San Sebastin - Atestiguando fielmente a Cristo
Atestiguando fielmente a Cristo
Del comentario sobre el Salmo 118, de San Ambrosio, Obispo
(Cap. 20:43-45, 48: CSEL 62, 466-368)
(Cap. 20:43-45, 48: CSEL 62, 466-368)
Hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. Muchas son las persecuciones, muchas las pruebas; por tanto, muchas sern las coronas, ya que muchos son los combates. Te es beneficioso el que haya muchos perseguidores, ya que entre esta gran variedad de persecuciones hallars ms fcilmente el modo de ser coronado.
Pongamos como ejemplo al mrtir san Sebastin, cuyo da natalicio celebramos hoy.
Este santo naci en Miln. Quiz ya se haba marchado de all el perseguidor, o no haba llegado an a aquella regin, o la persecucin era ms leve. El caso es que Sebastin vio que all el combate era inexistente o muy tenue.
March, pues, a Roma, donde recrudeca la persecucin por causa de la fe; all sufri el martirio, all recibi la corona consiguiente. De este modo, all, donde haba llegado como transente, estableci el domicilio de la eternidad permanente. Si slo hubiese habido un perseguidor, ciertamente este mrtir no hubiese sido coronado.
Pero, adems de los perseguidores que se ven, hay otros que no se ven, peores y mucho ms numerosos.
Del mismo modo que un solo perseguidor, el emperador, enviaba a muchos sus decretos de persecucin y haba as diversos perseguidores en cada una de las ciudades y provincias, as tambin el diablo se sirve de muchos ministros suyos que provocan persecuciones, no slo exteriores, sino tambin interiores, en el alma de cada uno.
Acerca de estas persecuciones, dice la Escritura: Todo el que se proponga vivir piadosamente en Cristo Jess ser perseguido. Se refiere a todos, a nadie excepta. Quin podra considerarse exceptuado, si el mismo Seor soport la prueba de la persecucin?
Cuntos son los que practican cada da este martirio oculto y confiesan al Seor Jess! Tambin el Apstol sabe de este martirio y de este testimonio fiel de Cristo, pues dice: Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia.
intcathl.blogspot.comt
(Inteligencia Catlica)
Salmo 118, Versos 145-152 (QF)
Promesa de observar la ley de Dios 1
Te invoco de todo corazn:
respndeme, Seor, y guardar Tus leyes;
A Ti grito: slvame,
y cumplir Tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando Tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando Tu promesa;
escucha mi voz por Tu misericordia;
con Tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
estn lejos de Tu voluntad.
Tu Seor, ests cerca,
y todos Tus mandatos son estables;
hace tiempo comprend que Tus preceptos
los fundaste para siempre.
_______________________________________________
1La Biblia de Jerusaln da a este salmo, el ms largo del
Salterio y del que la Liturgia toma aqu nicamente los versos 145 a 152, el ttulo de
El Elogio de la Ley Divina. Los ocho versos dobles de cada estrofa
comienzan por una de las 22 letras del alfabeto Hebreo, y cada uno de ellos,
con la nica excepcin del verso 122, contiene uno de los trminos que
designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa,
palabra, juicio, camino. La palabra Ley y sus sinnimos han de ser tomados
en el sentido ms amplio de enseanza revelada, tal como la han transmitido los profetas.
Este salmo canta las excelencias de la Divina Ley, respondiendo a los
escpticos que vivan al margen de Ella. La Ley es el reflejo de la
Voluntad Divina, y por eso debe ser objeto de constante meditacin.
El estilo es sapiencial. Se exalta la Ley en todas sus facetas.
1La Biblia de Jerusaln da a este salmo, mel ms largo del
Salterio y del que la Liturgia toma aqu nicamente los versos 145 a 152, el ttulo de
El Elogio de la Ley Divina Los ocho versos dobles de cada estrofa
comienzan por una de las 22 letras del alhabeto Hebreo, y cada uno de ellos,
con la nica excepcin del verso 122, contiene uno de los trminos que
designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa,
palabra, juicio, camino. La palabra Ley y sus sinnimos han de ser tomados
en el sentido m amplio de enseanza revelada, tal como la han transmitido los profetas.
Este salmo canta las excelencias de la Divina Ley. respondiendo a los
escpticos que vivan al margen de Ella. La Ley es el reflejo de la
Voluntad Divina, y por eso debe ser objeto de constante meditacin.
