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San Gregorio de Nisa - Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
 
 
 

 
 

Cristo en Gloria por Annibale Carracci (1560-1609); 1597-98; Palazzo Pitti, Florencia, Italia.
Un Cristo inusualmente joven est flanqueado por Pedro y Juan el Evangelista. A nivel terrenal, estn las Sras. Mara Magdalena, Ermengildo y Eduardo el Confesor, nombre del patrn del cuadro, el cardenal Odoardo Farnese. La figura que se arrastra en el suelo nos recuerda el hecho de que Edwurdo tambin es el santo patrn de los lisiados. www.wga.hu
 
 
Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
Del Tratado de san Gregorio de Nisa, Obispo, Sobre el Perfecto Modelo del Cristiano
(PG 46, 259-262)


l es nuestra paz, l ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Teniendo en cuenta que Cristo es la paz, mostraremos la autenticidad de nuestro nombre de cristianos si, con nuestra manera de vivir, ponemos de manifiesto la paz que reside en nosotros y que es el mismo Cristo. l ha dado muerte a la enemistad, como dice el Apstol. No permitamos, pues, de ningn modo que esta enemistad reviva en nosotros, antes demostremos que est del todo muerta. Dios, por nuestra salvacin, le dio muerte de una manera admirable; ahora que yace bien muerta, no seamos nosotros quienes la resucitemos en perjuicio de nuestras almas, con nuestras iras y deseos de venganza.

Ya que tenemos a Cristo, que es la paz, nosotros tambin matemos la enemistad, de manera que nuestra vida sea una prolongacin de la de Cristo, tal como lo conocemos por la fe. Del mismo modo que l, derribando la barrera de separacin, de los dos pueblos cre en su persona un solo hombre, estableciendo la paz, as tambin nosotros atraigmonos la voluntad no slo de los que nos atacan desde fuera, sino tambin de los que entre nosotros promueven sediciones, de modo que cese ya en nosotros esta oposicin entre las tendencias de la carne y del espritu, contrarias entre s; procuremos, por el contrario, someter a la ley divina la prudencia de nuestra carne, y as, superada esta dualidad que hay en cada uno de nosotros, esforcmonos en reedificarnos a nosotros mismos, de manera que formemos un solo hombre, y tengamos paz en nosotros mismos.

La paz se define como la concordia entre las partes disidentes. Por esto, cuando cesa en nosotros esta guerra interna, propia de nuestra naturaleza, y conseguimos la paz, nos convertimos nosotros mismos en paz, y as demostramos en nuestra persona la veracidad y propiedad de este apelativo de Cristo.

Adems, considerando que Cristo es la luz verdadera sin mezcla posible de error alguno, nos damos cuenta de que tambin nuestra vida ha de estar iluminada con los rayos de la luz verdadera. Los rayos del sol de justicia son las virtudes que de l emanan para iluminarnos, para que nos desnudemos de las obras de las tinieblas y andemos como en pleno da, con dignidad, y apartando de nosotros las ignominias que se cometen a escondidas y obrando en todo a plena luz, nos convirtamos tambin nosotros en luz y, segn es propio de la luz, iluminemos a los dems con nuestras obras.

Y si tenemos en cuenta que Cristo es nuestra santificacin, nos abstendremos de toda obra y pensamiento malo e impuro, con lo cual demostraremos que llevamos con sinceridad su mismo nombre, mostrando la eficacia de esta santificacin no con palabras, sino con los actos de nuestra vida.

ORACIN

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, a quien confiadamente invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nosotros el espritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos entrar en posesin de la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn

Translated from the Spanish by Jan Paul von Wendt - liturgiadelashoras.com.ar



 
Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz
Del Tratado de san Gregorio de Nisa, Obispo, Sobre el Perfecto Modelo del Cristiano
(PG 46, 259-262)


l es nuestra paz, l ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Teniendo en cuenta que Cristo es la paz, mostraremos la autenticidad de nuestro nombre de cristianos si, con nuestra manera de vivir, ponemos de manifiesto la paz que reside en nosotros y que es el mismo Cristo. l ha dado muerte a la enemistad, como dice el Apstol. No permitamos, pues, de ningn modo que esta enemistad reviva en nosotros, antes demostremos que est del todo muerta. Dios, por nuestra salvacin, le dio muerte de una manera admirable; ahora que yace bien muerta, no seamos nosotros quienes la resucitemos en perjuicio de nuestras almas, con nuestras iras y deseos de venganza.

Ya que tenemos a Cristo, que es la paz, nosotros tambin matemos la enemistad, de manera que nuestra vida sea una prolongacin de la de Cristo, tal como lo conocemos por la fe. Del mismo modo que l, derribando la barrera de separacin, de los dos pueblos cre en su persona un solo hombre, estableciendo la paz, as tambin nosotros atraigmonos la voluntad no slo de los que nos atacan desde fuera, sino tambin de los que entre nosotros promueven sediciones, de modo que cese ya en nosotros esta oposicin entre las tendencias de la carne y del espritu, contrarias entre s; procuremos, por el contrario, someter a la ley divina la prudencia de nuestra carne, y as, superada esta dualidad que hay en cada uno de nosotros, esforcmonos en reedificarnos a nosotros mismos, de manera que formemos un solo hombre, y tengamos paz en nosotros mismos.

La paz se define como la concordia entre las partes disidentes. Por esto, cuando cesa en nosotros esta guerra interna, propia de nuestra naturaleza, y conseguimos la paz, nos convertimos nosotros mismos en paz, y as demostramos en nuestra persona la veracidad y propiedad de este apelativo de Cristo.

