Tengo bien presente, todopoderoso Dios y Padre, que en mi vida Te debo un deber muy particular. Este consiste en hacer que todo pensamiento y palabra sea sobre Ti.

De hecho, me has conferido este don de locucin y este no puede rendir mas grande provecho que al estar a Tu servicio. Es para hacerte conocido como Padre, el Padre del unignito Dios, y predicar esto al mundo que no te conoce y a los herejes que se niegan en creer en Ti.

En este asunto la declaracin de mi intencin solo tiene limitado valor. Para lo que resta, necesito orar para obtener el don de Tu ayuda y Tu misericordia. Al esparcir nuestras velas de confianza y fe en ti y en manifestacin pblica ante Ti, llnalas con el aliento de Tu Espritu, para encaminarnos mientras comenzamos este curso de proclamar Tu verdad. Hemos recibido la promesa y, quien nos hizo la promesa, es de confianza: pide, y se te ser otorgado; busca, y lo has de encontrar; golpea, y la puerta se abrir para ti.

Si. En nuestra probreza rezaremos por nuestras necesidades. Estudiarmos los dichos de los profetas y apstoles con una atencin infatigable, y golpearemos para ser admitidos adonde sea que el don de la comprehensin se guarda cuidadosamente. Pero de Ti depende, Seor, el cumplimiento de nuestras peticiones, en estar presente cuando te buscamos y en abrir la puerta cuando la golpeamos.

Existe una inercia en nuestra naturaleza la cual nos hace ingenuos y, en nuestro intento en conpenetrar la verdad, nos contenemos dentro de los lmites de la ignorancia debido a la debilidad de nuestras mentes. No obstante, podemos comprender ideas divinas al prestar seria atencin a Tus enseanzas y al obedecer a la fe que nos lleva ms all de nuestra mera aprensin.

Por lo tanto, confiamos en Ti que inspires estos comienzos de esta nuestra empresa, que fortalezcas su progreso, y que nos llames en una sociedad en el espritu de los profetas y los apstoles. Para ese fin, pedimos que podamos captar con precisin lo que quisieron decir, tomando cada palabra en su sentido real y autntico. Es as porque lo que estamos por decir ya ha sido declardo como parte del misterio de la Revelacin: que Tu eres el Eterno Dios, el Padre del Unignito Dios; que Tu eres Uno y no has nacido de otro; y que el Seor Jess es tambien Uno, nacido de Ti para toda la eternidad. No debemos proclamar un cambio en la Verdad con respecto al nmero de dioses. No debemos negar que El es el Unignito de Ti quien es el Solo y Unco Dios; tampoco debemos aseverar nada que no sea el verdadero Dios, nacido de Ti, quien es el Verdadero Dios el Padre.

Imprtanos, entonces, el significado de las palabras de la Escritura y dnos la luz para entenderla, con reverencia a la doctrina y confianza en su verdad. Concdenos la gracia que podamos expresar lo que creemos. A travs de los profetas y apstoles sabemos de ti, el Solo Dios Padre, y el Solo Seor Jesucristo. Que obtengamos la gracia, ante la faz de los hejeres que te niegan, honrate como Dios, quien no est solo, y en proclamar esto como la Verdad. Amn