"Verdaderamente Hijo de Dios y Verdaderamente Hijo del Hombre"
Pieza de Altar de Isenheim - Segunda vista - Panl de la Anunciacin de Matthias Grnewald (1470 - 1528), 1515; Unterlinden Museum, Colmar, Francia; (izquierda: La Anunciacin; centro: La Natividad; derecha: La Resurrecin, Predella: la Lamentacin);
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El Misterio de Nuestra Reconciliacin
De una carta de San Len Magno (400-461), papa
La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la mortalidad; y, para saldar la deuda contrada por nuestra condicin pecadora, la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza pasible; de este modo, como convena para nuestro remedio, el nico y mismo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jess, hombre tambin l, pudo ser a la vez mortal e inmortal, por la conjuncin en l de esta doble condicin.
El que es Dios verdadero nace como hombre verdadero, sin que falte nada a la integridad de su naturaleza humana, conservando la totalidad de la esencia que le es propia y asumiendo la totalidad de nuestra esencia humana. Y, al decir nuestra esencia humana, nos referimos a la que fue plasmada en nosotros por el Creador, y que l asume para restaurarla.
Esta naturaleza nuestra qued viciada cuando el hombre se dej engaar por el maligno, pero ningn vestigio de este vicio original hallamos en la naturaleza asumida por el Salvador. l, en efecto, aunque hizo suya nuestra misma debilidad, no por esto se hizo partcipe de nuestros pecados.
Tom la condicin de esclavo, pero libre de la sordidez del pecado, ennobleciendo nuestra humanidad sin mermar su divinidad, porque aquel anonadamiento suyo por el cual, l, que era invisible, se hizo visible, y l, que es el Creador y Seor de todas las cosas, quiso ser uno ms entre los mortales fue una dignacin de su misericordia, no una falta de poder. Por tanto, el mismo que, permaneciendo en su condicin divina, hizo al hombre es el mismo que se hace l mismo hombre, tomando la condicin de esclavo.
Y, as, el Hijo de Dios hace su entrada en la bajeza de este mundo, bajando desde el trono celestial, sin dejar la gloria que tiene junto al Padre, siendo engendrado en un nuevo orden de cosas.
En un nuevo orden de cosas, porque el que era invisible por su naturaleza se hace visible en la nuestra, el que era inaccesible a nuestra mente quiso hacerse accesible el que exista antes del tiempo empez a existir en el tiempo, el Seor de todo el universo, velando la inmensidad de su majestad, asume la condicin de esclavo, el Dios impasible e inmortal se digna hacerse hombre pasible y sujeto a las leyes de la muerte.
El mismo que es Dios verdadero es tambin hombre verdadero, y en l, con toda verdad, se unen la pequeez del hombre y la grandeza de Dios.
Ni Dios sufre cambio alguno con esta dignacin de su piedad, ni el hombre queda destruido al ser elevado a esta dignidad. Cada una de las dos naturalezas realiza sus actos propios en comunin con la otra, a saber, la Palabra realiza lo que es propio de la Palabra, y la carne lo que es propio de la carne.
Existing before time began, He began to exist at a moment in time. Lord of the universe, He hid His infinite glory and took the nature of a servant.
En cuanto que es la Palabra, brilla por sus milagros; en cuanto que es carne, sucumbe a las injurias. Y as cmo la Palabra retiene su gloria igual al Padre, as tambin su carne conserva la naturaleza propia de nuestra raza.
He who is true God is also true man. There is no falsehood in this unity as long as the lowliness of man and the pre-eminence of God coexist in mutual relationship.
La misma y nica persona, no nos cansaremos de repetirlo, es verdaderamente Hijo de Dios y verdaderamente hijo del hombre. Es Dios, porque en el principio ya exista la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios; es hombre, porque la Palabra se hizo carne y acamp entre nosotros.
Oracin
Seor, t has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen Mara; concdenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a l en su naturaleza divina. Por nuestro Seor Jesucristo. Amn.
Pieza de Altar de Isenheim - Primera vista - Panl de la Lamentacin de Matthias Grnewald (1470 - 1528), 1515; Unterlinden Museum, Colmar, Francia; (izquierda: San Sebastin; centro: La Crucifixin; derecha: San Antonio el Hermitao, Predella: la Lamentacin);
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"Verdaderamente Hijo de Dios y Verdaderamente Hijo del Hombre" - El Misterio de Nuestra Reconciliacin - de una carta de San Len Magno (400-461), papa
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