La Tentacin de Cristo - el Conflicto Csmico en Curso
Evangelio segn san Mateo 4:1-11
ENTONCES Jess fu llevado del Espritu al desierto, para ser tentado del diablo.
Y habiendo ayunado cuarenta das y cuarenta noches, despus tuvo hambre.
Y llegndose l el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se hagan pan.
Mas l respondiendo, dijo: Escrito est: No con solo el pan vivir el hombre,
mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le pasa la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo,
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, chate abajo; que escrito est:
A sus ngeles mandar por ti, Y te alzarn en las manos,
Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Jess le dijo: Escrito est adems: No tentars al Seor tu Dios.
Otra vez le pasa el diablo un monte muy alto,
y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
Y dcele: Todo esto te dar, si postrado me adorares.
Entonces Jess le dice: Vete, Satans, que escrito est:
Al Seor tu Dios adorars y l solo servirs.
El diablo entonces le dej:
y he aqu los ngeles llegaron y le servan.
As termina el Santo Evangelio.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
Y habiendo ayunado cuarenta das y cuarenta noches, despus tuvo hambre.
Y llegndose l el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se hagan pan.
Mas l respondiendo, dijo: Escrito est: No con solo el pan vivir el hombre,
mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le pasa la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo,
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, chate abajo; que escrito est:
A sus ngeles mandar por ti, Y te alzarn en las manos,
Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Jess le dijo: Escrito est adems: No tentars al Seor tu Dios.
Otra vez le pasa el diablo un monte muy alto,
y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
Y dcele: Todo esto te dar, si postrado me adorares.
Entonces Jess le dice: Vete, Satans, que escrito est:
Al Seor tu Dios adorars y l solo servirs.
El diablo entonces le dej:
y he aqu los ngeles llegaron y le servan.
As termina el Santo Evangelio.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
Primer domingo de Cuaresma: Homila del Padre Charles Jeremiah Higgins basada en el Evangelio segn San Mateo 4:1-11, Misa Tridentina en Latn, Mara Inmaculada de la Parroquia de Lourdes, Newton, Massachusetts; 10 de Marzo de 2019
Primer Domingo de Cuaresma
Tomo para mi texto del Salmo 90, que es el Salmo cuyos versos llenan a nuestros Prpios de la Misa de hoy. El Salmo es el motivo de este Primer domingo de Cuaresma.
"El que vive en la ayuda del Altsimo, morar bajo la proteccin del Dios del cielo. Dirs al Seor: T eres mi protector y mi refugio: Dios mo, en l confiar. Porque l me ha librado de la trampa de los cazadores, y de la palabra cortante".
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn.
El Mircoles de Ceniza proporciona un abridor dramtico para el Santo Ayuno de Cuaresma y los tres das siguientes nos ofrecen exhortaciones sobre la manera correcta de llevar a cabo un ayuno que sea agradable a Dios.
Y ahora, en este primer Domingo de Cuaresma, la intensidad aumenta a medida que nos llevan al frente de la guerra espiritual. En la tentacin de Cristo tenemos una imagen que nos permite ver lo que de otra manera no se ve, el conflicto csmico entre Cristo y Satans. La revelacin Cristiana nos ha dado un esquema claro, tanto de la existencia como de la naturaleza de este conflicto. Pero, de no haber tal revelacin, los humanos nunca lo hubiramos descubierto.
Usted ve, no somos los hroes de esta historia, somos ms los jugadores en el medio de todo. Est la Santsima Trinidad de Dios y est el Satans, el adversario. El maligno que ahora es Satans fue una vez bueno, el ngel de luz creado por Dios junto con todas las otras criaturas espirituales puras que llamamos ngeles. Pero en lugar de amar a Dios, su Creador, este ngel pens que se convertira en su propio dios. El lema de Satans es: "No serviam" (no servir). Un poeta puritano Ingls, John Milton, en su poema pico, "Paraso perdido" tiene el mismo razonamiento: era mejor gobernar en el infierno que servir en el cielo.
Por su rebelin, Satans fue arrojado al infierno eternamente, separado de Dios junto con todos los otros ngeles que lo siguieron. La cada de los ngeles no nos habra preocupado si Satans no hubiera logrado tentar a Adn y Eva, los primeros padres de la raza humana, a que lo imitaran en su rebelin contra Dios deshaciendo el claro mandato de Dios y comiendo el prohibido fruto del rbol del conocimiento del bien y del mal.
