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San Isidoro, el granjero: la dignidad del trabajo y una vida ordinaria
San Isidro, el agricultor: la dignidad del trabajo y de una vida ordinaria
San Isidro, el agricultor: la dignidad del trabajo y de una vida ordinaria
San Isidro, el agricultor: la dignidad del trabajo y de una vida ordinaria
 
 
 
 

 
 

San Isidro, rezando ante la Santa Cruz mientras el ngel ara el campo (fresco); Colegiata de la Transfiguracin, Garwolin, Polonia;
commons.wikimedia.org
 
 
San Isidro, el agricultor
de las Obras de los Predicadores Eminentes, 1878

Meditacin sobre la pintura de San Isidro

En cada estado honesto de la vida, los hombres pueden llegar a ser Santos. En tu almanaque encuentras reyes santos, sbditos, ciudadanos, soldados, pastores y trabajadores, personas casadas y vrgenes. Nuestra propia experiencia nos ensea que las brillantes virtudes brillan a veces en los palacios y, a veces, en las casuchas. La Santa Iglesia conmemora, en estos das, a un santo que labraba la tierra, y, por esta razn, se celebra en gran veneracin por la comunidad agrcola. Permtanos, para nuestra edificacin e instruccin, meditar un rato en su imagen. En ella est representado San Isidro:

I. Sus manos levantadas hacia el cielo
II. A sus pies una espada
III. A su lado Santos ngeles manejando el arado

I. LAS MANOS LEVANTADAS HACIA EL CIELO

Esto denota:

1. En general, el espritu celestial.

a. La tierra no es nuestro hogar Nuestro hogar est sobre las estrellas, "que Jerusaln, que est arriba, es libre, que es nuestra madre". Galn. iv, 26. Por lo tanto, el deseo de nuestros corazones debe dirigirse al cielo. "Tenga en cuenta las cosas que estn arriba, no las cosas que estn en la tierra". Col. iii, 2. Este deseo por el cielo se insina en la imagen de San Isidro, por sus manos unidas. Ellos estn dirigidos hacia el cielo; y como sus manos, tambin su corazn. Isidoro busc a Dios en todas las cosas, dedicndole todos sus pensamientos y ofrecindole todas sus palabras y hechos.

b. Qu buscamos? Cielo o tierra; cosas eternas o perecederas; el Creador o la criatura? Somos del nmero de aquellos de quienes San Pablo se queja de que "les importan las cosas terrenales"? Philip. iii, 19. Oh! usemos este mundo, como si no lo usramos, porque la figura de este mundo pasa. I Cor. vii, 31.

2. Oracin especialmente devota.

a. La oracin es la nutricin del alma; es el roco del cielo: "como la cera, cuando se expone a los rayos del sol, se vuelve blanca, entonces el alma, que en oracin se acerca al sol de la justicia divina, aumenta en santidad y pureza" - Luis de Granada. San Isidro era un hombre de oracin.

I. Atesoremos la palabra del Seor: "velad y orad" (Mc 13, 33), y la exhortacin del Apstol: "sed instantneos en oracin". Col. iv, 2. Muchos dicen: "No encuentro tiempo para la oracin". San Isidro fue tambin un hombre trabajador; an as encontr tiempo para la oracin. Si tienes buena voluntad, encontrars fcilmente tiempo para la oracin de la maana y de la tarde. Adems, cuando ests en el trabajo, recuerda la presencia divina y renueva con frecuencia tus buenas intenciones. "Haced todo para la gloria de Dios". I Cor. x, 31.

II. EL SIGNIFICADO DE LA ESPADA A SUS PIES

Significa:

1. La forma difcil de ganarse la vida.

a. "Maldita ser la tierra en tu obra, con trabajo y fatiga comers de ella todos los das de tu vida. Espinas y cardos te darn a luz. Con el sudor de tu rostro comers el pan hasta que vuelvas a la tierra." Gnesis 3, 17. San Isidro trabaj arduamente, no para s mismo, sino al servicio del prjimo.

b. No te has quejado a menudo de tu arduo trabajo? Recuerda, Dios mismo coloc la espada en tus manos; y no podemos sino soportar la carga del da y el calor, hasta que se acerca el gran da de descanso. Dios no gui a sus santos de una manera diferente al cielo. Por lo tanto, trabajemos alegremente para la gloria de Dios.