El estilo es sapiencial. Se exalta la Ley tn todas sus facetas.
franciscanos.org
(Directorio Franciscano)
Atestiguando fielmente a Cristo
Del comentario sobre el Salmo 118, de San Ambrosio, Obispo
(Cap. 20:43-45, 48: CSEL 62, 466-368)
(Cap. 20:43-45, 48: CSEL 62, 466-368)
Hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. Muchas son las persecuciones, muchas las pruebas; por tanto, muchas sern las coronas, ya que muchos son los combates. Te es beneficioso el que haya muchos perseguidores, ya que entre esta gran variedad de persecuciones hallars ms fcilmente el modo de ser coronado.
Pongamos como ejemplo al mrtir san Sebastin, cuyo da natalicio celebramos hoy.
Este santo naci en Miln. Quiz ya se haba marchado de all el perseguidor, o no haba llegado an a aquella regin, o la persecucin era ms leve. El caso es que Sebastin vio que all el combate era inexistente o muy tenue.
March, pues, a Roma, donde recrudeca la persecucin por causa de la fe; all sufri el martirio, all recibi la corona consiguiente. De este modo, all, donde haba llegado como transente, estableci el domicilio de la eternidad permanente. Si slo hubiese habido un perseguidor, ciertamente este mrtir no hubiese sido coronado.
Pero, adems de los perseguidores que se ven, hay otros que no se ven, peores y mucho ms numerosos.
Del mismo modo que un solo perseguidor, el emperador, enviaba a muchos sus decretos de persecucin y haba as diversos perseguidores en cada una de las ciudades y provincias, as tambin el diablo se sirve de muchos ministros suyos que provocan persecuciones, no slo exteriores, sino tambin interiores, en el alma de cada uno.
Acerca de estas persecuciones, dice la Escritura: Todo el que se proponga vivir piadosamente en Cristo Jess ser perseguido. Se refiere a todos, a nadie excepta. Quin podra considerarse exceptuado, si el mismo Seor soport la prueba de la persecucin?
Cuntos son los que practican cada da este martirio oculto y confiesan al Seor Jess! Tambin el Apstol sabe de este martirio y de este testimonio fiel de Cristo, pues dice: Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia.
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(Inteligencia Catlica)
Salmo 118, Versos 145-152 (QF)
Promesa de observar la ley de Dios 1
Te invoco de todo corazn:
respndeme, Seor, y guardar Tus leyes;
A Ti grito: slvame,
y cumplir Tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando Tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando Tu promesa;
escucha mi voz por Tu misericordia;
con Tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
estn lejos de Tu voluntad.
Tu Seor, ests cerca,
y todos Tus mandatos son estables;
hace tiempo comprend que Tus preceptos
los fundaste para siempre.
_______________________________________________
1La Biblia de Jerusaln da a este salmo, el ms largo del
Salterio y del que la Liturgia toma aqu nicamente los versos 145 a 152, el ttulo de
El Elogio de la Ley Divina. Los ocho versos dobles de cada estrofa
comienzan por una de las 22 letras del alfabeto Hebreo, y cada uno de ellos,
con la nica excepcin del verso 122, contiene uno de los trminos que
designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa,
palabra, juicio, camino. La palabra Ley y sus sinnimos han de ser tomados
en el sentido ms amplio de enseanza revelada, tal como la han transmitido los profetas.
Este salmo canta las excelencias de la Divina Ley, respondiendo a los
escpticos que vivan al margen de Ella. La Ley es el reflejo de la
Voluntad Divina, y por eso debe ser objeto de constante meditacin.
El estilo es sapiencial. Se exalta la Ley en todas sus facetas.
1La Biblia de Jerusaln da a este salmo, mel ms largo del
Salterio y del que la Liturgia toma aqu nicamente los versos 145 a 152, el ttulo de
El Elogio de la Ley Divina Los ocho versos dobles de cada estrofa
comienzan por una de las 22 letras del alhabeto Hebreo, y cada uno de ellos,
con la nica excepcin del verso 122, contiene uno de los trminos que
designan la Ley: dictamen, ordenanza, precepto, mandamiento, promesa,
palabra, juicio, camino. La palabra Ley y sus sinnimos han de ser tomados
en el sentido m amplio de enseanza revelada, tal como la han transmitido los profetas.
Este salmo canta las excelencias de la Divina Ley. respondiendo a los
escpticos que vivan al margen de Ella. La Ley es el reflejo de la
Voluntad Divina, y por eso debe ser objeto de constante meditacin.
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20 de Enero - San Sebastin (256-287) - Atestiguando fielmente a Cristo - del comentario sobre el salmo 118 (Cap. 20,43-45.48: CSEL 62,466-468), de San Ambrosio (337-397), Obispo
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