Por qu Dios permiti que tal tentacin tuviera lugar? Eso es parte del misterio de la inequidad: realmente no sabemos la respuesta a esa pregunta. Podemos especular que Dios le debi a su justicia permitir, y luego, una vez que Satans tuvo xito, Dios tambin en su justicia tuvo que conceder al diablo Satans cierto derecho de conquista sobre la tierra.
Por lo tanto, Dios se encarn en Jesucristo para anular este derecho de conquista. Jesucristo, el segundo Adn, deshace con su sufrimiento obediente lo que el primer Adn haba hecho con su desobediencia. El ser absoluto de Cristo vaciado en la Cruz vence el poder de Satans. Esto es lo que la liturgia nos muestra continuamente. El malvado es golpeado de una vez por todas las veces.
Lo que queda de esta ltima etapa del mundo antes del segundo advenimiento es que Satans est tratando de hacer ataques de represalia contra Cristo, su conquistador, antes de que se quede encerrado en el infierno para siempre. El diablo no puede impedir que toda la raza humana entre por las puertas del cielo. Todo lo que puede hacer es eliminar las almas humanas individuales que se extravan y fermentan tantas luchas sociales humanas como l puede, particularmente con las guerras.
Pero nosotros, los pequeos humanos, solo somos peones en el juego. No somos nada para Satans. Solo le importamos porque somos amados por Dios y preciosos para Dios. El diablo, como un verdadero cobarde y matn, nos persigue porque no puede vencer a Dios; lo que nos debera hacer que, como Cristianos, pensemos bien en nuestra situacin existencial.
Si mantengo la fe con Cristo en mis votos bautismales, si guardo los mandamientos morales; si me esfuerzo por perseverar en la iglesia a lo largo de mi vida, entonces Jesucristo me proteger contra Satans. Se me evitarn muchas cosas. Estar protegido contra muchas cosas. Y al final de mi vida morir e ir al cielo. Puede ser que tenga que sufrir al compartir la Cruz, pero no ser un esclavo de Satans, que es el amo ms cruel de los esclavos (sometidos a el).
Por otro lado, si yo, como Cristiano bautizado, elijo no creer lo que Dios nos ha revelado sobre el conflicto csmico entre Cristo y Satans, o si me vuelvo indiferente a esta peligrosa realidad espiritual, o vacilo en hacerlo, entonces no lo har. No ser protegido y mi propia salvacin individual estar muy en riesgo.
Entonces, tomemos en serio la leccin que la Madre Iglesia nos da en este Primer domingo de Cuaresma sobre la verdadera naturaleza del conflicto subyacente en el mundo. No subestimemos ni exageremos la amenaza que Satans representa para nosotros. La proteccin prometida por Cristo, msticamente, son las palabras del Salmo 90, su promesa a nosotros tambin y a sus fieles.
"El Seor te cubrir con sus hombros y debajo de sus alas confiars. Su verdad te rodear con un escudo".
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn.
Evangelio segn san Mateo 4:1-11
ENTONCES Jess fu llevado del Espritu al desierto, para ser tentado del diablo.
Y habiendo ayunado cuarenta das y cuarenta noches, despus tuvo hambre.
Y llegndose l el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se hagan pan.
Mas l respondiendo, dijo: Escrito est: No con solo el pan vivir el hombre,
mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le pasa la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo,
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, chate abajo; que escrito est:
A sus ngeles mandar por ti, Y te alzarn en las manos,
Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Jess le dijo: Escrito est adems: No tentars al Seor tu Dios.
Otra vez le pasa el diablo un monte muy alto,
y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
Y dcele: Todo esto te dar, si postrado me adorares.
Entonces Jess le dice: Vete, Satans, que escrito est:
Al Seor tu Dios adorars y l solo servirs.
El diablo entonces le dej:
y he aqu los ngeles llegaron y le servan.
As termina el Santo Evangelio.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
Y habiendo ayunado cuarenta das y cuarenta noches, despus tuvo hambre.
Y llegndose l el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se hagan pan.
Mas l respondiendo, dijo: Escrito est: No con solo el pan vivir el hombre,
mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le pasa la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo,
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, chate abajo; que escrito est:
A sus ngeles mandar por ti, Y te alzarn en las manos,
Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Jess le dijo: Escrito est adems: No tentars al Seor tu Dios.
