San Ramn Nonato - Libranos de la esclavitud del pecado
"Sufran por el amor de Cristo y sean fortalecidos en la fe"
San Ramn Nonato, Confesor
de Padre Francis Xavier Weninger, 1876
Catalua era el pas natal de San Ramn quien, para el asombro de los mdicos, naci despus de la muerte de su madre. Tan pronto como tuvo la edad suficiente para comprender cun temprano haba llegado a ser hurfano, eligi a la Reina del Cielo como su madre, y en su ltimo da, no la llam por ningn otro nombre. Cuando haba estudiado durante algn tiempo con gran xito, su padre, temiendo que la juventud entrara en una Orden Religiosa, lo envi al pas para cuidar de una granja. Ramn obedeci, y encontr all tambin la oportunidad de servir a Dios. Se hizo muy aficionado a la soledad y por lo tanto eligi para su ocupacin el cuidado de las ovejas, a fin de ganar ms tiempo para la oracin y la meditacin.
Al pie de la montaa a la que conduce generalmente a su rebao, se encuentra una pequea ermita desierta, con una capilla, en la que se conserva un cuadro muy hermoso de la Santsima Virgen, que fue motivo de gran alegra para l. All pasaba varias horas al da, en ejercicios devotos. Otros pastores, que observaban esto, y a quienes la piedad de Ramno era un reproche de su propia negligencia, informaron a su padre que no haca otra cosa que orar, y por lo tanto descuidaba a su rebao. El padre lleg a convencerse del hecho, pero aunque encontr a su hijo rezando en la capilla, vio que el rebao era mientras tanto asistido por un joven de rara belleza de forma y caractersticas. Preguntndole a su hijo quin era este joven pastor, y por qu lo haba contratado, Ramn, el cual no saba que la Providencia haba hecho un milagro en su nombre, se arrodill ante su padre y le pidi perdn, prometiendo seriamente no comprometerse a fallar de nuevo.
La Madre Divina, de quien le rog la gracia de conocer su vocacin, se le apareci, diciendo que ella le deseaba tomar el hbito del recin establecido Orden para la redencin de los cautivos. Lo hizo, y fue enviado a Argel donde encontr a muchos cristianos en esclavitud, y como el dinero que haba trado para su rescate no era suficiente, se ofreci a s mismo como rehn para redimir a los otros. Fue inducido a ello por el peligro en que los prisioneros estaban perdiendo su fe y con ella la vida eterna. Esta gran y heroica caridad le dio ocasin de sufrir mucho por el bien de Cristo. Al principio fue tratado con dureza por sus amos, pero cuando comenzaron a temer que l muriera antes de ser pagado su rescate, le concedieron ms libertad, la cual el hombre santo slo us para la salvacin de los cristianos cautivos. Los fortaleci en su fe, y al mismo tiempo se esforz por convertir a los infieles.
"Sufran por el amor de Cristo y sean fortalecidos en la fe"
San Ramn Nonato, Confesor
de Padre Francis Xavier Weninger, 1876
Catalua era el pas natal de San Ramn quien, para el asombro de los mdicos, naci despus de la muerte de su madre. Tan pronto como tuvo la edad suficiente para comprender cun temprano haba llegado a ser hurfano, eligi a la Reina del Cielo como su madre, y en su ltimo da, no la llam por ningn otro nombre. Cuando haba estudiado durante algn tiempo con gran xito, su padre, temiendo que la juventud entrara en una Orden Religiosa, lo envi al pas para cuidar de una granja. Ramn obedeci, y encontr all tambin la oportunidad de servir a Dios. Se hizo muy aficionado a la soledad y por lo tanto eligi para su ocupacin el cuidado de las ovejas, a fin de ganar ms tiempo para la oracin y la meditacin.
Al pie de la montaa a la que conduce generalmente a su rebao, se encuentra una pequea ermita desierta, con una capilla, en la que se conserva un cuadro muy hermoso de la Santsima Virgen, que fue motivo de gran alegra para l. All pasaba varias horas al da, en ejercicios devotos. Otros pastores, que observaban esto, y a quienes la piedad de Ramno era un reproche de su propia negligencia, informaron a su padre que no haca otra cosa que orar, y por lo tanto descuidaba a su rebao. El padre lleg a convencerse del hecho, pero aunque encontr a su hijo rezando en la capilla, vio que el rebao era mientras tanto asistido por un joven de rara belleza de forma y caractersticas. Preguntndole a su hijo quin era este joven pastor, y por qu lo haba contratado, Ramn, el cual no saba que la Providencia haba hecho un milagro en su nombre, se arrodill ante su padre y le pidi perdn, prometiendo seriamente no comprometerse a fallar de nuevo.
