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San Agustn - La Plenitud del Amor
San Agustn - La Plenitud del Amor
San Agustn - La Plenitud del Amor
San Agustn - La Plenitud del Amor
 
 
 
 

 
 

Cristo Llevando la Cruz de Vincenzo Catena (1480-1531); 1520s; Liechtenstein Museo, Viena, Austria;
www.wga.hu
 
 
La Plenitud del Amor
De los Tratados de san Agustn, obispo, sobre el evangelio de San Juan (Tratado 84, 1-2: CCL 36, 536-538)

El Seor, hermanos muy amados, quiso dejar bien claro en qu consiste aquella plenitud del amor con que debemos amarnos mutuamente, cuando dijo: Nadie tiene ms amor que el que da la vida por sus amigos. Consecuencia de ello es lo que nos dice el mismo evangelista Juan en su carta: Cristo dio su vida por nosotros, tambin nosotros debemos dar la vida por los hermanos, amndonos mutuamente como l nos am, que dio su vida por nosotros.

Es la misma idea que encontramos en el libro de los Proverbios: Si te sientas a comer en la mesa de un seor, mira con atencin lo que te ponen delante, y pon la mano en ello pensando que luego tendrs que preparar t algo semejante. Esta mesa de tal seor no es otra que aquella de la cual tomamos el cuerpo y la sangre de aquel que dio su vida por nosotros. Sentarse a ella significa acercarse a la misma con humildad. Mirar con atencin lo que nos ponen delante equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. Y poner la mano en ello, pensando que luego tendremos que preparar algo semejante, significa lo que ya he dicho antes: que as como Cristo dio su vida por nosotros, tambin nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Como dice el apstol Pedro: Cristo padeci por nosotros, dejndonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Esto significa preparar algo semejante. Esto es lo que hicieron los mrtires, llevados por un amor ardiente; si no queremos celebrar en vano su recuerdo, y si nos acercamos a la mesa del Seor para participar del banquete en que ellos se saciaron, es necesario que, tal como ellos hicieron, preparemos luego nosotros algo semejante.

Por esto, al reunirnos junto a la mesa del Seor, no los recordamos del mismo modo que a los dems que descansan en paz, para rogar por ellos, sino ms bien para que ellos rueguen por nosotros, a fin de que sigamos su ejemplo, ya que ellos pusieron en prctica aquel amor del que dice el Seor que no hay otro ms grande. Ellos mostraron a sus hermanos la manera como hay que preparar algo semejante a lo que tambin ellos haban tomado de la mesa del Seor.
Lo que hemos dicho no hay que entenderlo como si nosotros pudiramos igualarnos al Seor, aun en el caso de que lleguemos por l hasta el testimonio de nuestra sangre. l era libre para dar su vida y libre para volverla a tomar, nosotros no vivimos todo el tiempo que queremos y morimos aunque no queramos; l, en el momento de morir, mat en s mismo a la muerte, nosotros somos librados de la muerte por su muerte; su carne no experiment la corrupcin, la nuestra ha de pasar por la corrupcin, hasta que al final de este mundo seamos revestidos por l de la incorruptibilidad; l no necesit de nosotros para salvarnos, nosotros sin l nada podemos hacer; l, a nosotros, sus sarmientos, se nos dio como vid, nosotros, separados de l, no podemos tener vida.

Finalmente, aunque los hermanos mueran por sus hermanos, ningn mrtir derrama su sangre para el perdn de los pecados de sus hermanos, como hizo l por nosotros, ya que en esto no nos dio un ejemplo que imitar, sino un motivo para congratularnos. Los mrtires, al derramar su sangre por sus hermanos, no hicieron sino mostrar lo que haban tomado de la mesa del Seor. Ammonos, pues, los unos a los otros, como Cristo nos am y se entreg a s mismo por nosotros.