2. Piadosa industria.

a. Nuestro trabajo diario, cuando se hace con resignacin a la santa voluntad de Dios y con amor santo, es meritorio para el cielo. "El trabajo est bien pagado, ganamos por ello la gloria de la eternidad" - San Jernimo. San Isidro gan el cielo por su industria. Trabaj con una buena intencin, por el amor de Dios; y con gran diligencia, ante la presencia de Dios.

b. Al examinar nuestra conciencia, encontramos que muchas de nuestras obras no darn fruto para el cielo, porque solo el egosmo nos impuls a realizarlas; no fueron santificados al tener nuestros ojos espirituales vueltos hacia el cielo. Deja que sea de otra manera para el futuro. "Todo lo que hagas, hazlo de corazn, como del Seor, y no a los hombres, sabiendo que recibirs del Seor la recompensa de la herencia".

III. LOS SANTOS NGELES COMPROMETIDOS EN OBRAR

Nos recuerdan:

1. De la bendicin del cielo.

a. El maestro de Isidro vio frecuentemente a santos ngeles arando a su lado. Donde trabajan las manos anglicas, la bendicin divina seguramente vendr. La prosperidad aument manifiestamente bajo la administracin del Santo, para poder decirlr a su maestro en las palabras de Jacob, una vez que le habl a Labn: "T sabes cmo te he servido, y cun grande ha sido tu posesin en mis manos. Tuviste pero poco antes de llegar a ti, y ahora te has hecho rico; y Jehov te ha bendecido con mi venida". Gen. xxx, 29.

b. Dios est ansioso por bendecirte tambin, si no colocas ningn obstculo en su camino. Dios no enva a sus ngeles a las casas de los pendencieros, codiciosos, impos, etc. Leemos: "El inocente en manos, y limpio de corazn, recibir la bendicin del Seor". Salmo xxiii, 4. "El Seor no se queda en la casa de los impos, pero si en las habitaciones de los justos que sern bendecidas". Prov. iii, 33. Expulsa, pues, el pecado y el vicio de tu casa, y guarda los mandamientos divinos y los preceptos de la Iglesia.

2. De la interrelacin del santo ngel con los hombres.

a. Esta verdad est contenida en la fe cristiana. "Ha entregado a sus ngeles sobre ti, para que te guarden en todos tus caminos. En sus manos te sostendrn, an si tropiezas con tu pie en una piedra". Salmo. xc, 11. La Sagrada Escritura registra muchas instancias de esta relacin amorosa de los santos ngeles con los hombres.

b. Qu gran consuelo! Los ngeles nos rodean, los ngeles nos protegen, los ngeles nos ayudan en nuestro trabajo diario. "Son fieles, sabios, poderosos. Por qu deberamos temblar? Por lo tanto, sigmoslos y sujtese a ellos". San Bernardo. De manera especial, veneremos a nuestro ngel de la Guarda y, por su intercesin, obtendremos la abundancia de la bendicin celestial.


 
San Isidro, el agricultor
de las Obras de los Predicadores Eminentes, 1878

Meditacin sobre la pintura de San Isidro

En cada estado honesto de la vida, los hombres pueden llegar a ser Santos. En tu almanaque encuentras reyes santos, sbditos, ciudadanos, soldados, pastores y trabajadores, personas casadas y vrgenes. Nuestra propia experiencia nos ensea que las brillantes virtudes brillan a veces en los palacios y, a veces, en las casuchas. La Santa Iglesia conmemora, en estos das, a un santo que labraba la tierra, y, por esta razn, se celebra en gran veneracin por la comunidad agrcola. Permtanos, para nuestra edificacin e instruccin, meditar un rato en su imagen. En ella est representado San Isidro:

I. Sus manos levantadas hacia el cielo
II. A sus pies una espada
III. A su lado Santos ngeles manejando el arado

I. LAS MANOS LEVANTADAS HACIA EL CIELO

Esto denota:

1. En general, el espritu celestial.

a. La tierra no es nuestro hogar Nuestro hogar est sobre las estrellas, "que Jerusaln, que est arriba, es libre, que es nuestra madre". Galn. iv, 26. Por lo tanto, el deseo de nuestros corazones debe dirigirse al cielo. "Tenga en cuenta las cosas que estn arriba, no las cosas que estn en la tierra". Col. iii, 2. Este deseo por el cielo se insina en la imagen de San Isidro, por sus manos unidas. Ellos estn dirigidos hacia el cielo; y como sus manos, tambin su corazn. Isidoro busc a Dios en todas las cosas, dedicndole todos sus pensamientos y ofrecindole todas sus palabras y hechos.

b. Qu buscamos? Cielo o tierra; cosas eternas o perecederas; el Creador o la criatura? Somos del nmero de aquellos de quienes San Pablo se queja de que "les importan las cosas terrenales"? Philip. iii, 19. Oh! usemos este mundo, como si no lo usramos, porque la figura de este mundo pasa. I Cor. vii, 31.