La Madre Divina, de quien le rog la gracia de conocer su vocacin, se le apareci, diciendo que ella le deseaba tomar el hbito del recin establecido Orden para la redencin de los cautivos. Lo hizo, y fue enviado a Argel donde encontr a muchos cristianos en esclavitud, y como el dinero que haba trado para su rescate no era suficiente, se ofreci a s mismo como rehn para redimir a los otros. Fue inducido a ello por el peligro en que los prisioneros estaban perdiendo su fe y con ella la vida eterna. Esta gran y heroica caridad le dio ocasin de sufrir mucho por el bien de Cristo. Al principio fue tratado con dureza por sus amos, pero cuando comenzaron a temer que l muriera antes de ser pagado su rescate, le concedieron ms libertad, la cual el hombre santo slo us para la salvacin de los cristianos cautivos. Los fortaleci en su fe, y al mismo tiempo se esforz por convertir a los infieles.
Acusado de esto ante el juez, fue condenado a ser empalado vivo, y nada ms que la esperanza de un gran rescate impidi la ejecucin de esta sentencia brbara, y la convirti en un cruel bastinado. Ramn, que no deseaba nada ms fervientemente que morir por el amor de Cristo, no se dej intimidar por lo que haba sufrido, pero dondequiera que se ofreca una oportunidad, explicaba a los infieles la palabra de Dios. El Juez, informado de ello, orden que lo azotaran por todas las calles de la ciudad y luego lo llevaran al mercado, donde el verdugo, con un hierro candente, le perfor los labios, a travs del cual una pequea cadena Fue dibujada y cerrada con un candado, para que el hombre santo no pudiera usar su lengua para instruir a otros. Cada tres das se abra la cerradura, y reciba suficiente comida para evitar que muriera de hambre. Adems de esto, fue cargado de cadenas y echado en una mazmorra, donde permaneci ocho meses, hasta que lleg su rescate. Aunque el deseo del Santo era de permanecer entre los infieles, con lo cual l tendra la oportunidad de obtener la corona del martirio, la obediencia lo record en vez a su monasterio.
Cuando el Papa fue informado de todo lo que Ramn haba sufrido durante su cautiverio, lo nombr cardenal; Pero el humilde Santo regres a su convento y vivi como todos los dems hermanos de la Orden, sin hacer el menor cambio en su vestido, comida o morada, ni aceptando ningn honor que se le debiera como tan alto dignatario de la Iglesia. Gregorio IX deseaba tener a un hombre tan santo cerca de l y lo llam a Roma. El Santo obedeci y emprendi su viaje. Sin embargo, apenas haba llegado a Cardona, a menos de diez kilmetros de Barcelona, cuando fue incautado de una fiebre maligna, que pronto se volvi fatal. Dese ms fervientemente recibir los santos sacramentos, pero como el sacerdote que se llam para administrarlos tard en venir, Dios envi un ngel, que le trajo la comida divina. Despus de recibirlo, devolvi gracias a Dios por todas las gracias que haba recibido de l durante su vida, y entreg pacficamente su alma, en el ao 37 de su edad.
Despus de su muerte, los habitantes de Cardona, el clero de Barcelona y los religiosos de su orden, discutieron dnde se enterrara el cuerpo santo. Cada partido pensaba que tenan la mayor pretensin de poseer su tumba. Finalmente decidieron dejar la decisin a la Providencia. Colocaron el atad en el que reposaba el santo cuerpo sobre una mula ciega y determinaron que el tesoro sera depositado en el lugar done lo llevara este animal. La mula, acompaada de una multitud de gente, continu hasta llegar a la ermita y capilla donde el sagrado cardenal, como pastor, haba pasado tantas horas en oracin y haba recibido tantas gracias de Dios. All el Santo fue enterrado, y San Pedro Nolasco, con el tiempo, fund all un Convento, con una Iglesia en la que los santos restos todava se conservan y se honran enormementepor el pueblo de Catalua.
El rey, al da siguiente, con todos sus cortesanos, fue al templo. San Bartolom vino tambin, y le pidi al dolo Asteroth, en el Nombre de Jesucristo, que dijera quin era. El diablo comenz a lamentarse y a aullar, pero finalmente, forzado por el poder divino, confes que era uno de los espritus del infierno, que hasta entonces haba engaado al rey y al pueblo. Dijo adems que haba un solo Dios verdadero, quien era aquel a quien san Bartolom, su apstol, predic y ador. Todos los presentes se miraron y no saban qu pensar ni qu decir. El santo apstol orden entonces al diablo que abandonara los dolos y los destruyera a todos, sin excepcin, por toda la ciudad. El diablo obedeci, y los dolos de la ciudad cayeron de sus altares y fueron despedazados. Esto bast para convencer al rey de que San Bartolom era un proclamador de la verdad y, despus de ser instruido en la fe cristiana, l y su esposa e hijos fueron bautizados. El ejemplo del rey fue seguido por toda la corte y por la mayora de los habitantes de la capital y, no mucho despus las doce principales ciudades del estado se convirtieron al cristianismo. Para preservar a un nmero tan grande de fieles en la iglesia, San Bartolom orden a muchos sacerdotes, y los nombr para hacerse cargo de los nuevos conversos.
