Domingo de Albis - Jess se aparece a los apstoles y Santo Toms
Cmo se apareci Cristo a los apstoles y santo Toms
por el padre Alonso de Andrade, 1878 - Meditaciones diarias sobre los misterios de nuestra santa fe, sobre la vida de Cristo y de los santos, segunda parte,
Basado en el Evangelio de San Juan, Captulo 20
Primer Punto. Considera cmo, segun lo dicho por el evangelista san Juan, cuando Cristo visit a sus apstoles en el Cenculo, santo Toms no estaba con ellos y por eso no disfrut de la gloria de Su resurreccin, y de cmo Cristo, aunque podra haberse aparecido a l por separado, no lo hara, mostrndonos cmo a menudo no participamos en Sus consolaciones y misericordias porque no frecuentamos la sociedad de aquellos a quienes l se los comunica. De donde deberas extraer una disposicin y resolucin firme para evitar todo lo que puedas, toda singularidad, y seguir el camino ordinario con otros en ejercicios de religin, y en aquellas cosas que pertenecen al servicio de Dios, para que no te prives. Dad las gracias que l quien se comunica a los dems.
Segundo Punto. Considera la incredulidad que vino sobre el alma de Santo Toms, que no pudo ser superada por la Santsima Virgen, ni por los apstoles, ni por todos los discpulos, quienes, como testigos oculares, testificaron que haban visto a Cristo resucitado y glorioso; Dios lo permite por la mayor certeza de nuestra fe en Su resurreccin y por el bien de nuestras almas. De lo que deberas derivar, por un lado, es un gran temor, causado por el conocimiento de tu debilidad, de caer en un pecado similar; porque si un apstol tan santo cay, cunto ms fcilmente caers en pecados mayores? Y, por otro lado, la sumisin de tu juicio a la de Dios, que permite tales cadas para prevenir males mayores y para extraer de ellos un gran bien, como sucedi con Santo Toms.
Tercer Punto. Considera cmo esa congregacin santa, afligida por la incredulidad de Santo Toms, podra recurrir a la oracin, y suplicara al Seor tiernamente en su nombre; en su oracin Cristo vino y se coloc en medio de ellos, y le habl a Santo Toms, llamndolo y mostrndole sus heridas, para que las vea y toque y, por esa experiencia, sea desengaado y sacado de su ignorancia y error. Oh, Jess muy benigno! O cuidadoso Pastor! Cun evidente es el amor que nos das, ya que por una sola oveja vuelves a abrir tus heridas para protegerla y curarla con la mirra y el blsamo ms dulce de Tu Preciossima Sangre! Detenganse un momento en este pensamiento, y reflexionen para el beneficio de su alma: cun importante es asociarse con el bien, y de qu valor son sus oraciones, ya que las de los apstoles del Seor fueron de gran utilidad para Santo Toms y, cmo Dios les pag por su caridad hacia l al volver a visitarlos y compartir con ellos Su gloria. Porque, aunque podra haberse presentado solo a San Toms, como lo hizo con San Pedro y Magdalena, no lo hara salvo en compaa de todos, para darles una segunda participacin en la gloria de Su resurreccin. Deriva de ah un vivo deseo de cuidar a Su rebao, quienes son aquellos comprometidos con usted por Dios, trabajando para cada uno con la misma seriedad para todos, de acuerdo con el ejemplo de Cristo, y una firme confianza en Su compasin, viendo cun grande fue lo que l le exhibi a Santo Toms. Pdele a l que te busque y te ponga dentro de Sus Llagas, donde estars a salvo y protegido de todos tus enemigos.
Cuarto Punto. Considera atentamente lo que le sucedi a Santo Toms; mira con qu confusin debe haber estado ante todos los apstoles en presencia del Redentor; cmo debe haberse arrojado con vergenza a sus pies, llorando por su incredulidad y suplicando perdn. Reflexiona sobre cmo la Santsima Virgen y toda esa santa compaa deben haber orado por l, con qu benignidad y amor el Salvador lo levantar, dicindole que ponga su dedo en las Llagas de Sus Manos, Pies y Lado. Para eso fue dispuesto a morir nuevamente por su bien solo. Escucha cmo Santo Toms lo confiesa por su Seor y su Dios; y rumin sobre la frase con la que Cristo concluy esta visita, despidiendose diciendo: "Porque me has visto a m, Toms, has credo; benditos son los que me vieron y han credo"; de donde deberas aprender el mrito de la fe, no solo en la Resurreccin, sino en todos los Misterios de la vida y la muerte del Redentor. Dale gracias por haberte dado luz para conocerlo y confesarlo, y suplicar Su gracia para perseverar en su fe, y para atraer a todos a su conocimiento y servicio, anhelando que todos los que son o habrn de nacer en el mundo puedan saber, alabar, confesar y creer en El.
