Jess acostado sobre la Paja
Jess acostado sobre la Paja
de la obra La Encarnacin, Nacimiento e Infancia de Jess por San Alfonso Maria de Ligorio
Jess nace en el establo de Beln. Su pobre madre no tiene ni lana ni guata para hacer una cama para el tierno infante. Entonces, qu hace? Rene un puado de paja en el pesebre y lo pone all para que se acueste. Y ella lo puso en el pesebre?
Pero, oh Dios mo, qu duro y doloroso es este lecho para un recin nacido! Los miembros de un nio son tan delicados, y especialmente los miembros de Jess, que fueron formados por el Espritu Santo con una delicadeza especial, a fin de que sean ms sensibles al sufrimiento: Un cuerpo que has adaptado para mi?
Por lo tanto, la dureza de tal cama debi causarle dolor excesivo, dolor y vergenza; Porque qu nio, ni siquiera de los ms bajos del pueblo, se pone sobre la paja en cuanto nace? La paja es slo una cama apta para las bestias; Y sin embargo el Hijo de Dios no tena otro en la tierra que un lecho de paja miserable!
San Francisco de Ass escuch un da, sentado a la mesa, estas palabras del Evangelio: Y lo puso en el pesebre; Y exclam: "Qu? Mi Seor fue puesto sobre la paja, y voy a seguir sentado?" Y as se levant de su asiento, se tir al suelo, y all termin su escasa comida, mezclndola con lgrimas de ternura mientras contemplaba los sufrimientos que el Nio Jess soportaba mientras estaba en la paja.
Pero por qu Mara, que haba deseado tan ardientemente el nacimiento de este Hijo, por qu ella, que tanto le amaba, le permita acostarse y sufrir en esta cama dura, en lugar de mantenerlo en sus brazos? Esto es un misterio, dice Santo Toms de Villanova: "Ni ella lo habra puesto en tal lugar, a menos que hubiera habido un gran misterio en l."
Este gran misterio ha sido explicado por muchos de diferentes maneras, pero la explicacin ms agradable para m es la de San Pedro Damin: Jess dese tan pronto al nacer en ser puesto en la paja, a fin de ensearnos la mortificacin de nuestros sentidos: "l estableci la ley del martirio".
El mundo se haba perdido por placeres sensuales; A travs de ellos Adn y multitudes de sus descendientes se perdieron hasta entonces. El Verbo Eterno vino del Cielo para ensearnos el amor al sufrimiento; Y comenz como un nio a ensearnos, eligiendo para s los sufrimientos ms agudos que un nio puede soportar. Fue, pues, l mismo quien inspir a su Madre a dejar de sujetarle en sus tiernos brazos y reemplazarlo en el duro lecho, para que pudiera sentir ms fro de la cueva y el pinchazo de esta spera paja.
Oh Amante de las almas, oh amoroso Redentor! No es, pues, la dolorosa Pasin que te espera, y la amarga muerte que est preparada para ti en la cruz, suficiente, pero debes, desde el comienzo de tu vida, desde tu infancia, comenzar a sufrir?
S, porque aun siendo nio, ya empezaras a ser mi Redentor, y a satisfacer la justicia divina por mis pecados. T escogiste un lecho de paja para librarme del fuego del infierno, en el cual he merecido tantas veces ser echado. T lloraste y lamentaste en este lecho de paja para obtenerme el perdn de Tu Padre. Oh, cmo estas Tus lgrimas me afligen y me consuelan! Me afligen de la compasin al ver, un nio inocente, que sufre tanto! por los pecados que no te pertenecen; Pero me consuelan, porque tus sufrimientos me aseguran mi salvacin y Tu inmenso amor por m.
Pero, Jess mo, no te dejar solo para llorar y sufrir. Yo tambin llorar; porque solo merezco derramar lgrimas por causa de las ofensas que he cometido contra Ti. Yo, que he merecido el infierno, no rechazar ningn sufrimiento, para que pueda recuperar Tu favor, oh Salvador mo.
Perdname, te ruego; Recibeme una vez ms en Tu amistad, hazme amarte y luego castigarme como T quieres. Lbrame del castigo eterno, y luego trtame como te plazca. No busco placeres en esta vida; No merece el placer aquel que ha tenido la temeridad de ofenderte, Oh, bondad infinita! Estoy contento en sufrir todas las cruces que me enviars; Pero, mi Jess, an te amar.
Oh Mara, que compadeciste por tus sufrimientos con los sufrimientos de Jess, obtn por m la gracia de sufrir con paciencia todas mis pruebas. Ay de m si, despus de tantos pecados, no sufro algo en esta vida! Y bendito sea yo si tengo la felicidad de acompaarte en Tus sufrimientos, oh mi triste Madre, y T, oh mi Jess, siempre afligido y crucificado por amor a m.
