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Meditacin por Toms Kempis - "Prepara a tu corazn para Jesucristo"
Meditacin por Toms Kempis - "Prepara a tu corazn para Jesucristo"
Meditacin por Toms Kempis - "Prepara a tu corazn para Jesucristo"
 
 
 


Cristo con la Corona de Espinas, Soportado por ngeles de Annibale Carracci (1560-1609); 1585-87; Gemldegalerie Alte Meister, Dresden, Alemania; commons.wikimedia.org
 
LA VIDA INTERIOR
Fragmento de La Imitacin de Cristo, Toms Kempis, Libro 2, Captulo 1  
 
Meditacin

Dice el Seor: "El reino de Dios dentro de vosotros est". (San Lucas 17:21)

Convirtete a Dios de todo corazn, y deja ese miserable mundo y hallar tu alma reposo. Aprende a menospreciar las cosas exteriores y darte a las interiores, y vers que se vienen a ti el Reino de Dios. Pues el reino de Dios es paz y gozo en el Espritu Santo, que no se da a los malos.

Si preparas digna morada interiormente a Jesucristo, vendr a ti, y te mostrar su consolacin. Toda su gloria y hermosura est en lo interior, y all se est complaciendo. Su contnua visitacin es con el hombre interior; con l habla dulcemente, tiene agradable consolacin, mucha paz y admirable familiaridad.

Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazn a este Esposo para que quiera venirte a ti, y hablar contigo. Porque l dice as: "Si alguno me ama, guardar mi palabra, y vendremos a l y haremos en l nuestra morada." (San Juan 14:23)

Da, pues, lugar a Cristo, y a todo lo dems cierra la puerta. Si a Cristo tuvieres, estars rico, y te bastar. l ser tu fiel procurador y te proveer de todo, de manera que no tendrs necesidad de esperar en los hombres. Porque los hombres se mudan fcilmente, y desfallecen en breve; pero Jesucristo permanece para siempre, y est firme hasta el fin.

No hay que poner mucha confianza en el hombre frgil y mortal, aunque sea til y bien querido, ni has de tomar mucha pena si alguna vez fuera contrario o no te atiende. Los que hoy son contigo, maana te pueden contradecir, y al contrario; porque muchas veces se vuelven como viento.

Pon en Dios toda tu esperanza, y sea l tu temor y tu amor. El responder por ti, y lo har bien, como mejor convenga.

No tienes aqu domicilio permanente: dondequiera que estuvieres, sers extrao y peregrino, y no tendrs nunca reposo, si no estuvieras ntimamente unido con Cristo.

Qu miras aqu no siendo este lugar de tu descanso? En los cielos debe ser tu morada y como de paso has de mirar todo lo terrestre. Todas las cosas pasan, y t tambien con ellas.

Gurdate de pegarte a ellas, porque no seas preso y perezcas. En el Altsimo pon tu pensamiento, y tu oracin sin cesar sea dirigida a Cristo.

Si no sabes contemplar las cosas altas y celestiales, descansa en la pasin de Cristo y habita gustosamente en Sus Grandes LLagas. Porque si te acoges devotamente a las llagas y preciosas heridas de Jess, gran consuelo sentirs en la tribulacin, y no hars mucho caso de los desprecios de los hombres, y fcilmente sufrirs las palabras maldicientes..

Cristo fue tambin en el mundo despreciado de los hombres, y entre grandes afrentas, desamparado de amigos y conocidos, y en suma necesidad. Cristo quiso padecer y ser despreciado, y t te atreves a quejarte de alguna cosa?

Cristo tuvo adversarios y murmuradores, y t quieres tener a todos por amigos y bienhechores? Con qu se coronar tu paciencia, sin ninguna adversidad se te ofrece? Si no quieres sufrir ninguna adversidad, cmo sers amigo de Cristo? Sufre con Cristo y por Cristo, si quieres reinar con Cristo.

Si una vez entrases perfectamente en lo secreto de Jess, y gustases un poco de su encendido amor, entonces no tendras cuidado de tu propio provecho o dao; antes te holgaras ms de las injurias que te hiciesen; porque el amor de Jess hace al hombre despreciarse a s mismo.

El amante de Jess y de la verdad, y el hombre verdaderamente interior y libre de las aflicciones desordenadas, se puede volver fcilmente a Dios, y levantarse sobre smismo en el espritu, y descansar gozosamente.

Aquel a quien gustan todas las cosas como son, no como se dicen o estiman, es verdaderamente sabio y enseado ms de Dios que de los hombres.

El que sabe andar dentro de s, y tener en poco las cosas exteriores, no busca lugares, ni espera tiempos para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto se recoge; porque nunca se entrega a las cosas exteriores.

No le estorba el trabajo exterior, ni la ocupacin necesaria a tiempos; sino que as como suceden las cosas, se acomoda a ellas. El que est interiormente bien dispuesto y ordenado, no cuida de los hechos famosos y perversos de los hombres. Tanto se estorba el hombre y se distrae, cuando atrae a s las cosas de fuera.

Si fueses recto y puro, todo te sucedera bien y con provecho. Por eso te descontentan y conturban muchas cosas frecuentemente, porque an no has muerto a ti, del todo, ni apartado de todas las cosas terrenas.

Nada mancilla ni embaraza tanto el coraz del hombre cuando el amor desordenado de las criaturas. Si desprecias las consolaciones de fuera, podrs contemplar las cosas celestiales, y gozarte muchas veces dentro de ti.

dfists.ua.es
Traducido al Castellano por el Fray Luis de Granada, del orden de Santo Domingo, Madrid, 1817.


 
 
 
 
 


 
 
 


Cristo con la Corona de Espinas, Soportado por ngeles de Annibale Carracci (1560-1609); 1585-87; Gemldegalerie Alte Meister, Dresden, Alemania; commons.wikimedia.org
 
LA VIDA INTERIOR
Fragmento de La Imitacin de Cristo, Toms Kempis, Libro 2, Captulo 1  
 
Meditacin

Dice el Seor: "El reino de Dios dentro de vosotros est". (San Lucas 17:21)

Convirtete a Dios de todo corazn, y deja ese miserable mundo y hallar tu alma reposo. Aprende a menospreciar las cosas exteriores y darte a las interiores, y vers que se vienen a ti el Reino de Dios. Pues el reino de Dios es paz y gozo en el Espritu Santo, que no se da a los malos.

Si preparas digna morada interiormente a Jesucristo, vendr a ti, y te mostrar su consolacin. Toda su gloria y hermosura est en lo interior, y all se est complaciendo. Su contnua visitacin es con el hombre interior; con l habla dulcemente, tiene agradable consolacin, mucha paz y admirable familiaridad.

Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazn a este Esposo para que quiera venirte a ti, y hablar contigo. Porque l dice as: "Si alguno me ama, guardar mi palabra, y vendremos a l y haremos en l nuestra morada." (San Juan 14:23)

Da, pues, lugar a Cristo, y a todo lo dems cierra la puerta. Si a Cristo tuvieres, estars rico, y te bastar. l ser tu fiel procurador y te proveer de todo, de manera que no tendrs necesidad de esperar en los hombres. Porque los hombres se mudan fcilmente, y desfallecen en breve; pero Jesucristo permanece para siempre, y est firme hasta el fin.

No hay que poner mucha confianza en el hombre frgil y mortal, aunque sea til y bien querido, ni has de tomar mucha pena si alguna vez fuera contrario o no te atiende. Los que hoy son contigo, maana te pueden contradecir, y al contrario; porque muchas veces se vuelven como viento.

Pon en Dios toda tu esperanza, y sea l tu temor y tu amor. El responder por ti, y lo har bien, como mejor convenga.

No tienes aqu domicilio permanente: dondequiera que estuvieres, sers extrao y peregrino, y no tendrs nunca reposo, si no estuvieras ntimamente unido con Cristo.

Qu miras aqu no siendo este lugar de tu descanso? En los cielos debe ser tu morada y como de paso has de mirar todo lo terrestre. Todas las cosas pasan, y t tambien con ellas.

Gurdate de pegarte a ellas, porque no seas preso y perezcas. En el Altsimo pon tu pensamiento, y tu oracin sin cesar sea dirigida a Cristo.

Si no sabes contemplar las cosas altas y celestiales, descansa en la pasin de Cristo y habita gustosamente en Sus Grandes LLagas. Porque si te acoges devotamente a las llagas y preciosas heridas de Jess, gran consuelo sentirs en la tribulacin, y no hars mucho caso de los desprecios de los hombres, y fcilmente sufrirs las palabras maldicientes..

Cristo fue tambin en el mundo despreciado de los hombres, y entre grandes afrentas, desamparado de amigos y conocidos, y en suma necesidad. Cristo quiso padecer y ser despreciado, y t te atreves a quejarte de alguna cosa?

Cristo tuvo adversarios y murmuradores, y t quieres tener a todos por amigos y bienhechores? Con qu se coronar tu paciencia, sin ninguna adversidad se te ofrece? Si no quieres sufrir ninguna adversidad, cmo sers amigo de Cristo? Sufre con Cristo y por Cristo, si quieres reinar con Cristo.

Si una vez entrases perfectamente en lo secreto de Jess, y gustases un poco de su encendido amor, entonces no tendras cuidado de tu propio provecho o dao; antes te holgaras ms de las injurias que te hiciesen; porque el amor de Jess hace al hombre despreciarse a s mismo.

El amante de Jess y de la verdad, y el hombre verdaderamente interior y libre de las aflicciones desordenadas, se puede volver fcilmente a Dios, y levantarse sobre smismo en el espritu, y descansar gozosamente.

Aquel a quien gustan todas las cosas como son, no como se dicen o estiman, es verdaderamente sabio y enseado ms de Dios que de los hombres.

El que sabe andar dentro de s, y tener en poco las cosas exteriores, no busca lugares, ni espera tiempos para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto se recoge; porque nunca se entrega a las cosas exteriores.

No le estorba el trabajo exterior, ni la ocupacin necesaria a tiempos; sino que as como suceden las cosas, se acomoda a ellas. El que est interiormente bien dispuesto y ordenado, no cuida de los hechos famosos y perversos de los hombres. Tanto se estorba el hombre y se distrae, cuando atrae a s las cosas de fuera.

Si fueses recto y puro, todo te sucedera bien y con provecho. Por eso te descontentan y conturban muchas cosas frecuentemente, porque an no has muerto a ti, del todo, ni apartado de todas las cosas terrenas.

Nada mancilla ni embaraza tanto el coraz del hombre cuando el amor desordenado de las criaturas. Si desprecias las consolaciones de fuera, podrs contemplar las cosas celestiales, y gozarte muchas veces dentro de ti.

dfists.ua.es
Traducido al Castellano por el Fray Luis de Granada, del orden de Santo Domingo, Madrid, 1817.


 
 
 


 
 
 
 
 
Meditacin por Toms Kempis (1380-1471) - "Prepara a tu corazn para Jesucristo" - del libro La Imitacin de Cristo

 

Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios

  La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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Omnia ad majoren Dei Gloriam!
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OUR FATHER

Our Father, Who Art In Heaven
Hallowed Be Thy Name.
Thy Kingdom come,
Thy Will be done
On earth as it is in Heaven.
Give us this day our daily bread
And forgive us our trespasses
As we forgive those who trespass against us.
Liberate us from all temptation[*]
And deliver us from all evil. Amen



[*] Liberate us is in keeping with the original Latin text.
       God usually does not "lead us" to temptation
       (unless we are tested),
       but gives us the grace to overcome and/or resist it
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HAIL MARY

Hail Mary, full of grace
The Lord is with thee.
Blessed art though among women,
And blessed is the fruit
Of thy womb, Jesus.
 
Holy Mary, Mary of God
Pray for us sinners
Now, and in the hour
Of our death. Amen


 
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APOSTLE'S CREED
I believe in God, the Father Almighty
Creator of Heaven and earth;
And in Jesus Christ, His Only Son, our Lord;
Who was conceived by the
[work and grace of the] Holy Ghost,[*]
Born of the Virgin Mary,
Suffered under Pontius Pilate,
Was crucified, died and was buried.
He descended into the Dead.[**]
On the third day, He rose again;
He ascended into Heaven,
And sits at the right hand of God,
the Father Almighty.
From thence he shall come to judge
the living and the dead.
 
I believe in the Holy Ghost,[*]
The Holy Catholic Church,
The communion of saints,
The forgiveness of sins.
The resurrection of the body,
And life everlasting. Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
[**] the Dead: "inferi", the underworld or the dead in Latin.
X
GLORIA

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive
to the voice of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all her iniquities.

Glory be to the Father, and to the Son,
and to the Holy Ghost[*],
as it was in the beginning, is now,
and ever shall be, world without end.
Amen

[*] Holy Ghost: may be substituted with the current Holy Spirit.
X
DE PROFUNDIS

Out of the depths I have cried to Thee, O Lord:
Lord, hear my voice.
Let Thine ears be attentive to the voice
of my supplication.

If thou, O Lord, wilt mark iniquities:
Lord, who shall abide it.
For with Thee there is merciful forgiveness:
and because of Thy law,
I have waited for Thee, O Lord.

My soul hath waited on His word:
my soul hath hoped in the Lord.
From the morning-watch even until night,
let Israel hope in the Lord.

For with the Lord there is mercy:
and with Him plenteous redemption.
And He shall redeem Israel
from all his iniquities.

V. Eternal rest give unto them, O Lord.
R. And let perpetual light shine upon them.
V. From the gate of hell.
R. Deliver their souls, O Lord.
V. May they rest in peace.
R. Amen.
V. O Lord, hear my prayer.
R. And let my cry come unto Thee.
V. The Lord be with you.
R. And with Thy Spirit.

(50 days indulgence to all who pray the De Profundis with V. and R.
"Requiem aeternam" (Eternal Rest) three times a day.
Pope Leo XIII, February 3, 1888)


Let us pray:
O God, the Creator and Redeemer of all
the faithful, we beseech Thee to grant
to the souls of Thy servants the remission
of their sins, so that by our prayers
they may obtain pardon for which they long.
O Lord, who lives and reigns,
world without end. Amen

May they rest in peace. Amen

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PADRE NUESTRO

Padre Nuestro,
que estas en los Cielos
Santificado sea Tu Nombre;
Venga a nosotros tu Reino;
Hgase Tu Voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da;
Perdona nuestras ofensas,
Como tambin nosotros
perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentacin,
y lbranos del mal. Amén
 
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AVE MARA

Dios te salve, Mara,
llena eres de gracia;
El Seor es Contigo;
Bendita T eres
entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jess.
 
Santa Mara,
Madre de Dios,
Ruega por nosotros
pecadores,
Ahora y en la hora
De nuestra muerte.
Amn
 
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CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo,
Su nico Hijo, Nuestro Seor,
Que fue concebido por obra
y gracia del Espritu Santo,
Naci de la Santa Mara Virgen;
Padeci bajo el poder de Poncio Pilato,
Fue crucificado, muerto y sepultado,
Descendi a los infiernos,
Al tercer da resucit de entre los muertos,
Subi a los cielos
Y est sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde all ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espritu Santo,
La Santa Iglesia Catlica,
La comunin de los santos,
El perdn de los pecados,
La resurreccin de la carne
Y la vida eterna. Amn
 
 
CERRAR
DE PROFUNDIS

Desde lo hondo a Ti grito, Seor; Seor,
escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos
a la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?
Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia.
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

X
GLORIA

Gloria al Padre, al Hijo y al
Espritu Santo,
como es desde el principio,
es ahora y ser por los siglos de los siglos.
Amn

CERRAR
DE PROFUNDIS y QUE DESCANSEN EN PAZ

Desde lo hondo a Ti grito, Seor;
Seor, escucha mi voz;
Estn Tus oidos atentos a
la voz de mi splica.

Si llevas cuenta de los delitos, Seor,
quin podr resistir?

Pero de ti procede el perdn,
y as infundes respeto.
Mi alma espera en el Seor.

Espera en su palabra;
mi alma aguarda al Seor,
ms que el centinela la aurora.
Aguarda Israel al Seor.

Como el centinela la aurora;
porque del Seor viene la misericordia,
la redencin copiosa;
y l redimir a Israel de todos sus delitos.

V. Dadles, Seor, a todas las almas
el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas
vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amn.