2. Oracin especialmente devota.

a. La oracin es la nutricin del alma; es el roco del cielo: "como la cera, cuando se expone a los rayos del sol, se vuelve blanca, entonces el alma, que en oracin se acerca al sol de la justicia divina, aumenta en santidad y pureza" - Luis de Granada. San Isidro era un hombre de oracin.

I. Atesoremos la palabra del Seor: "velad y orad" (Mc 13, 33), y la exhortacin del Apstol: "sed instantneos en oracin". Col. iv, 2. Muchos dicen: "No encuentro tiempo para la oracin". San Isidro fue tambin un hombre trabajador; an as encontr tiempo para la oracin. Si tienes buena voluntad, encontrars fcilmente tiempo para la oracin de la maana y de la tarde. Adems, cuando ests en el trabajo, recuerda la presencia divina y renueva con frecuencia tus buenas intenciones. "Haced todo para la gloria de Dios". I Cor. x, 31.

II. EL SIGNIFICADO DE LA ESPADA A SUS PIES

Significa:

1. La forma difcil de ganarse la vida.

a. "Maldita ser la tierra en tu obra, con trabajo y fatiga comers de ella todos los das de tu vida. Espinas y cardos te darn a luz. Con el sudor de tu rostro comers el pan hasta que vuelvas a la tierra." Gnesis 3, 17. San Isidro trabaj arduamente, no para s mismo, sino al servicio del prjimo.

b. No te has quejado a menudo de tu arduo trabajo? Recuerda, Dios mismo coloc la espada en tus manos; y no podemos sino soportar la carga del da y el calor, hasta que se acerca el gran da de descanso. Dios no gui a sus santos de una manera diferente al cielo. Por lo tanto, trabajemos alegremente para la gloria de Dios.

2. Piadosa industria.

a. Nuestro trabajo diario, cuando se hace con resignacin a la santa voluntad de Dios y con amor santo, es meritorio para el cielo. "El trabajo est bien pagado, ganamos por ello la gloria de la eternidad" - San Jernimo. San Isidro gan el cielo por su industria. Trabaj con una buena intencin, por el amor de Dios; y con gran diligencia, ante la presencia de Dios.

b. Al examinar nuestra conciencia, encontramos que muchas de nuestras obras no darn fruto para el cielo, porque solo el egosmo nos impuls a realizarlas; no fueron santificados al tener nuestros ojos espirituales vueltos hacia el cielo. Deja que sea de otra manera para el futuro. "Todo lo que hagas, hazlo de corazn, como del Seor, y no a los hombres, sabiendo que recibirs del Seor la recompensa de la herencia".

III. LOS SANTOS NGELES COMPROMETIDOS EN OBRAR

Nos recuerdan:

1. De la bendicin del cielo.

a. El maestro de Isidro vio frecuentemente a santos ngeles arando a su lado. Donde trabajan las manos anglicas, la bendicin divina seguramente vendr. La prosperidad aument manifiestamente bajo la administracin del Santo, para poder decirlr a su maestro en las palabras de Jacob, una vez que le habl a Labn: "T sabes cmo te he servido, y cun grande ha sido tu posesin en mis manos. Tuviste pero poco antes de llegar a ti, y ahora te has hecho rico; y Jehov te ha bendecido con mi venida". Gen. xxx, 29.

b. Dios est ansioso por bendecirte tambin, si no colocas ningn obstculo en su camino. Dios no enva a sus ngeles a las casas de los pendencieros, codiciosos, impos, etc. Leemos: "El inocente en manos, y limpio de corazn, recibir la bendicin del Seor". Salmo xxiii, 4. "El Seor no se queda en la casa de los impos, pero si en las habitaciones de los justos que sern bendecidas". Prov. iii, 33. Expulsa, pues, el pecado y el vicio de tu casa, y guarda los mandamientos divinos y los preceptos de la Iglesia.

2. De la interrelacin del santo ngel con los hombres.

a. Esta verdad est contenida en la fe cristiana. "Ha entregado a sus ngeles sobre ti, para que te guarden en todos tus caminos. En sus manos te sostendrn, an si tropiezas con tu pie en una piedra". Salmo. xc, 11. La Sagrada Escritura registra muchas instancias de esta relacin amorosa de los santos ngeles con los hombres.

b. Qu gran consuelo! Los ngeles nos rodean, los ngeles nos protegen, los ngeles nos ayudan en nuestro trabajo diario. "Son fieles, sabios, poderosos. Por qu deberamos temblar? Por lo tanto, sigmoslos y sujtese a ellos". San Bernardo. De manera especial, veneremos a nuestro ngel de la Guarda y, por su intercesin, obtendremos la abundancia de la bendicin celestial.