Esta victoria gloriosa del Evangelio dej slo a los sacerdotes idlatras obstinados en su error y como, despus de la cada de sus dolos, fueron despreciados y ridiculizados, pensaron en medios para vengarse del Santo Apstol. Y cuando muchos planes haban fracasado, volvieron sus ojos a Astyages, hermano del rey Polimio, que reinaba sobre la otra parte de Armenia, y acus a San Bartolom ante l como enemigo y perturbador de la tierra, que incluso haba logrado seducir el rey y toda la corte, y que tena la intencin de exterminar por completo el antiguo culto de los dioses. Astyages, en cuya dbil mente la idolatra haba tomado races profundas, resolvi vengar el mal que se haba hecho a los dioses. Llam al santo Apstol a su corte con el pretexto de escuchar sus instrucciones. No obstante, cuando el hombre santo apareci, el tirano le amenaz con los ms crueles tormentos y la muerte ms terrible, si no sacrificaba inmediatamente a los dioses.
San Bartolom trat de convencerlo de la nada de sus dioses, pero el tirano no escuch, y orden a los verdugos que se apoderaran del Santo y le arrancaran la piel de todo su cuerpo, y as lo mataron lentamente. La orden fue ejecutada, y el Santo Apstol fue desollado, vivo. Durante esta inhumana tortura el Santo dej de no alabar a Dios y proclamar la verdadera fe. Dios preserv su vida milagrosamente hasta que la piel fue arrancada de todo su cuerpo, y como l todava continu declarando al verdadero Dios, el tirano lo hizo decapitar. El Todopoderoso, sin embargo, castig visiblemente al rey y a los sacerdotes idlatras, quines haban instigado esta terrible crueldad. Todos ellos se hicieron posedos del Maligno, y despus de haber sido atormentados por l durante treinta das, fueron estrangulados. El cuerpo santo del mrtir fue colocado por los cristianos en un atad de plomo, y fue enterrado con todos los honores debidos. Con el paso del tiempo, los paganos arrojaron al mar el atad de plomo con las reliquias de San Bartolom. Las olas la apoyaron milagrosamente y la llevaron a la isla de Lipari, cuyos habitantes cristianos recibieron el depsito sagrado con alegra, y lo colocaron en una iglesia erigida para el propsito. De ah que este tesoro sagrado fue trado a Benevento, y finalmente, en el reinado de Oto II, fue transportado a Roma, donde se guarda hasta hoy con un gran honor.
CONSIDERACIONES PRCTICAS
I. San Ramn instruy a los fieles y a los infieles; y, para evitar que lo hiciera, sus enemigos le cerraron la boca con una gran barbaridad con una cerradura. Oh! Cunto ms justo sera si se le suspendiera tal candado de la boca, que se abre con tanta frecuencia para mentir, maldecir, blasfemar, pelear, calumniar, hacer discursos impuros, cantar canciones impuras y hablar frivolamente en las iglesias. Pero cranme, si su boca no es castigada en este mundo, seguramente sufrir en el siguiente, y como la boca de San Ramn, que us tan noblemente y en la que sufri tan cruelmente, ser especialmente recompensada en la morada de los ngeles; as tambin tu malvada boca ser castigada especialmente en la morada de los espritus malignos. San Gregorio cree que el hombre rico sufre dolores especiales en su lengua, porque lo utiliz en la mesa para discursos indecentes, como es todava hoy el hbito de muchos. El mismo castigo espera tu lengua, tu boca pecaminosa; y, si deseas escapar de ella, tn cuidado de cmo usarla. Poned el temor de Dios como guardia sobre ella, para que no pronuncie una palabra ofensiva al Altsimo. "Esconda en tus odos con espinas, no oigas lengua malvada, y haz puertas y barrotes a tu boca". (Eccles. xxviii.)
II. San Ramn, al final de sus das, dio ferviente agradecimiento al Todopoderoso por todos los favores que se le otorgaron, y as termin su vida llena de consuelo celestial. Dar gracias a Dios es un deber que debemos realizar cada maana y cada tarde; Porque no hay da, no pasa la noche en la que no participamos de la generosidad del Seor. T agradeces a los hombres que te otorgan bondad; Por qu no agradeces a Dios que te ha abrumado con favores, y todava te los da a diario? No te olvides de tu deber, sino que lo atiendas todos los das. Dale gracias tambin a l al final de cada mes, en consideracin de tantos beneficios que has recibido de l y por los cuales ni siquiera so lo has pedido. A quin has de agradecer que no murieras durante las ltimas cuatro semanas? Que no has sido condenado a las llamas eternas, como a tantos que han sido expulsados? De dnde viene que fuiste preservado de los peligros y las desgracias que tuvieron tantos otros? Que el tiempo y la oportunidad se les deja para elaborar su salvacin, mientras que los miles ya no los poseen?
