Las inmensas bendiciones otorgadas por la misericordia divina sobre el pueblo cristiano le dan una dignidad inestimable. No hay, ni ha existido nunca, una nacin tan grande que tenga dioses tan cercanos como nuestro Dios que est presente para nosotros. Y este Cuerpo que l tom de nosotros, l nos di completamente para nuestra salvacin.

Es porque l ofreci Su propio Cuerpo a Dios el Padre sobre el Altar de la Cruz como una vctima para nuestra reconciliacin, y l derram Su Propia Sangre tanto para redimirnos como para purificarnos, para que nosotros, habiendo sido comprados de una miserable esclavitud, pudiramos ser lavados de todos nuestros pecados.

Y entonces, para que el recuerdo de tal gran beneficio permanezca en nosotros, l dej Su Cuerpo para ser nuestra Alimento y Su Sangre para ser nuestra Bebida, para que los fieles los reciban bajo la Especie de pan y vino.

Oh precioso y maravilloso banquete, proveedor de salud y lleno de toda dulzura!

Qu podra ser ms precioso que este banquete en el cual ya - no como bajo la ley la carne de terneros y cabras se come, sino Cristo el Dios verdadero es puesto delante de nosotros para que podamos recibirlo?

Qu podra ser ms maravilloso que este Sacramento, en el que el pan y el vino se transforman sustancialmente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo?

Y por lo tanto Cristo, perfecto Dios y Hombre, est contenido bajo la apariencia de un poco de pan y vino. l es comido por los fieles pero no desgarrado; Cuando el Sacramento est dividido, permanece entero en cada partcula.

Los accidentes subsisten sin sujeto, para que haya espacio para la fe, cuando recibamos visiblemente aquello que es invisible y oculto bajo una apariencia no propia. As, los sentidos se mantienen libres del engao, porque juzgan de los accidentes conocidos por ellos.

De todos los sacramentos ninguno es ms saludable, porque por l se lavan los pecados, las virtudes se aumentan, y el alma se alimenta con una abundancia de todos los dones espirituales.

Se ofrece en la Iglesia para los vivos y para los muertos, para que todos se beneficien de lo que fue instituido para la salvacin de todos.

Por ltimo, no hay palabras suficientes para describir la dulzura de este Sacramento, en la cual los deleites espirituales son probados en su misma fuente y la caridad excesiva de Cristo en Su Pasin es llamada a la mente.

Fue para impresionar ms profundamente en las mentes de los fieles la extensin ilimitada de Su Caridad que, cuando haba guardado la Pascua con Sus discpulos y estaba a punto de apartarse de este mundo a Su Padre, Cristo instituy este Sacramento como un Memoria Perpetua de Su Pasin, el cumplimiento de las figuras antiguas, el ms grande de todos Sus milagros. A los que se afligan por su ausencia deba ser un consuelo especial.

 
Anima Christi

Alma de Cristo, santificadme.
Cuerpo de Cristo, slvame.
Sangre de Cristo, embriagueme.
Agua del lado de Cristo, lvame.
La pasin de Cristo, fortalecedme
Oh, buen Jess, escchame.
Escndeme dentro de Tus heridas.
Nunca me permita ser separado de Ti.
Del enemigo maligno, defindeme.
A la hora de mi muerte, llmame.
Y pdame que venga a Ti,
Que con tus santos,
Te alabar por los siglos de los siglos.
Amn