruz
Los soldados llegaron y rompieron las piernas
al primero, y asimismo al otro que haba sido crucificado
con l. Pero despus, cuando llegaron a Jess, al ver
que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas. No obstante, uno
de los soldados le atraves el costado con su lanza, y al instante
brot sangre y agua. Y l, quien vi esto lo atestigua:
su testimonio es autntico y es la verdad. l sabe que dice la verdad, para
que vosotros tambin creis.
Todas estas cosas fueron hechas para que se cumpliera la Escritura
que dice: "no le quebrarn ninguno de sus huesos. Y asimismo otra
Escritura que dice: "Vern al que ellos mismos traspasaron."
Juan 19:32-37
Ora un Padre Nuestro y 7 Ave Marias despus de cada Dolor
Salmo 34:21
Derramar sobre la casa de David y sobre los moradores de
Jerusaln un espritu de piedad y de oracin, para que cuando ellos
miren al quien traspasaron, lloren por l como quien
se lamenta por un hijo nico, en lamento por l como cuando
se aflige uno por su primognito.
Zacaras 12:10
Sali sangre y agua y slo unas pocas gotas
de sangre quedaron, las cuales el Salvador tambien
deseaba dar, con el fin de demostrar que no
tena ms sangre para darnos.
La lesin de ese golpe fue ofrecdo a Jess, pero el dolor fue
infligido a Mara. Los santos padres explican que se
trata de la misma espada predicha a la Virgen por San Simen,
una espada, no de hierro, sino de tristeza, que atraves su alma
bendita en el corazn de Jess, donde siempre vivi.
As, entre otros, dice san Bernardo: La lanza que abri su lado pas
por el alma de la Virgen, que no pudo ser arrancado del corazn de Jess.
Y la madre divina le revel lo mismo a Santa Brgida, diciendo: "Cuando
la lanza fue sacada, su punto apareci rojo con sangre, y ah sent
como si mi corazn haba sideo perforado al ver el corazn de mi muy amado Hijo
perforado." El ngel le dijo a Santa Brgida que tales eran los
sufrimientos de Mara, quien se salv de la muerte slo por el poder
milagroso de Dios.
La misma Virgen revel a santa Brgida que ella cerr los ojos de
su hijo, cuando fue bajado de la cruz, pero no poda cerrar sus
brazos. Jesucristo nos da a entender con esto que deseaba permanecer
con los brazos abiertos para recibir a todos los pecadores arrepentidos
que regresan a l.
V. Inclnate a mi ayuda, oh Dios
R. Oh Seor, date prisa en ayudarme!
Ora Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo, como era en el principio, es ahora y ser para siempre
por todos los siglos, Amn
Soy compasivo a ti, oh triste Madre Mara, a causa de la angustia infligida a tu tierno
corazn por el empuje de la lanza que abri el costado de Jess, y le abri el Corazn
adorable. Oh, querida Madre, a travs de este transfixin vicaria de tu propio corazn,
imploro para m la Virtud del Amor Fraternal y el Don de Entendimiento.
Ora un Ave Mara
La Deposicin de Cristo de la Cruz (detalle) de Pietro Lorenzetti; 1320; Baja Iglesia, San Francesco, Assisi
Los Siete Dolores de la Santsima Virgen Mara - Sexto Dolor - - La perforacin del costado de Jess y Su descenso de la Cruz
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en la Santsima Virgen Mara
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se imparta (28 de Octubre, 2013)
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