San Francisco de Ass - "Debemos ser sencillos, humildes y puros"
Debemos ser sencillos, humildes y puros
De las Cartas de San Francisco de Ass, dirigidas a todos los fieles
(Opsculos, edicin Quaracchi (Florencia) 1949, 87-94)
La venida al mundo del Verbo del Padre, tan digno, tan santo y tan glorioso, fue anunciada por el Padre altsimo, por boca de su santo arcngel Gabriel, a la santa y gloriosa Virgen Mara, de cuyo seno recibi una autntica naturaleza humana, frgil como la nuestra.
l, siendo rico sobre toda ponderacin, quiso elegir la pobreza, junto con su santsima madre. Y, al acercarse su pasin, celebr la Pascua con sus discpulos. Luego or al Padre, diciendo: Padre mo, si es posible, que pase de mi este cliz.
Sin embargo, someti su voluntad a la del Padre. Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, a quien entreg por nosotros y que naci por nosotros, se ofreciese a s mismo como sacrificio y vctima en el ara de la cruz, con su propia sangre, no por s mismo, por quien han sido hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejndonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos nos salvemos por l y lo recibamos con puro corazn y cuerpo casto.
Qu dichosos y benditos son los que aman al Seor y cumplen lo que dice el mismo Seor en el Evangelio: aAmars al Seor, tu Dios, con todo tu corazn y con toda tu alma y a tu prjimo como a ti mismo! Amemos, pues, a Dios y adoremoslo con puro corazn y con mente pura, ya que l nos hace saber cul es su mayor deseo, cuando dice: Los verdaderos adoradores adorarn al Padre en espritu y en verdad. Porque todos los que lo adoran deben adorarlo en espritu y en verdad. Y dirijmosle, da y noche, nuestra alabanza y oracin, diciendo: Padre nuestro, que ests en el cielo; porque debemos orar siempre y no desfallecer jams.
Procuremos, adems, dar frutos de verdadero arrepentimiento. Y amemos al prjimo como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad y demos limosna, ya que sta lava las almas de la inmundicia del pecado. En efecto, los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan slo se llevan consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirn del Seor la recompensa y una digna remuneracin.
No debemos ser sabios y prudentes segn la carne, sino ms bien sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de los dems, sino, al contraro, debemos, a ejemplo del Seor, vivir como servidores y sumisos a toda humana creatura, movidos por el amor de Dios. El Espritu del Seor reposar sobre los que as obren y perseveren hasta el fin, y los convertir en el lugar de su estancia y su morada, y sern hijos del Padre celestial, cuyas obras imitan; ellos son los esposos, los hermanos y las madres de nuestro Seor Jesucristo.
ORACIN/>
Seor Dios, que en el pobre y humilde Francisco de Ass has dado a tu Iglesia una imagen viva de Jesucristo, haz que nosotros, siguiendo su ejemplo, imitemos a tu Hijo y vivamos, como este santo, unidos a ti en el gozo del amor. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn
Debemos ser sencillos, humildes y puros
De las Cartas de San Francisco de Ass, dirigidas a todos los fieles
(Opsculos, edicin Quaracchi (Florencia) 1949, 87-94)
La venida al mundo del Verbo del Padre, tan digno, tan santo y tan glorioso, fue anunciada por el Padre altsimo, por boca de su santo arcngel Gabriel, a la santa y gloriosa Virgen Mara, de cuyo seno recibi una autntica naturaleza humana, frgil como la nuestra.
l, siendo rico sobre toda ponderacin, quiso elegir la pobreza, junto con su santsima madre. Y, al acercarse su pasin, celebr la Pascua con sus discpulos. Luego or al Padre, diciendo: Padre mo, si es posible, que pase de mi este cliz.
Sin embargo, someti su voluntad a la del Padre. Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, a quien entreg por nosotros y que naci por nosotros, se ofreciese a s mismo como sacrificio y vctima en el ara de la cruz, con su propia sangre, no por s mismo, por quien han sido hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejndonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos nos salvemos por l y lo recibamos con puro corazn y cuerpo casto.
Qu dichosos y benditos son los que aman al Seor y cumplen lo que dice el mismo Seor en el Evangelio: aAmars al Seor, tu Dios, con todo tu corazn y con toda tu alma y a tu prjimo como a ti mismo! Amemos, pues, a Dios y adoremoslo con puro corazn y con mente pura, ya que l nos hace saber cul es su mayor deseo, cuando dice: Los verdaderos adoradores adorarn al Padre en espritu y en verdad. Porque todos los que lo adoran deben adorarlo en espritu y en verdad. Y dirijmosle, da y noche, nuestra alabanza y oracin, diciendo: Padre nuestro, que ests en el cielo; porque debemos orar siempre y no desfallecer jams.
Procuremos, adems, dar frutos de verdadero arrepentimiento. Y amemos al prjimo como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad y demos limosna, ya que sta lava las almas de la inmundicia del pecado. En efecto, los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan slo se llevan consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirn del Seor la recompensa y una digna remuneracin.
No debemos ser sabios y prudentes segn la carne, sino ms bien sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de los dems, sino, al contraro, debemos, a ejemplo del Seor, vivir como servidores y sumisos a toda humana creatura, movidos por el amor de Dios. El Espritu del Seor reposar sobre los que as obren y perseveren hasta el fin, y los convertir en el lugar de su estancia y su morada, y sern hijos del Padre celestial, cuyas obras imitan; ellos son los esposos, los hermanos y las madres de nuestro Seor Jesucristo.
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Seor Dios, que en el pobre y humilde Francisco de Ass has dado a tu Iglesia una imagen viva de Jesucristo, haz que nosotros, siguiendo su ejemplo, imitemos a tu Hijo y vivamos, como este santo, unidos a ti en el gozo del amor. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn
"Empieza haciendo lo que es necesario, luego lo que es posible y, de repente, ests haciendo lo imposible."
4 de Octubre - San Francisco de Ass (1882-1226) - "Debemos ser sencillos, humildes y puros"
Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
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La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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