San Bernardo de Claraval, Doctor de la Iglesia - "He liberado a mi alma"
Cristo Abrazando a San Bernardo de Francisco Ribalta (1565-1628); 1625-27; Museo del Prado, Madrid, Espaa;
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Bernardo de Claraval, como se muestra en la iglesia de la Abada de Heiligenkreuz cerca de Baden bei Wien, Austria Menor. Retrato (1700) con la verdadera efigie del Santo hecha por Georg Andreas Wasshuber (1650-1732); commons.wikimedia.org
Amo porque amo, amo por amar
Del Sermn 83, 4-6: Opera omnia, de San Bernardo, Abad y Doctor
El amor basta por s solo, satisface por s solo y por causa de s.
Su mrito y su premio se identifican con l mismo.
El amor no requiere otro motivo fuera de l mismo, ni tampoco ningn provecho.
Su fruto consiste en su misma prctica.
Amo porque amo, amo por amar.
Gran cosa es el amor, con tal de que recurra a su principio y origen, con tal de que vuelva siempre a su fuente y sea una continua emanacin de la misma.
Entre todas las emociones, sentimientos y afectos del alma, el amor es lo nico con que la criatura puede corresponder a su Creador, aunque en un grado muy inferior, lo nico con que puede restituirle algo semejante a lo que l le da.
En efecto, cuando Dios ama, lo nico que quiere es ser amado: si l ama, es para que nosotros lo amemos a l, sabiendo que el amor mismo hace felices a los que se aman entre s.
El amor del Esposo, mejor dicho, el Esposo que es amor, slo quiere a cambio amor y fidelidad. No se resista, pues, la amada en corresponder a su amor. Puede la esposa dejar de amar, tratndose adems de la esposa del Amor en persona? Puede no ser amado el que es el Amor por esencia?
Con razn renuncia a cualquier otro afecto y se entrega de un modo total y exclusivo al amor el alma consciente de que la manera de responder al amor es amar ella a su vez.
Porque, aunque se vuelque toda ella en el amor, qu es ello en comparacin con el manantial perenne de este amor?
No manan con la misma abundancia el que ama y el que es el Amor por esencia, el alma y el Verbo, la esposa y el Esposo, el Creador y la criatura; hay la misma disparidad entre ellos que entre el sediento y la fuente.
Que es entonces lo que le d esperanza a la esposa, su deseo quebrante, su amor apasionado, su aseguranza confiante?
Segn esto, no tendr ningn valor ni eficacia el deseo nupcial, el anhelo del que suspira, el ardor del que ama, la seguridad del que confa, por el hecho de que no puede correr a la par con un gigante, de que no puede competir en dulzura con la miel, en mansedumbre con el cordero, en blancura con el lirio, en claridad con el sol, en amor con aquel que es el amor mismo?
De ninguna manera. Porque, aunque la criatura, por ser inferior, ama menos.
Con todo, si ama con todo su ser, nada falta a su amor, porque pone en juego toda su facultad de amar.
Por ello, este amor total equivale a las bodas msticas, porque es imposible que el que as ama sea poco amado, y en esta doble correspondencia de amor consiste el autntico y perfecto matrimonio.
Siempre en el caso de que se tenga por cierto que el Verbo es el primero en amar al alma, y que la ama con mayor intensidad.
Amo porque amo, amo por amar
Del Sermn 83, 4-6: Opera omnia, de San Bernardo, Abad y Doctor
El amor basta por s solo, satisface por s solo y por causa de s.
Su mrito y su premio se identifican con l mismo.
El amor no requiere otro motivo fuera de l mismo, ni tampoco ningn provecho.
Su fruto consiste en su misma prctica.
Amo porque amo, amo por amar.
Gran cosa es el amor, con tal de que recurra a su principio y origen, con tal de que vuelva siempre a su fuente y sea una continua emanacin de la misma.
Entre todas las emociones, sentimientos y afectos del alma, el amor es lo nico con que la criatura puede corresponder a su Creador, aunque en un grado muy inferior, lo nico con que puede restituirle algo semejante a lo que l le da.
En efecto, cuando Dios ama, lo nico que quiere es ser amado: si l ama, es para que nosotros lo amemos a l, sabiendo que el amor mismo hace felices a los que se aman entre s.
El amor del Esposo, mejor dicho, el Esposo que es amor, slo quiere a cambio amor y fidelidad. No se resista, pues, la amada en corresponder a su amor. Puede la esposa dejar de amar, tratndose adems de la esposa del Amor en persona? Puede no ser amado el que es el Amor por esencia?
Con razn renuncia a cualquier otro afecto y se entrega de un modo total y exclusivo al amor el alma consciente de que la manera de responder al amor es amar ella a su vez.
Porque, aunque se vuelque toda ella en el amor, qu es ello en comparacin con el manantial perenne de este amor?
No manan con la misma abundancia el que ama y el que es el Amor por esencia, el alma y el Verbo, la esposa y el Esposo, el Creador y la criatura; hay la misma disparidad entre ellos que entre el sediento y la fuente.
Que es entonces lo que le d esperanza a la esposa, su deseo quebrante, su amor apasionado, su aseguranza confiante?
Segn esto, no tendr ningn valor ni eficacia el deseo nupcial, el anhelo del que suspira, el ardor del que ama, la seguridad del que confa, por el hecho de que no puede correr a la par con un gigante, de que no puede competir en dulzura con la miel, en mansedumbre con el cordero, en blancura con el lirio, en claridad con el sol, en amor con aquel que es el amor mismo?
De ninguna manera. Porque, aunque la criatura, por ser inferior, ama menos.
Con todo, si ama con todo su ser, nada falta a su amor, porque pone en juego toda su facultad de amar.
Por ello, este amor total equivale a las bodas msticas, porque es imposible que el que as ama sea poco amado, y en esta doble correspondencia de amor consiste el autntico y perfecto matrimonio.
Siempre en el caso de que se tenga por cierto que el Verbo es el primero en amar al alma, y que la ama con mayor intensidad.
"Trabajemos para tener el manjar que no se consume: trabajemos en la obra
de nuestra salvacin. Trabajemos en la via del Seor, para hacernos
merecedores del denario cotidiano. Trabajemos para obtener la sabidura,
ya que ella afirma: Los que trabajan para alcanzarme no pecarn. El campo
es el mundo nos dice aquel que es la Verdad; cavemos en este campo; en
l se halla escondido un tesoro que debemos desenterrar.
Visin de San Bernardo con los Santos Benedicto y Juan el Evangelista de Fra Bartolomeo (1472-1517); 1504; Galera Uffizi, Florencia, Italia;
commons.wikimedia.org
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"Hay aquellos que buscan el conocimiento en el nombre del conocimiento mismo; esto es Curiosidad.
Hay aquellos que buscan el conocimiento para ser conocidos por los demas; esto es Vanidad.
Hay aquellos que buscan el conocimiento para poder servir; esto es AMOR."
Hay aquellos que buscan el conocimiento para ser conocidos por los demas; esto es Vanidad.
Hay aquellos que buscan el conocimiento para poder servir; esto es AMOR."
August 20 - San Bernardo de Claraval (1090-1153) - Abad y Doctor de la Iglesia - "He liberado a mi alma" - Todas los dichos son de San Bernardo de Claraval
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