Traducido del Ingls por Jan Paul von Wendt -
catholicharboroffaithandmorals.com
Jess acostado sobre la Paja
de la obra La Encarnacin, Nacimiento e Infancia de Jess por San Alfonso Maria de Ligorio
Jess nace en el establo de Beln. Su pobre madre no tiene ni lana ni guata para hacer una cama para el tierno infante. Entonces, qu hace? Rene un puado de paja en el pesebre y lo pone all para que se acueste. Y ella lo puso en el pesebre?
Pero, oh Dios mo, qu duro y doloroso es este lecho para un recin nacido! Los miembros de un nio son tan delicados, y especialmente los miembros de Jess, que fueron formados por el Espritu Santo con una delicadeza especial, a fin de que sean ms sensibles al sufrimiento: Un cuerpo que has adaptado para mi?
Por lo tanto, la dureza de tal cama debi causarle dolor excesivo, dolor y vergenza; Porque qu nio, ni siquiera de los ms bajos del pueblo, se pone sobre la paja en cuanto nace? La paja es slo una cama apta para las bestias; Y sin embargo el Hijo de Dios no tena otro en la tierra que un lecho de paja miserable!
San Francisco de Ass escuch un da, sentado a la mesa, estas palabras del Evangelio: Y lo puso en el pesebre; Y exclam: "Qu? Mi Seor fue puesto sobre la paja, y voy a seguir sentado?" Y as se levant de su asiento, se tir al suelo, y all termin su escasa comida, mezclndola con lgrimas de ternura mientras contemplaba los sufrimientos que el Nio Jess soportaba mientras estaba en la paja.
Pero por qu Mara, que haba deseado tan ardientemente el nacimiento de este Hijo, por qu ella, que tanto le amaba, le permita acostarse y sufrir en esta cama dura, en lugar de mantenerlo en sus brazos? Esto es un misterio, dice Santo Toms de Villanova: "Ni ella lo habra puesto en tal lugar, a menos que hubiera habido un gran misterio en l."
Este gran misterio ha sido explicado por muchos de diferentes maneras, pero la explicacin ms agradable para m es la de San Pedro Damin: Jess dese tan pronto al nacer en ser puesto en la paja, a fin de ensearnos la mortificacin de nuestros sentidos: "l estableci la ley del martirio".
El mundo se haba perdido por placeres sensuales; A travs de ellos Adn y multitudes de sus descendientes se perdieron hasta entonces. El Verbo Eterno vino del Cielo para ensearnos el amor al sufrimiento; Y comenz como un nio a ensearnos, eligiendo para s los sufrimientos ms agudos que un nio puede soportar. Fue, pues, l mismo quien inspir a su Madre a dejar de sujetarle en sus tiernos brazos y reemplazarlo en el duro lecho, para que pudiera sentir ms fro de la cueva y el pinchazo de esta spera paja.
Oh Amante de las almas, oh amoroso Redentor! No es, pues, la dolorosa Pasin que te espera, y la amarga muerte que est preparada para ti en la cruz, suficiente, pero debes, desde el comienzo de tu vida, desde tu infancia, comenzar a sufrir?
S, porque aun siendo nio, ya empezaras a ser mi Redentor, y a satisfacer la justicia divina por mis pecados. T escogiste un lecho de paja para librarme del fuego del infierno, en el cual he merecido tantas veces ser echado. T lloraste y lamentaste en este lecho de paja para obtenerme el perdn de Tu Padre. Oh, cmo estas Tus lgrimas me afligen y me consuelan! Me afligen de la compasin al ver, un nio inocente, que sufre tanto! por los pecados que no te pertenecen; Pero me consuelan, porque tus sufrimientos me aseguran mi salvacin y Tu inmenso amor por m.
Pero, Jess mo, no te dejar solo para llorar y sufrir. Yo tambin llorar; porque solo merezco derramar lgrimas por causa de las ofensas que he cometido contra Ti. Yo, que he merecido el infierno, no rechazar ningn sufrimiento, para que pueda recuperar Tu favor, oh Salvador mo.
Perdname, te ruego; Recibeme una vez ms en Tu amistad, hazme amarte y luego castigarme como T quieres. Lbrame del castigo eterno, y luego trtame como te plazca. No busco placeres en esta vida; No merece el placer aquel que ha tenido la temeridad de ofenderte, Oh, bondad infinita! Estoy contento en sufrir todas las cruces que me enviars; Pero, mi Jess, an te amar.
Oh Mara, que compadeciste por tus sufrimientos con los sufrimientos de Jess, obtn por m la gracia de sufrir con paciencia todas mis pruebas. Ay de m si, despus de tantos pecados, no sufro algo en esta vida! Y bendito sea yo si tengo la felicidad de acompaarte en Tus sufrimientos, oh mi triste Madre, y T, oh mi Jess, siempre afligido y crucificado por amor a m.
Traducido del Ingls por Jan Paul von Wendt -
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Jess acostado sobre la Paja - de la obra La Encarnacin, Nacimiento e Infancia de Jess por San Alfonso Maria de Ligorio (1696-1787)
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