Otra vez le pasa el diablo un monte muy alto,
y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
Y dcele: Todo esto te dar, si postrado me adorares.
Entonces Jess le dice: Vete, Satans, que escrito est:
Al Seor tu Dios adorars y l solo servirs.
El diablo entonces le dej:
y he aqu los ngeles llegaron y le servan.
As termina el Santo Evangelio.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
Primer domingo de Cuaresma: Homila del Padre Charles Jeremiah Higgins basada en el Evangelio segn San Mateo 4:1-11, Misa Tridentina en Latn, Mara Inmaculada de la Parroquia de Lourdes, Newton, Massachusetts; 10 de Marzo de 2019
Primer Domingo de Cuaresma
Tomo para mi texto del Salmo 90, que es el Salmo cuyos versos llenan a nuestros Prpios de la Misa de hoy. El Salmo es el motivo de este Primer domingo de Cuaresma.
"El que vive en la ayuda del Altsimo, morar bajo la proteccin del Dios del cielo. Dirs al Seor: T eres mi protector y mi refugio: Dios mo, en l confiar. Porque l me ha librado de la trampa de los cazadores, y de la palabra cortante".
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn.
El Mircoles de Ceniza proporciona un abridor dramtico para el Santo Ayuno de Cuaresma y los tres das siguientes nos ofrecen exhortaciones sobre la manera correcta de llevar a cabo un ayuno que sea agradable a Dios.
Y ahora, en este primer Domingo de Cuaresma, la intensidad aumenta a medida que nos llevan al frente de la guerra espiritual. En la tentacin de Cristo tenemos una imagen que nos permite ver lo que de otra manera no se ve, el conflicto csmico entre Cristo y Satans. La revelacin Cristiana nos ha dado un esquema claro, tanto de la existencia como de la naturaleza de este conflicto. Pero, de no haber tal revelacin, los humanos nunca lo hubiramos descubierto.
Usted ve, no somos los hroes de esta historia, somos ms los jugadores en el medio de todo. Est la Santsima Trinidad de Dios y est el Satans, el adversario. El maligno que ahora es Satans fue una vez bueno, el ngel de luz creado por Dios junto con todas las otras criaturas espirituales puras que llamamos ngeles. Pero en lugar de amar a Dios, su Creador, este ngel pens que se convertira en su propio dios. El lema de Satans es: "No serviam" (no servir). Un poeta puritano Ingls, John Milton, en su poema pico, "Paraso perdido" tiene el mismo razonamiento: era mejor gobernar en el infierno que servir en el cielo.
Por su rebelin, Satans fue arrojado al infierno eternamente, separado de Dios junto con todos los otros ngeles que lo siguieron. La cada de los ngeles no nos habra preocupado si Satans no hubiera logrado tentar a Adn y Eva, los primeros padres de la raza humana, a que lo imitaran en su rebelin contra Dios deshaciendo el claro mandato de Dios y comiendo el prohibido fruto del rbol del conocimiento del bien y del mal.
Por qu Dios permiti que tal tentacin tuviera lugar? Eso es parte del misterio de la inequidad: realmente no sabemos la respuesta a esa pregunta. Podemos especular que Dios le debi a su justicia permitir, y luego, una vez que Satans tuvo xito, Dios tambin en su justicia tuvo que conceder al diablo Satans cierto derecho de conquista sobre la tierra.
Por lo tanto, Dios se encarn en Jesucristo para anular este derecho de conquista. Jesucristo, el segundo Adn, deshace con su sufrimiento obediente lo que el primer Adn haba hecho con su desobediencia. El ser absoluto de Cristo vaciado en la Cruz vence el poder de Satans. Esto es lo que la liturgia nos muestra continuamente. El malvado es golpeado de una vez por todas las veces.
Lo que queda de esta ltima etapa del mundo antes del segundo advenimiento es que Satans est tratando de hacer ataques de represalia contra Cristo, su conquistador, antes de que se quede encerrado en el infierno para siempre. El diablo no puede impedir que toda la raza humana entre por las puertas del cielo. Todo lo que puede hacer es eliminar las almas humanas individuales que se extravan y fermentan tantas luchas sociales humanas como l puede, particularmente con las guerras.