 
 
 

 
 

San Isidro el granjero y su esposa, Mara Torribia con los Santos ngeles de Joseph von Fhrich (1800-1876); circa 1830;
commons.wikimedia.org
 
 
 
 
 
 
 
 
22 de Marzo (Tradicional) / 15 de Mayo / 25 de Octubre - San Isidro, el agricultor (1070-1172), Confesor: la dignidad del trabajo y de una vida ordinaria


 
 

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en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios

  La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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OUR FATHER

Our Father, Who Art In Heaven
Hallowed Be Thy Name.
Thy Kingdom come,
Thy Will be done
On earth as it is in Heaven.
Give us this day our daily bread
And forgive us our trespasses
As we forgive those who trespass against us.
Liberate us from all temptation[*]
And deliver us from all evil. Amen



[*] Liberate us is in keeping with the original Latin text.
       God usually does not "lead us" to temptation
       (unless we are tested),
       but gives us the grace to overcome and/or resist it
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HAIL MARY

Hail Mary, full of grace
The Lord is with thee.
Blessed art though among women,
And blessed is the fruit
Of thy womb, Jesus.
 
Holy Mary, Mary of God
Pray for us sinners
Now, and in the hour
Of our death. Amen


 
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APOSTLE'S CREED
I believe in God, the Father Almighty
Creator of Heaven and earth;
And in Jesus Christ, His Only Son, our Lord;
Who was conceived by the
[work and grace of the] Holy Ghost,[*]
Born of the Virgin Mary,
Suffered under Pontius Pilate,
Was crucified, died and was buried.
He descended into the Dead.[**]
On the third day, He rose again;
He ascended into Heaven,
And sits at the right hand of God,
the Father Almighty.
From thence he shall come to judge
the living and the dead.
 
I believe in the Holy Ghost,[*]
The Holy Catholic Church,
The communion of saints,
The forgiveness of sins.
The resurrection of the body,
And life everlasting. Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
[**] the Dead: "inferi", the underworld or the dead in Latin.
X
GLORIA

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive
to the voice of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all her iniquities.

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive to the voice
of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all his iniquities.

V. Eternal rest give unto them, O Lord.
R. And let perpetual light shine upon them.
V. From the gate of hell.
R. Deliver their souls, O Lord.
V. May they rest in peace.
R. Amen.
V. O Lord, hear my prayer.
R. And let my cry come unto Thee.
V. The Lord be with you.
R. And with Thy Spirit.

(50 days indulgence to all who pray the De Profundis with V. and R.
"Requiem aeternam" (Eternal Rest) three times a day.
Pope Leo XIII, February 3, 1888)


Let us pray:
O God, the Creator and Redeemer of all
the faithful, we beseech Thee to grant
to the souls of Thy servants the remission
of their sins, so that by our prayers
they may obtain pardon for which they long.
O Lord, who lives and reigns,
world without end. Amen

May they rest in peace. Amen

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PADRE NUESTRO

Padre Nuestro,
que estas en los Cielos
Santificado sea Tu Nombre;
Venga a nosotros tu Reino;
Hgase Tu Voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
Perdona nuestras ofensas,
Como tambin nosotros
perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal. Amén
 
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AVE MARA

Dios te salve, Mara,
llena eres de gracia;
El Seor es Contigo;
Bendita T eres
entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jess.
 
Santa Mara,
Madre de Dios,
Ruega por nosotros
pecadores,
Ahora y en la hora
De nuestra muerte.
Amn
 
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CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo,
Su nico Hijo, Nuestro Seor,
Que fue concebido por obra
y gracia del Espritu Santo,
Naci de la Santa Mara Virgen;
Padeci bajo el poder de Poncio Pilato,
Fue crucificado, muerto y sepultado,
Descendi a los infiernos,
Al tercer da resucit de entre los muertos,
Subi a los cielos
Y est sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde all ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espritu Santo,
La Santa Iglesia Catlica,
La comunin de los santos,
El perdn de los pecados,
La resurreccin de la carne
Y la vida eterna. Amn
 
 
CERRAR
DE PROFUNDIS

Desde lo hondo a Ti grito, Seor; Seor,
escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos
a la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?
Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia.
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

X
GLORIA

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

CERRAR
DE PROFUNDIS y QUE DESCANSEN EN PAZ

Desde lo hondo a Ti grito, Seor;
Seor, escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos a
la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?

Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia,
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

V. Dadles, Seor, a todas las almas
el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas
vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amn.