He resucitado y an estoy contigo.
Salmo 138:18
Despus de esto, a vista de todos aquellos Santos, por
ministerio de los ngeles fueron restituidas al sagrado cuerpo
difunto todas las partes y reliquias que tenan recogidas, dejndole
con su natural integridad y perfeccin. Y al mismo instante el alma
santsima del Seor se reuni al cuerpo y juntamente le dio inmortal
vida y gloria. Y en lugar de la sbana y unciones con que le enterraron,
qued vestido de los cuatro dotes de gloria, claridad, impasibilidad,
agilidad y sutileza. Estos dotes redundan en el cuerpo deificado de la
inmensa gloria del alma de Cristo nuestro bien.
Y aunque se le deban como por herencia y natural participacin desde el
instante de su concepcin, porque desde entonces fue glorificada su alma
santsima y estaba unida a la divinidad toda aquella humanidad inocentsima,
pero suspendieron se entonces sin redundar en el cuerpo pursimo, para dejarle
pasible y que mereciese nuestra gloria, privndose de la de su cuerpo, Y en la resurreccin se le restituyeron
de justicia estos dotes en el grado y proporcin correspondiente a la gloria del
alma y a la unin que tena con la divinidad.
Y como la gloria del alma santsima de Cristo nuestro Seor es incomprensible e
inefable para nuestra corta capacidad, tambin es imposible explicar enteramente
con palabras y con ejemplos la gloria y dotes de su cuerpo deificado; porque
respecto de su pureza es oscuro el cristal, la luz que contena y despeda excede a
los dems cuerpos gloriosos, como el da a la noche y ms que mil soles a una
estrella, y toda la hermosura de las criaturas, si se juntara en una, pareciera
fealdad en su comparacin, y no hay smil para ella en todo lo criado.
Fragmentos de La Mstica Ciudad de Dios
Extractos de La Mstica Ciudad de Dios, vol. iii,
por Sor Mara de Jess de Agreda, manifestado por la Virgen Mara
"No est aqu, que ya ha resucitado. Entrad, y veris el lugar donde lo pusieron."
San Marco 16:6
Las Maras, aunque sintieron algn temor, se
animaron, y confortndolas el mismo Dios llegaron y
entraron al monumento y cerca de la puerta vieron al
ngel que revolvi la piedra, sentado sobre ella, y
su rostro refulgente, los vestidos como la nieve,
que las habl y dijo: No temis, que s cmo buscis a
Jess Nazareno. No est aqu, que ya ha resucitado.
Entrad, y veris el lugar donde le pusieron. Entraron
las Maras y vieron el sepulcro vaco.
Recibieron gran tristeza, porque an estaban ms atentas a
su afecto de verle que al testimonio del ngel. Y luego
vieron otros dos asentados a los dos lados del sepulcro,
que las dijeron: Para qu buscis entre los muertos al
que ya est vivo y resucitado? Acordaos que l mismo os
dijo en Galilea, que haba de resucitar el da tercero.
Id luego y dad noticia a los discpulos y a Pedro que
vayan a Galilea, donde le vern.
Con esta advertencia de los ngeles se acordaron las Maras
de lo que su divino Maestro haba dicho. Y seguras de su
resurreccin, se volvieron del sepulcro con gran prisa y
dieron cuenta a los once discpulos y a otros de los que
seguan al Seor, muchos de los cuales juzgaron por delirio
lo que decan las Maras.
San Irenaeus
La Homilia Pascal
de San Juan Chrysostom
para la Fiesta de la Resurreccin de Jesucristo
Escrita d. 407 CE
Si qualquiera es devoto y un amante de Dios,
dejalo disfrutar este festival hermoso y randiante.
Si qualquiera es un sirviente sabio,
dejalo, en su gozo, entrar al jbilo de su Seor.
Si qualquiera se ha cansado en su ayuno,
dejalo ahora recibir su recompensa.
Si qualquiera ha trabajado desde la primera hora,
dejalo hoy a recibir su justa recompensa.
Si qualquiera ha llegado a la tercera hora,
dando gracias dejalo quedarse en la fiesta.