Pero nosotros, los pequeos humanos, solo somos peones en el juego. No somos nada para Satans. Solo le importamos porque somos amados por Dios y preciosos para Dios. El diablo, como un verdadero cobarde y matn, nos persigue porque no puede vencer a Dios; lo que nos debera hacer que, como Cristianos, pensemos bien en nuestra situacin existencial.
Si mantengo la fe con Cristo en mis votos bautismales, si guardo los mandamientos morales; si me esfuerzo por perseverar en la iglesia a lo largo de mi vida, entonces Jesucristo me proteger contra Satans. Se me evitarn muchas cosas. Estar protegido contra muchas cosas. Y al final de mi vida morir e ir al cielo. Puede ser que tenga que sufrir al compartir la Cruz, pero no ser un esclavo de Satans, que es el amo ms cruel de los esclavos (sometidos a el).
Por otro lado, si yo, como Cristiano bautizado, elijo no creer lo que Dios nos ha revelado sobre el conflicto csmico entre Cristo y Satans, o si me vuelvo indiferente a esta peligrosa realidad espiritual, o vacilo en hacerlo, entonces no lo har. No ser protegido y mi propia salvacin individual estar muy en riesgo.
Entonces, tomemos en serio la leccin que la Madre Iglesia nos da en este Primer domingo de Cuaresma sobre la verdadera naturaleza del conflicto subyacente en el mundo. No subestimemos ni exageremos la amenaza que Satans representa para nosotros. La proteccin prometida por Cristo, msticamente, son las palabras del Salmo 90, su promesa a nosotros tambin y a sus fieles.
"El Seor te cubrir con sus hombros y debajo de sus alas confiars. Su verdad te rodear con un escudo".
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn.
Salmo 90
Qui habitat. El justo est seguro bajo la proteccin de Dios..
EL que habita al abrigo del Altsimo, Morar bajo la sombra del Omnipotente.
Dir yo Jehov: Esperanza ma, y castillo mo; Mi Dios, en l confiar.
Y l te librar del lazo del cazador: De la peste destruidora.
Con sus plumas te cubrir, Y debajo de sus alas estars seguro: Escudo y adarga es su verdad.
No tendrs temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de da;
Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del da destruya.
Caern tu lado mil, Y diez mil tu diestra: Mas ti no llegar.
Ciertamente con tus ojos mirars, Y vers la recompensa de los impos.
Porque t has puesto Jehov, que es mi esperanza. Al Altsimo por tu habitacin,
No te sobrevendr mal, Ni plaga tocar tu morada.
Pues que sus ngeles mandar acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarn, Porque tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el len y el basilisco pisars; Hollars al cachorro del len y al dragn.
Por cuanto en m ha puesto su voluntad, yo tambin lo librar:
Pondrlo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocar, y yo le responder: Con l estare yo en la angustia:
Lo librar, y le glorificar.
Saciarlo de larga vida, Y mostrarle mi salud.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
Salmo 90
Qui habitat. El justo est seguro bajo la proteccin de Dios..
EL que habita al abrigo del Altsimo, Morar bajo la sombra del Omnipotente.
Dir yo Jehov: Esperanza ma, y castillo mo; Mi Dios, en l confiar.
Y l te librar del lazo del cazador: De la peste destruidora.
Con sus plumas te cubrir, Y debajo de sus alas estars seguro: Escudo y adarga es su verdad.
No tendrs temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de da;
Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del da destruya.
Caern tu lado mil, Y diez mil tu diestra: Mas ti no llegar.
Ciertamente con tus ojos mirars, Y vers la recompensa de los impos.
Porque t has puesto Jehov, que es mi esperanza. Al Altsimo por tu habitacin,
No te sobrevendr mal, Ni plaga tocar tu morada.
Pues que sus ngeles mandar acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarn, Porque tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el len y el basilisco pisars; Hollars al cachorro del len y al dragn.
Por cuanto en m ha puesto su voluntad, yo tambin lo librar:
Pondrlo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocar, y yo le responder: Con l estare yo en la angustia:
Lo librar, y le glorificar.
Saciarlo de larga vida, Y mostrarle mi salud.
De la Biblia Reina-Valera Antigua (1602) - bajo dominio pblico
10 de Marzo de 2019 - Primer Domingo de Cuaresma - Misa Tridentina Latina, Evangelio segn San Mateo 4:1-11 y Homila por el Padre Charles Jeremiah Higgins, Pastor, Mary Immaculate de Lourdes Parish, Newton, MA
Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
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La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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