ORACIN

OREMOS,
Dios nuestro, que, para librarnos del poder del enemigo, quisiste que tu Hijo muriera en la cruz, concdenos alcanzar la gracia de la resurreccin. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amn



 
La Plenitud del Amor
De los Tratados de san Agustn, obispo, sobre el evangelio de San Juan (Tratado 84, 1-2: CCL 36, 536-538)

El Seor, hermanos muy amados, quiso dejar bien claro en qu consiste aquella plenitud del amor con que debemos amarnos mutuamente, cuando dijo: Nadie tiene ms amor que el que da la vida por sus amigos. Consecuencia de ello es lo que nos dice el mismo evangelista Juan en su carta: Cristo dio su vida por nosotros, tambin nosotros debemos dar la vida por los hermanos, amndonos mutuamente como l nos am, que dio su vida por nosotros.

Es la misma idea que encontramos en el libro de los Proverbios: Si te sientas a comer en la mesa de un seor, mira con atencin lo que te ponen delante, y pon la mano en ello pensando que luego tendrs que preparar t algo semejante. Esta mesa de tal seor no es otra que aquella de la cual tomamos el cuerpo y la sangre de aquel que dio su vida por nosotros. Sentarse a ella significa acercarse a la misma con humildad. Mirar con atencin lo que nos ponen delante equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. Y poner la mano en ello, pensando que luego tendremos que preparar algo semejante, significa lo que ya he dicho antes: que as como Cristo dio su vida por nosotros, tambin nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Como dice el apstol Pedro: Cristo padeci por nosotros, dejndonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Esto significa preparar algo semejante. Esto es lo que hicieron los mrtires, llevados por un amor ardiente; si no queremos celebrar en vano su recuerdo, y si nos acercamos a la mesa del Seor para participar del banquete en que ellos se saciaron, es necesario que, tal como ellos hicieron, preparemos luego nosotros algo semejante.

Por esto, al reunirnos junto a la mesa del Seor, no los recordamos del mismo modo que a los dems que descansan en paz, para rogar por ellos, sino ms bien para que ellos rueguen por nosotros, a fin de que sigamos su ejemplo, ya que ellos pusieron en prctica aquel amor del que dice el Seor que no hay otro ms grande. Ellos mostraron a sus hermanos la manera como hay que preparar algo semejante a lo que tambin ellos haban tomado de la mesa del Seor.
Lo que hemos dicho no hay que entenderlo como si nosotros pudiramos igualarnos al Seor, aun en el caso de que lleguemos por l hasta el testimonio de nuestra sangre. l era libre para dar su vida y libre para volverla a tomar, nosotros no vivimos todo el tiempo que queremos y morimos aunque no queramos; l, en el momento de morir, mat en s mismo a la muerte, nosotros somos librados de la muerte por su muerte; su carne no experiment la corrupcin, la nuestra ha de pasar por la corrupcin, hasta que al final de este mundo seamos revestidos por l de la incorruptibilidad; l no necesit de nosotros para salvarnos, nosotros sin l nada podemos hacer; l, a nosotros, sus sarmientos, se nos dio como vid, nosotros, separados de l, no podemos tener vida.

Finalmente, aunque los hermanos mueran por sus hermanos, ningn mrtir derrama su sangre para el perdn de los pecados de sus hermanos, como hizo l por nosotros, ya que en esto no nos dio un ejemplo que imitar, sino un motivo para congratularnos. Los mrtires, al derramar su sangre por sus hermanos, no hicieron sino mostrar lo que haban tomado de la mesa del Seor. Ammonos, pues, los unos a los otros, como Cristo nos am y se entreg a s mismo por nosotros.


