Primer Punto. Contempla hoy, Viernes de la Pasin, a Cristo nuestro Seor resucitado y glorioso, con las seales de Su Pasin, cada una mas resplandecente que el Sol; y mira la gloria que le di Su Eterno Padre por lo que padeci por los hombres y que, aunque pudo resucitar sin aquellas seales, como resucit sin las de los azotes y espinas y las que hicieron en su Divino Rostro las bofetadas que le dieron, quiso dejar las de los clavos y de la espada, porque eran seales de Su Cruz: por la cual, y en la cual consum nuestra redencin; de lo cual haz de sacar un grande aliento y consuelo en tus penas, y fatigas, acordndote que son prendas de la gloria, y medio para alcanzarla, y que dentro de pocos das te han de conducir al descanso eterno, en el cual haz de gozar en la bienaventuranza eterna.

Segundo Punto. Considera las causas porque Cristo reserv las Llagas de Su Pasin en Su Sagrado Cuerpo, despues de Su Resurreccin, de las cuales fueron buenas para despertar nuestra memoria, y refrescar la de Su Pasin en nosotros, y darnos a entender que, as como dice San Juan en su Apocalipsis, que en el Cielo cantarn los ngeles, y los Bienaventurados cantarn cnticos de Su Pasin; as en la tierra los deben cantar Sus escogidos, teniendola siempre presente, meditantola y contemplandola, porque no hay cosa mas gustosa para el Seor; pdele a Dios gracia para meditarla como debes, con la ternura y agradecimiento a tn grande merced, que tienes obligacin.

Tercer Punto. Considera otra razn que trae San Bernardo, y es para interceder por los hombres delante del Eterno Padre, mostrandole Sus llagas abiertas, y pidiendole por ellas el perdn de tus culpas, y que les haga buenas gracias y mercedes. Oh Seor, que gracias te dar por el amor que me tienes, pues no una, sino tantas veces quisiste abrir las llagas de Tu Sagrado Cuerpo por mi! Oh alma ma, mira que Abogado tienes delante de la presencia de Dios, y la escritura firmada por Su Sangre, que presenta en Su Tribunal por ti; ora con l, y ofrece aquellas llagas preciosissimas, en satisfaccin de tus pecados, y pdele al Eterno Padre por ellas, que te haga nuevas mercedes, ya que su valor es infinito; por mucho que pidas, y recibas, valen ms, y pide para ti, y para toda la Iglesia abundancia de bienes celestiales, y suple con su valor el que falta a tus obras.

Quarto Punto. Considera lo que dice San Pablo, que traa en su cuerpo escupidas las llagas de Cristo, y por la mortificatin y penitencia haciendole una imagen suya, ya por lo que se honraba de ellas, preciandose de la ignominia de Cristo, mas que de todas las honras del mundo; ya por la agradecida memoria que tena siempre de tan sealado beneficio, de lo cual tengo que mirarme siempre en el espjo del Redentor para transformarme en l, y hacer mi cuerpo una estampa suya, por la mortificacin y penitencia, y honrarme de Sus ignominias, como l se honr de padecerlas por mi, y animarme con Su ejemplo a padecer de la Cruz y muerte, si fuere necesario, por Su servicio.


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