archive.org
Cmo se apareci Cristo a los apstoles y santo Toms
por el padre Alonso de Andrade, 1878 - Meditaciones diarias sobre los misterios de nuestra santa fe, sobre la vida de Cristo y de los santos, segunda parte,
Basado en el Evangelio de San Juan, Captulo 20
Primer Punto. Considera cmo, segun lo dicho por el evangelista san Juan, cuando Cristo visit a sus apstoles en el Cenculo, santo Toms no estaba con ellos y por eso no disfrut de la gloria de Su resurreccin, y de cmo Cristo, aunque podra haberse aparecido a l por separado, no lo hara, mostrndonos cmo a menudo no participamos en Sus consolaciones y misericordias porque no frecuentamos la sociedad de aquellos a quienes l se los comunica. De donde deberas extraer una disposicin y resolucin firme para evitar todo lo que puedas, toda singularidad, y seguir el camino ordinario con otros en ejercicios de religin, y en aquellas cosas que pertenecen al servicio de Dios, para que no te prives. Dad las gracias que l quien se comunica a los dems.
Segundo Punto. Considera la incredulidad que vino sobre el alma de Santo Toms, que no pudo ser superada por la Santsima Virgen, ni por los apstoles, ni por todos los discpulos, quienes, como testigos oculares, testificaron que haban visto a Cristo resucitado y glorioso; Dios lo permite por la mayor certeza de nuestra fe en Su resurreccin y por el bien de nuestras almas. De lo que deberas derivar, por un lado, es un gran temor, causado por el conocimiento de tu debilidad, de caer en un pecado similar; porque si un apstol tan santo cay, cunto ms fcilmente caers en pecados mayores? Y, por otro lado, la sumisin de tu juicio a la de Dios, que permite tales cadas para prevenir males mayores y para extraer de ellos un gran bien, como sucedi con Santo Toms.
Tercer Punto. Considera cmo esa congregacin santa, afligida por la incredulidad de Santo Toms, podra recurrir a la oracin, y suplicara al Seor tiernamente en su nombre; en su oracin Cristo vino y se coloc en medio de ellos, y le habl a Santo Toms, llamndolo y mostrndole sus heridas, para que las vea y toque y, por esa experiencia, sea desengaado y sacado de su ignorancia y error. Oh, Jess muy benigno! O cuidadoso Pastor! Cun evidente es el amor que nos das, ya que por una sola oveja vuelves a abrir tus heridas para protegerla y curarla con la mirra y el blsamo ms dulce de Tu Preciossima Sangre! Detenganse un momento en este pensamiento, y reflexionen para el beneficio de su alma: cun importante es asociarse con el bien, y de qu valor son sus oraciones, ya que las de los apstoles del Seor fueron de gran utilidad para Santo Toms y, cmo Dios les pag por su caridad hacia l al volver a visitarlos y compartir con ellos Su gloria. Porque, aunque podra haberse presentado solo a San Toms, como lo hizo con San Pedro y Magdalena, no lo hara salvo en compaa de todos, para darles una segunda participacin en la gloria de Su resurreccin. Deriva de ah un vivo deseo de cuidar a Su rebao, quienes son aquellos comprometidos con usted por Dios, trabajando para cada uno con la misma seriedad para todos, de acuerdo con el ejemplo de Cristo, y una firme confianza en Su compasin, viendo cun grande fue lo que l le exhibi a Santo Toms. Pdele a l que te busque y te ponga dentro de Sus Llagas, donde estars a salvo y protegido de todos tus enemigos.
Cuarto Punto. Considera atentamente lo que le sucedi a Santo Toms; mira con qu confusin debe haber estado ante todos los apstoles en presencia del Redentor; cmo debe haberse arrojado con vergenza a sus pies, llorando por su incredulidad y suplicando perdn. Reflexiona sobre cmo la Santsima Virgen y toda esa santa compaa deben haber orado por l, con qu benignidad y amor el Salvador lo levantar, dicindole que ponga su dedo en las Llagas de Sus Manos, Pies y Lado. Para eso fue dispuesto a morir nuevamente por su bien solo. Escucha cmo Santo Toms lo confiesa por su Seor y su Dios; y rumin sobre la frase con la que Cristo concluy esta visita, despidiendose diciendo: "Porque me has visto a m, Toms, has credo; benditos son los que me vieron y han credo"; de donde deberas aprender el mrito de la fe, no solo en la Resurreccin, sino en todos los Misterios de la vida y la muerte del Redentor. Dale gracias por haberte dado luz para conocerlo y confesarlo, y suplicar Su gracia para perseverar en su fe, y para atraer a todos a su conocimiento y servicio, anhelando que todos los que son o habrn de nacer en el mundo puedan saber, alabar, confesar y creer en El.
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