ORACIN

OREMOS,
Dios nuestro, que, para librarnos del poder del enemigo, quisiste que tu Hijo muriera en la cruz, concdenos alcanzar la gracia de la resurreccin. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amn





 
 
 
 
 
 
 
La plenitud del amor - del Tratado de San Juan de San Agustn (340-379), Doctor de la Iglesia, obispo, filsofo, telogo


 
 

Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios

  La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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OUR FATHER

Our Father, Who Art In Heaven
Hallowed Be Thy Name.
Thy Kingdom come,
Thy Will be done
On earth as it is in Heaven.
Give us this day our daily bread
And forgive us our trespasses
As we forgive those who trespass against us.
Liberate us from all temptation[*]
And deliver us from all evil. Amen



[*] Liberate us is in keeping with the original Latin text.
       God usually does not "lead us" to temptation
       (unless we are tested),
       but gives us the grace to overcome and/or resist it
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HAIL MARY

Hail Mary, full of grace
The Lord is with thee.
Blessed art though among women,
And blessed is the fruit
Of thy womb, Jesus.
 
Holy Mary, Mary of God
Pray for us sinners
Now, and in the hour
Of our death. Amen


 
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APOSTLE'S CREED
I believe in God, the Father Almighty
Creator of Heaven and earth;
And in Jesus Christ, His Only Son, our Lord;
Who was conceived by the
[work and grace of the] Holy Ghost,[*]
Born of the Virgin Mary,
Suffered under Pontius Pilate,
Was crucified, died and was buried.
He descended into the Dead.[**]
On the third day, He rose again;
He ascended into Heaven,
And sits at the right hand of God,
the Father Almighty.
From thence he shall come to judge
the living and the dead.
 
I believe in the Holy Ghost,[*]
The Holy Catholic Church,
The communion of saints,
The forgiveness of sins.
The resurrection of the body,
And life everlasting. Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
[**] the Dead: "inferi", the underworld or the dead in Latin.
X
GLORIA

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive
to the voice of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all her iniquities.

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive to the voice
of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all his iniquities.

V. Eternal rest give unto them, O Lord.
R. And let perpetual light shine upon them.
V. From the gate of hell.
R. Deliver their souls, O Lord.
V. May they rest in peace.
R. Amen.
V. O Lord, hear my prayer.
R. And let my cry come unto Thee.
V. The Lord be with you.
R. And with Thy Spirit.

(50 days indulgence to all who pray the De Profundis with V. and R.
"Requiem aeternam" (Eternal Rest) three times a day.
Pope Leo XIII, February 3, 1888)


Let us pray:
O God, the Creator and Redeemer of all
the faithful, we beseech Thee to grant
to the souls of Thy servants the remission
of their sins, so that by our prayers
they may obtain pardon for which they long.
O Lord, who lives and reigns,
world without end. Amen

May they rest in peace. Amen

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PADRE NUESTRO

Padre Nuestro,
que estas en los Cielos
Santificado sea Tu Nombre;
Venga a nosotros tu Reino;
Hgase Tu Voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
Perdona nuestras ofensas,
Como tambin nosotros
perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal. Amén
 
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AVE MARA

Dios te salve, Mara,
llena eres de gracia;
El Seor es Contigo;
Bendita T eres
entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jess.
 
Santa Mara,
Madre de Dios,
Ruega por nosotros
pecadores,
Ahora y en la hora
De nuestra muerte.
Amn
 
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CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo,
Su nico Hijo, Nuestro Seor,
Que fue concebido por obra
y gracia del Espritu Santo,
Naci de la Santa Mara Virgen;
Padeci bajo el poder de Poncio Pilato,
Fue crucificado, muerto y sepultado,
Descendi a los infiernos,
Al tercer da resucit de entre los muertos,
Subi a los cielos
Y est sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde all ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espritu Santo,
La Santa Iglesia Catlica,
La comunin de los santos,
El perdn de los pecados,
La resurreccin de la carne
Y la vida eterna. Amn
 
 
CERRAR
DE PROFUNDIS

Desde lo hondo a Ti grito, Seor; Seor,
escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos
a la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?
Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia.
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

X
GLORIA

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

CERRAR
DE PROFUNDIS y QUE DESCANSEN EN PAZ

Desde lo hondo a Ti grito, Seor;
Seor, escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos a
la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?

Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia,
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

V. Dadles, Seor, a todas las almas
el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas
vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amn.