Adems, considerando que Cristo es la luz verdadera sin mezcla posible de error alguno, nos damos cuenta de que tambin nuestra vida ha de estar iluminada con los rayos de la luz verdadera. Los rayos del sol de justicia son las virtudes que de l emanan para iluminarnos, para que nos desnudemos de las obras de las tinieblas y andemos como en pleno da, con dignidad, y apartando de nosotros las ignominias que se cometen a escondidas y obrando en todo a plena luz, nos convirtamos tambin nosotros en luz y, segn es propio de la luz, iluminemos a los dems con nuestras obras.

Y si tenemos en cuenta que Cristo es nuestra santificacin, nos abstendremos de toda obra y pensamiento malo e impuro, con lo cual demostraremos que llevamos con sinceridad su mismo nombre, mostrando la eficacia de esta santificacin no con palabras, sino con los actos de nuestra vida.

ORACIN

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, a quien confiadamente invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nosotros el espritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos entrar en posesin de la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn

Translated from the Spanish by Jan Paul von Wendt - liturgiadelashoras.com.ar



 
 
 
 
San Gregorio de Nisa (335-395), Obispo - Tenemos a Jesucristo, Quien es nuestra Paz y nuestra Luz, del Tratado, Sobre el Modelo Perfecto del Cristiano
 
 

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en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios

  La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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OUR FATHER

Our Father, Who Art In Heaven
Hallowed Be Thy Name.
Thy Kingdom come,
Thy Will be done
On earth as it is in Heaven.
Give us this day our daily bread
And forgive us our trespasses
As we forgive those who trespass against us.
Liberate us from all temptation[*]
And deliver us from all evil. Amen



[*] Liberate us is in keeping with the original Latin text.
       God usually does not "lead us" to temptation
       (unless we are tested),
       but gives us the grace to overcome and/or resist it
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HAIL MARY

Hail Mary, full of grace
The Lord is with thee.
Blessed art though among women,
And blessed is the fruit
Of thy womb, Jesus.
 
Holy Mary, Mary of God
Pray for us sinners
Now, and in the hour
Of our death. Amen


 
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APOSTLE'S CREED
I believe in God, the Father Almighty
Creator of Heaven and earth;
And in Jesus Christ, His Only Son, our Lord;
Who was conceived by the
[work and grace of the] Holy Ghost,[*]
Born of the Virgin Mary,
Suffered under Pontius Pilate,
Was crucified, died and was buried.
He descended into the Dead.[**]
On the third day, He rose again;
He ascended into Heaven,
And sits at the right hand of God,
the Father Almighty.
From thence he shall come to judge
the living and the dead.
 
I believe in the Holy Ghost,[*]
The Holy Catholic Church,
The communion of saints,
The forgiveness of sins.
The resurrection of the body,
And life everlasting. Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
[**] the Dead: "inferi", the underworld or the dead in Latin.
X
GLORIA

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive
to the voice of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all her iniquities.

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive to the voice
of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all his iniquities.

V. Eternal rest give unto them, O Lord.
R. And let perpetual light shine upon them.
V. From the gate of hell.
R. Deliver their souls, O Lord.
V. May they rest in peace.
R. Amen.
V. O Lord, hear my prayer.
R. And let my cry come unto Thee.
V. The Lord be with you.
R. And with Thy Spirit.

(50 days indulgence to all who pray the De Profundis with V. and R.
"Requiem aeternam" (Eternal Rest) three times a day.
Pope Leo XIII, February 3, 1888)


Let us pray:
O God, the Creator and Redeemer of all
the faithful, we beseech Thee to grant
to the souls of Thy servants the remission
of their sins, so that by our prayers
they may obtain pardon for which they long.
O Lord, who lives and reigns,
world without end. Amen

May they rest in peace. Amen

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PADRE NUESTRO

Padre Nuestro,
que estas en los Cielos
Santificado sea Tu Nombre;
Venga a nosotros tu Reino;
Hgase Tu Voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
Perdona nuestras ofensas,
Como tambin nosotros
perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal. Amén
 
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AVE MARA

Dios te salve, Mara,
llena eres de gracia;
El Seor es Contigo;
Bendita T eres
entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jess.
 
Santa Mara,
Madre de Dios,
Ruega por nosotros
pecadores,
Ahora y en la hora
De nuestra muerte.
Amn
 
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CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo,
Su nico Hijo, Nuestro Seor,
Que fue concebido por obra
y gracia del Espritu Santo,
Naci de la Santa Mara Virgen;
Padeci bajo el poder de Poncio Pilato,
Fue crucificado, muerto y sepultado,
Descendi a los infiernos,
Al tercer da resucit de entre los muertos,
Subi a los cielos
Y est sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde all ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espritu Santo,
La Santa Iglesia Catlica,
La comunin de los santos,
El perdn de los pecados,
La resurreccin de la carne
Y la vida eterna. Amn
 
 
CERRAR
DE PROFUNDIS

Desde lo hondo a Ti grito, Seor; Seor,
escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos
a la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?
Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia.
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

X
GLORIA

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

CERRAR
DE PROFUNDIS y QUE DESCANSEN EN PAZ

Desde lo hondo a Ti grito, Seor;
Seor, escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos a
la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?

Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia,
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

V. Dadles, Seor, a todas las almas
el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas
vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amn.