Cristo es el trmino y el fin de la ley mosaica; l nos hace pasar de la esclavitud de esta ley a la libertad del espritu.

La ley tenda hacia l como a su complemento; y l, como supremo legislador, da cumplimiento a su misin, transformando en espritu la letra de la ley. De este modo, haca que todas las cosas lo tuviesen a l por cabeza. La gracia es la que da vida a la ley y, por esto, es superior a la misma, y de la unin de ambas resulta un conjunto armonioso, conjunto que no hemos de considerar como una mezcla, en la cual alguno de los dos elementos citados pierda sus caractersticas propias, sino como una transmutacin divina, segn la cual todo lo que haba de esclavitud en la ley se cambia en suavidad y libertad, de modo que, como dice el Apstol, no vivamos ya esclavizados por los elementos del mundo ni sujetos al yugo y a la esclavitud de la ley.

ste es el compendio de todos los beneficios que Cristo nos ha hecho; sta es la revelacin del designio amoroso de Dios: su anonadamiento, su encarnacin y la consiguiente divinizacin del hombre. Convena, pues, que esta fulgurante y sorprendente venida de Dios a los hombres fuera precedida de algn hecho que nos preparara a recibir con gozo el gran don de la salvacin. Y ste es el significado de la fiesta que hoy celebramos, ya que el nacimiento de la Madre de Dios es el exordio de todo este cmulo de bienes, exordio que hallar su trmino y complemento en la unin del Verbo con la carne que le estaba destinada. El da de hoy naci la Virgen; es luego amamantada y se va desarrollando; y es preparada para ser la madre de Dios, rey de todos los siglos.

Un doble beneficio nos aporta este hecho: nos conduce a la verdad y nos libera de una manera de vivir sujeta a la esclavitud de la letra de la ley. De qu modo tiene lugar esto? Por el hecho de que la sombra se retira ante la llegada de la luz, y la gracia sustituye a la letra de la ley por la libertad del espritu. Precisamente la solemnidad de hoy representa el trnsito de un rgimen al otro, en cuanto que convierte en realidad lo que no era ms que smbolo y figura, sustituyendo lo antiguo por lo nuevo.

Que toda la creacin, pues, rebose de contento y contribuya a su modo a la alegra propia de este da. Cielo y tierra se anen en esta celebracin, y que la festeje con gozo todo lo que hay en el mundo y por encima del mundo. Hoy, en efecto, ha sido construido el santuario creado del Creador de todas las cosas, y la creacin, de un modo nuevo y ms digno, queda dispuesta para hospedar en s al supremo Hacedor.

ORACIN

Concede a tus siervos, Seor, el don de tu gracia, para que, a quienes recibimos las primicias de la salvacin por la maternidad de la Virgen Mara, la fiesta anual de su nacimiento nos traiga aumento de paz. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn