I. Sobre el primer punto, se debe notar la bondad de Jess; el nombre Jess se interpreta como Salvador, ya que l deseo morir para que l pudiera salvar por medio de Su muerte, y mostrar su Infinita bondad.

De verdad el Salvador apareci por tres razones:

(1) Porque hoy l nos salv de esos demonios quien l despoj hoy: Coloss. ii. 15, "Habiendo expoliado las principalidades y potestades, l hizo de ellos una muestra al aire abierto."

(2) Porque hoy l nos salv de la muerte, la cual l derrot hoy: "[l] ha vencido a la muerte," (Collect). 1 Corintios xv. 54, "La muerte es tragada en la victoria." Ya que hoy Cristo subi victoriosamente, habiendo conquistado a la muerte.

(3) Porque l nos salv del infierno, el cual desencaden hoy: Salmo cvii. 16, "l ha roto los portales de azfar, y cort las barras de hierro al desgajarlas."

II. Sobre el segundo punto, se debe notar, la belleza de l Quien subi, expresado por la palabra Nazareno aplicado a Cristo, lo cual significa una flor entre las flores, cuya belleza permanece: Cantares ii. 1, "Yo soy la Rosa de Sarn y el lirio de los valles."

En Cristo no obstante haban tres tipos de flores: (1) rojas, (2) negras, (3) blancas. Las flores rojas son gotas de sangre; las negras, las franjas de sus heridas; las blancas, los esplendores de su Cuerpo glorificado. Con respecto a la tercera y la primera, dice en Cantares v. 10, "Mi amado es blanco y rubio." De la segunda, 1 San Pedro. ii. 24 dice: "por cuya herida fuisteis sanados." Jess estaba en flor al estar ceido con rosas - es decir, con gotas de samgre; adornado con violetas, es decir, con las franjas de sus heridas; atrincherado con azucenas, es decir, con los esplendores del Cuerpo glorificado: Cantares ii. 12, "Se han mostrado Las flores en la tierra."

III. Sobre el tercer punto, se debe notar, la caridad de l resucitandose "de los muertos": San Mateo, xxviii. 5, "Jess Quien fue crucificado." La muerte de Cristo fue una obra de un amor a la caridad inestimable la cual ningun mero hombre es capaz de concebir: Eph. iii. 18, "El Amor de Cristo que excede a todo conocimiento." San Juan xv. 13, "Nadie tiene mayor amor que ste."

Por estas tres razones l dese fallecer en su muerte sobre la Cruz:

(1) Para que l pueda mostrar manifestosamente a todos que l realmente muri y de esta muerte l realmente resucit, ya que era patente para todos que l estaba muerto de verdad, tal como se demostr con la Cruz, mostrndolo a lo alto: Hechos x. 39, "Y somos testigos de todas las cosas que l hizo ...... Quienes mataron y colgaron sobre un arbol."

(2) Que tal como el Arbol haba producido el fruto mortal, el Arbol, habiendo producido la fruta de esta vida, pudiera avivar a todos: "Quiem por el madero e la Cruz trajo salvacin a la raza humana entera" (San Gregorio Magno)

(3) Que tal como el diablo haba vencido al hombre con el Arbol, l pudiera, similarmente, con el Arbol, triunfar.

IV. Sobre el quarto punto, se debe notar la festividad de este da presente: San Mateo, xxviii. 6, "l ha resucitado." La Resurreccin de nuestro Seor ha logrado para nosotros un da de solemnidad y alegra: Salmo cxviii. 24, "Este es el da que el Seor ha hecho; hemos de regocijarnos y estar contentos en l.

Tres eventos han hecho que este da sea solemne:

(1) El envo de un ngel desde el Cielo: San Mateo, xxviii. 2: "Un ngel del Seor, descendiendo del Cielo..."

(2) La tierra, al brincar con alegra: San Mateo, xxviii. 2: "Huvo un gran terremoto."

(3) El infierno, al restorar a los Santos: San Mateo, xxvii. 52, 53, Muchos cuerpos de santos que haban dormido, se levantaron y saliendo de los sepulcros, despus de la resurreccin de l." As es que los cielos, la tierra y el Infierno cumplieron sus testimonio sobre la Resurrecin de Jesucristo.

V. Sobre el quinto punto, se debe sobresaltar el devoto amor de las mujeres: San Mateo, xxviii. 5, "Vn Mara Magdalena;" "T buscais a Jess." Estas santas mujeres nos ensean a buscarlo a Jess segn Su propia promesa, si es que deseamos encontrarlo.

Jess es de ser buscado de una manera triple: primero, en fe; segundo, con esperanza; tercero, en caridad.

(1) Razonablemente uno Lo busca con fe, quien busca la luz de Su verdad.

(2) Seriamente lo busca con esperanza, quien busca la gloria de Su Majestad.

(3) Fervorosamente lo buscan en caridad, aquellos que aoran la dulzura de Su bondad. Estas son las tres Maras quienes fueron al sepulcro.

Oh Seor Jess! haznos buscarte y encontrarte. Amn.