Fragmentos del Sermn XX: DOMINGO DE RAMOS
SOBRE LOS EFECTOS MALVADOS DE LOS MALOS HBITOS
por San Alfonso Mara Liguori (1696-1787)

"Vayan al pueblo que est enfrente, e inmediatamente encontrarn una asna atada" (Mat. 21, 2)

DESEANDO entrar a Jerusaln, para ser ahi reconocido como el prometido Mesas enviado por Dios para la salvacin del mundo, el Salvador le dijo a sus discpulos: "Vayan a un cierta villa, y ahi encontrarn a un asno atado, junto con un caballo; desatenlos, y traignamelos". "El asno atado,", explica Santo Bonaventure, "representa un pecador." Esta exposicin se conforma con la doctrina del Hombre sabio quien dice que los malvados son atados por las cadenas de sus propios pecados. "Sus propias iniquidades atrapan al malvado, el cual es atado con la soga de sus propios pecados." (Prov. v. 22.)

Tal como Jesucristo no podia montarse al asno antes que este animal fuera desatado, El no puede habitar dentro un alma atado por sus inquidades. Si hay, por lo tanto hermanos entre ustedes un alma atado por cualquier mal hbito, permita que tal alma responda a la admonicin que el Seor le di esta maana. "Suelta las ataduras de tus pecados, hija captiva de Sion." (Isa. lii. 2.) Suelta las ataduras de tus pecados, las cuales te hacen esclavas de Satans. Suelta las ataduras antes que los hbitos del pecado suman suficiente poder sobre ti hasta que logran que tu conversin sea moralmente imposible, llevandote a tu eterna perdicin. Esta maana les mostrar con tres puntos, los malos efectos de los malos hbitos.

Primer Punto. Un mal hbito encegueze el entendimiento.
Segundo Punto. Un mal hbito endurece el corazn.
Tercer Punto. Un mal hbito disminuye nuestra fuerza.

Primer Punto - UN MAL HBITO ENCEGUEZE EL ENTENDIMIENTO

De todos aquellos que viven en el hbito del pecado, San Augustn dice: "Ipsa consuetudo non sinit videre malum, quod faciunt." El hbito del pecado encegueze a los pecadores, para que ya no puedan ver el mal que hacen, ni la ruina que les ocasiona; Viven en la ceguera, como si no existiera ni Dios, ni el cielo, ni el infierno, ni la eternidad. "Los pecados", agrega el santo, "no importando su enormidad, cuando es habitual, aparenta ser o pequeo o no ser pecado." Como puede el alma guardarse contra estos cuando ya no tiene sensitividad de sus deformaciones, o del mal que le ocasionan?

San Jernimo dice que pecadores habituales "ni tienen vergenza por los crmenes que cometen." Malas acciones producen naturalmente una cierta vergenza; pero este sentimiento se destruye con el hbito del pecado. San Pedro compara a los pecadores habituales con los cerdos revolcandose en el lodo. "El chancho recien lavado vuelve a revolcarse en el lodo." (2 Pedro. ii. 22.) El lodo del pecado mismo los encegueze; y, por lo tanto, en vez de sentir pena y vergenza por su suciedad, ellos se deleitan y se exultan en la misma. "Un tonto obra en traversura como si fuera un deporte." (Prov. x. 23.) "quienes se contentan cuando han echo el mal." (Prov. ii. 14.)

Por lo tanto los santos continuamente buscan a la luz de Dios, ya que saben que si l retirara Su Luz, ellos podrn convertirse en los pecadores mas grandes. Como es posible entonces que tantos Cristianos, quienes saben por la fe que existe un infierno, y un Dios justo, que no puede dejar de castigar a los malvados: como es posible, pregunto, que continuen viviendo en el pecado hasta la muerte, llevandolos a la perdicin? "Sus propia malicia los encegueze." (Sabidura. ii, 21.) El pecado los encegueze y por lo tanto estn perdidos.

Job dice que los pecadores habituales estn llenos de iniquidades. "Sus huesos estarn llenos con los vicios de su juventud." (xx. 11.) Cada pecado produce oscuridad en el entendimiento. Cuanto mas pecados son multiplicados por un mal hbito, major ser la ceguera que ocasionan. La luz del sol no puede entrar en un vaso lleno de barro; y un corazn lleno de vicios no puede admitir la luz de Dios, la cual le hara uisible al alma el abismo al cual sus pecados la estan llevando. Careciente de luz, el pecador habitual va de pecado a pecado, sin jamas pensar en el arrepentimiento.