Si qualquiera ha llegado a la sexta hora,
dejalo no tener remordimientos;
ya que no sufrir ninguna prdida.
Si qualquiera se posterg hasta la novena hora,
dejalo venir sin duda.
Si qualquiera ha llegado hasta la undcima hora,
no lo permitas temer por culpa de su tardanza.
Ya que el Maestro es piedoso y recibe al ltimo como al primero;
l da resposo a aquel que viene en la undcima hora,
tal como a aquel que ha trabajado desde la primera.
l es misericordioso hacia el ltimo y cuida al primero;
a uno l da, y al otro l el tiene piedad.
l honra ambos, el trabajo y la intencin.
Entrad todos ustedes entonces, al jbilo del Seor,
y, seas el primero o el ltimo, recibe tu premio.
O ricos y pobres, uno con el otro, baila de alegra!
O ustedes los ascticos y negligentes, celebre el da!
Quienes han estado en ayuna y quienes han ignorado el ayunar,
regocijen hoy!
La meza est bien tendida; celebran como reyes, todos!
La cabr est bien alimentada; que nadie pase hambre!
Que todos compartamos la fiesta de la fe.
Que todos recibamos las riquezas de la bondad.
Que nadie lamente su pobreza,
ya que el reino universal ha sido revelado.
Que nadie duela por sus transgresiones
ya que el perdn ha nacido de la tumba.
Que nadie tema la muerte,
ya que la muerte del Salvador nos ha liberado.
l, quien fue llevado por la muerte la ha aniquilado!
l descendi al infierno y tom preso al infierno!
Lo amarg cuando prob su carne!
Y, anticipando lo que Isais proclam:
"El infierno se amarg cuando te encontr
en las regiones inferiores."
Se amarg, porque fue abolido!
Se amarg, porque fue burlado!
Se amarg, porque fue purificado!
Se amarg, porque fue despojado!
Se amarg, porque fue encadenado!
Tom a un cuerpo y, cara a cara, se cit con Dios!
Tom a la tierra y se encontr con el Cielo!
Tom lo que vi pero se derrumb ante lo que no haba visto!
"Oh muerte, donde est tu veneno?
Oh infierno, donde est tu victoria?"
Cristo ha resucitado, y estas derrotado!
Cristo ha resucitado, y los demonios estn vencidos!
Cristo ha resucitado, y los Angeles estan felices!
Cristo ha resucitado, y reina la vida!
Cristo ha resucitado, y no queda ni un muerto en la tumba!
Para Cristo, habiendo resucitado de los muertos,
se ha hecho el Primer fruto de quienes se han dormido.
Que a l sea la gloria y el poder para siempre. Amn.
La Resurreccin de Carl Heinrich Bloch; 1873; Museum of National History,Frederiksborg Castle, Copenhagen;
http://en.wikipedia.org
La Resurreccin de Jesscristo y la Mujer en la Tumba (Clula 8) de Fra Angelico; 1440-1442; Convento di San Marco, Florence, Italia;
http://www.wga.hu
La Resurreccin de Jesscristo; (pintor desconocido, Bulgaria)
1675-1700; Pinacoteca, Vatican;
http://www.wga.hu
San Agustn
Algrate, Reina del cielo, Aleluya!
Porque el que mereciste llevar en tu seno, Aleluya!
Ha resucitado, segn predijo, Aleluya!
Ruega a Dios por nosotros, Aleluya!
Gzate y algrate, Virgen Mara, Aleluya!
Porque Dios ha realmente resucitado, Aleluya!
Oremos,
Oh Dios que por la resurreccin de tu Hijo, nuestro Seor Jesucristo,
te has dignado dar la alegra al mundo, concdenos que por su Madre,
la Virgen Mara, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Seor.
Amen
El Regina Coeli se canta o se recita en lugar de los Angelus durante la temporada de Pascua, desde la vspera del Domingo Santo hasta el Sbado despus de Pentecosts.
Domingo de Pascua - Gloriosa Resurreccin de Jesucristo
Este sitio est dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios
se imparta (28 de Octubre, 2013)
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