Ciertamente, estos son todos los beneficios del Todopoderoso que tu mereces mucho menos que muchos otros. No es slo que debes dar fervientes gracias a Dios al final de cada mes? Pero est tu alma en tal condicin que puedas terminar este mes o cerrar tu vida, tan pacficamente como San Ramn? Ah! Si hubieses vivido como l, si hubieras practicado constantemente buenas obras, y hubieses soportado la adversidad con su paciencia, seras consolado ahora, as como al final de tus das. Como, sin embargo, no es as, arrepintete de tu maldad e indolencia con todo tu corazn, y ora humildemente por la gracia para hacer un mejor uso del prximo mes. Trata de expiar, durante el mismo, por tu negligencia pasada, para que, un da, no suspires intilmente: "He tenido meses vacos". (Job, viii.) "Quin me conceder que yo sea, segn los meses pasados?" (Trabajo xxix.)
CONSIDERACIONES PRCTICAS
I. San Ramn instruy a los fieles y a los infieles; y, para evitar que lo hiciera, sus enemigos le cerraron la boca con una gran barbaridad con una cerradura. Oh! Cunto ms justo sera si se le suspendiera tal candado de la boca, que se abre con tanta frecuencia para mentir, maldecir, blasfemar, pelear, calumniar, hacer discursos impuros, cantar canciones impuras y hablar frivolamente en las iglesias. Pero cranme, si su boca no es castigada en este mundo, seguramente sufrir en el siguiente, y como la boca de San Ramn, que us tan noblemente y en la que sufri tan cruelmente, ser especialmente recompensada en la morada de los ngeles; as tambin tu malvada boca ser castigada especialmente en la morada de los espritus malignos. San Gregorio cree que el hombre rico sufre dolores especiales en su lengua, porque lo utiliz en la mesa para discursos indecentes, como es todava hoy el hbito de muchos. El mismo castigo espera tu lengua, tu boca pecaminosa; y, si deseas escapar de ella, tn cuidado de cmo usarla. Poned el temor de Dios como guardia sobre ella, para que no pronuncie una palabra ofensiva al Altsimo. "Esconda en tus odos con espinas, no oigas lengua malvada, y haz puertas y barrotes a tu boca". (Eccles. xxviii.)
II. San Ramn, al final de sus das, dio ferviente agradecimiento al Todopoderoso por todos los favores que se le otorgaron, y as termin su vida llena de consuelo celestial. Dar gracias a Dios es un deber que debemos realizar cada maana y cada tarde; Porque no hay da, no pasa la noche en la que no participamos de la generosidad del Seor. T agradeces a los hombres que te otorgan bondad; Por qu no agradeces a Dios que te ha abrumado con favores, y todava te los da a diario? No te olvides de tu deber, sino que lo atiendas todos los das. Dale gracias tambin a l al final de cada mes, en consideracin de tantos beneficios que has recibido de l y por los cuales ni siquiera so lo has pedido. A quin has de agradecer que no murieras durante las ltimas cuatro semanas? Que no has sido condenado a las llamas eternas, como a tantos que han sido expulsados? De dnde viene que fuiste preservado de los peligros y las desgracias que tuvieron tantos otros? Que el tiempo y la oportunidad se les deja para elaborar su salvacin, mientras que los miles ya no los poseen?
Ciertamente, estos son todos los beneficios del Todopoderoso que tu mereces mucho menos que muchos otros. No es slo que debes dar fervientes gracias a Dios al final de cada mes? Pero est tu alma en tal condicin que puedas terminar este mes o cerrar tu vida, tan pacficamente como San Ramn? Ah! Si hubieses vivido como l, si hubieras practicado constantemente buenas obras, y hubieses soportado la adversidad con su paciencia, seras consolado ahora, as como al final de tus das. Como, sin embargo, no es as, arrepintete de tu maldad e indolencia con todo tu corazn, y ora humildemente por la gracia para hacer un mejor uso del prximo mes. Trata de expiar, durante el mismo, por tu negligencia pasada, para que, un da, no suspires intilmente: "He tenido meses vacos". (Job, viii.) "Quin me conceder que yo sea, segn los meses pasados?" (Trabajo xxix.)
Agosto 31 - San Ramn Nonato (1204-1240) - Libranos de la esclavitud del pecado - Confesor y miembro de la Orden de Nuestra Seora del Rescate
Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios
La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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