"Por todas partes merodean los malvados," (Salmo. xi. 9.) Cados en el foso de los malos hbitos, piensan solo en el acto de pecar, hablan solo de pecados, y ya no ven la maldad del pecar. Co el correr del tiempo se convirten en un bruto que carece del uso de la razn, y solo buscan y desean lo que les complace a sus sentidos. "Y el hombre, cuando era honrado, no comprenda: se lo compara con las bestias insensatas, y se convierten en ellas." (Ps. xlviii. 13.) Por lo tanto las palabras del Sabio se cumplen con respecto a los pecadores habituales. "El malvado, cuando llega a la profundidad del pecado, contemneth." (Prov. xviii. 3.) Santo Chrysostom aplica este dicho a los pecadores habituales, quienes, atrapados en el abismo de la oscuridad, desprecian a lo sermones, los llamados de Dios, las admoniciones, censuras, el infierno, y Dios, y se convierten en el buitre que espera ser matado por el cazador, en vez de abandonar la carcaza corrupta que come.

Hermanos, dejemosnos temblar, como lo hizo David cuando dijo: "que no me arrastre la corriente, que no me trague el Abismo, que el Pozo no se cierre sobre m." (Salmo lxviii. 16.) De caerse una persona en el pozo, se tiene la esperanza de su rescata siempre y cuando la boca del pozo no se cierra; pero, una vez que se cierra, esta persona est perdida. Cuando un pecador cae en un mal hbito, la boca del pozo se cierra gradualmente al multiplicarse sus pecados. En el momento que la boca del pozo se cierra, el es abandonado por Dios.
/> Queridos amados pecadores, si has contraido un hbito de cualquier pecado, intenta inmediatamente en salir de ese pozo infernal, antes que Dios te deprive totalmente de su luz y te abandone ya que, una vez que el te abandona con el retiro de Su luz, todo est acabado, y ests perdido.

Segundo Punto. Endurece el corazn.
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Triunfante Entrada a Jersuln de Pietro Lorenzetti; 1320; Assisi fresco Baslica Menor, San Francesco, Assisi, Italia; http://www.wga.hu

Entre Cristianos, el ttulo "Socorro Perpetuo" es uno de los mas conocidos para la Madre de Dios, especialmente entre los mas necesitados y afligidos, quienes sienten la necesidad de recibir amor y proteccin. La pintura original es un Icono Oriental que representa la Virgen de la Pasin, pintada para inspirar la esperanza y la oracin. Su mensaje espiritual sobrepasa su belleza plstica. Un icono es mucho mas que la repreesntacin de una persona o evento histrico. El Icono del Socorro Perpetuo eleva nuestra conciencia de los misterios de la Redencin en Cristo y de la intercesin de Mara en favor de aquellos que siguen a Cristo, aqui vistos en los brazos de su Santa Madre.

Solo con una actitud de fe y oracin puede uno admirar este icono. La expresin de la cara de Mara es de una madre que conoce el dolor y aun as, extiende su auxilio con serenidad y ternura, mientras nos invita a obedecer la Voluntad de Dios, aun cuando la encontramos en el sufrimiento y la cruz, ofreciendo nuestras vidas en servicio a l y a nuestro vecino, tal como l hizo, hasta la muerte.

http://www.catholictradition.org

"Hazla conocer a travs de todo el mundo"

Papa Pio IX, Enero, 1866, Iglesia de San Alfonso, Roma

Oracin de Nuestra Seora del Socorro Perpetuo

Oh Madre del Perpetuo Socorro, concdeme la gracia de que pueda siempre invocar tu bellsimo nombre ya que l es el Socorro del que vive y Esperanza del que muere. Ah Mara dulcsima, Mara de los pequeos y olvidados, haz que tu nombre sea de hoy en adelante el aliento de mi vida. Cada vez que te llame, Madre ma, apresrate a socorrerme, pues, en todas mi tentaciones, y en todas mis necesidades propongo no dejar de invocarte diciendo y repitiendo: Mara, Mara, Madre Ma. Oh qu consuelo, qu dulzura, qu confianza, qu ternura siente todo mi ser con slo repetir tu nombre y pensar en ti, Madre Ma. Bendigo y doy gracias a Dios que te ha dado para bien nuestro ese nombre tan dulce, tan amable y bello. Mas no me contento con pronunciar tu bendito nombre, quiero pronunciarlo con amor, quiero que el amor me recuerde que siempre debo acudir a ti, Madre del Perpetuo Socorro. Amn

Nuestra Madre del Perpetuo Socorro: a su izquierda el Arcngel Miguel y a su derecha Rafael, ambos sujetando los implementos de la Pasin; icono Bizantino Mariano del Siglo XV; http://commons.wikimedia.org

pside con el Icono de Nuestra Seora del Perpetuo Socorro, Iglesia de San Alfonoso de Liguori, Roma; http://commons.wikimedia.org

Domingo de Ramos