San Andrs Apstol - Hemos Encontrado al Mesas
Hemos encontrado al Mesas
De las Homilas de san Juan Crisstomo, obispo, sobre el evangelio de san Juan
(Hom. 19, 1: PG 59, 120-121)
(Hom. 19, 1: PG 59, 120-121)
Andrs, despus de haber estado con Jess y haber aprendido de l muchas cosas, no guard para s este tesoro, sino que se apresur a acudir a su hermano, para hacerle participe de su dicha. Fijmonos en lo que dice a su hermano: "Hemos encontrado al Mesas" (traducido, quiere decir "Cristo"). Te das cuenta cmo empieza, ya desde este momento, a ensear lo que en breve tiempo haba aprendido? Con ello demuestra la eficacia del Maestro, que tan convencidos los haba dejado, y su propio inters y diligencia, manifestada ya desde el primer momento. Este mensaje, en efecto, es propio del alma que anhela ardientemente la llegada del Seor, que espera su venida del cielo, que se llena de gozo con su aparicin y que se apresura a anunciar a los dems algo tan grande. sta es la prueba del verdadero y sincero amor fraternal, el mutuo intercambio de bienes espirituales.
ambin es digna de notar la docilidad y prontitud de nimo de Pedro. Al momento, sin dilacin, acude a Jess. Y lo present - dice - a Jess. Pero no debemos extraarnos de esta facilidad de Pedro, que acude sin previo examen. Lo ms verosmil es que su hermano le explicara todas estas cosas con detalle; pero es que los evangelistas lo explican siempre todo de manera resumida, por razn de brevedad. Por lo dems, tampoco dice que hubiese credo al instante, sino: Y lo present a Jess, para ponerlo en sus manos y para que fuese l quien le ensease; pues estaba ah en calidad de un discpulo ms y a eso vena.
En efecto, si Juan Bautista -cuando dijo: Es el Cordero, y: Bautiza con el Espritu- dej a Cristo la ulterior explicacin de estas palabras, con mayor razn lo hizo Andrs, ya que l no se consideraba capaz de explicarlo todo, y por esto condujo a su hermano a la fuente de la luz, a la que ste acudi con prisa y alegra, sin perder un instante.
ORACIN
Dios todopoderoso y eterno, escucha la oracin de tu pueblo y concdenos que, as como el apstol san Andrs fue en la tierra predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, as ahora en el cielo sea nuestro poderoso abogado ante ti. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn
Hemos encontrado al Mesas
De las Homilas de san Juan Crisstomo, obispo, sobre el evangelio de san Juan
(Hom. 19, 1: PG 59, 120-121)
(Hom. 19, 1: PG 59, 120-121)
Andrs, despus de haber estado con Jess y haber aprendido de l muchas cosas, no guard para s este tesoro, sino que se apresur a acudir a su hermano, para hacerle participe de su dicha. Fijmonos en lo que dice a su hermano: "Hemos encontrado al Mesas" (traducido, quiere decir "Cristo"). Te das cuenta cmo empieza, ya desde este momento, a ensear lo que en breve tiempo haba aprendido? Con ello demuestra la eficacia del Maestro, que tan convencidos los haba dejado, y su propio inters y diligencia, manifestada ya desde el primer momento. Este mensaje, en efecto, es propio del alma que anhela ardientemente la llegada del Seor, que espera su venida del cielo, que se llena de gozo con su aparicin y que se apresura a anunciar a los dems algo tan grande. sta es la prueba del verdadero y sincero amor fraternal, el mutuo intercambio de bienes espirituales.
ambin es digna de notar la docilidad y prontitud de nimo de Pedro. Al momento, sin dilacin, acude a Jess. Y lo present - dice - a Jess. Pero no debemos extraarnos de esta facilidad de Pedro, que acude sin previo examen. Lo ms verosmil es que su hermano le explicara todas estas cosas con detalle; pero es que los evangelistas lo explican siempre todo de manera resumida, por razn de brevedad. Por lo dems, tampoco dice que hubiese credo al instante, sino: Y lo present a Jess, para ponerlo en sus manos y para que fuese l quien le ensease; pues estaba ah en calidad de un discpulo ms y a eso vena.
En efecto, si Juan Bautista -cuando dijo: Es el Cordero, y: Bautiza con el Espritu- dej a Cristo la ulterior explicacin de estas palabras, con mayor razn lo hizo Andrs, ya que l no se consideraba capaz de explicarlo todo, y por esto condujo a su hermano a la fuente de la luz, a la que ste acudi con prisa y alegra, sin perder un instante.
ORACIN
Dios todopoderoso y eterno, escucha la oracin de tu pueblo y concdenos que, as como el apstol san Andrs fue en la tierra predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, as ahora en el cielo sea nuestro poderoso abogado ante ti. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn
30 de Noviembre - San Andrs Apstol - Hemos Encontrado al Mesas - De las Homilas de San Juan Crisstomo, (349-407), Obispo y Doctor de la Iglesia
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