En Honor a la Santsima Virgen Mara, Madre de Dios
Madona y el Nio Cristo Recibiendo Bendiciones de Benozzo Gozzoli; 1449; Santa Maria sopra Minerva, Roma, Italia;
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Smbolo Mariano por San Alfonso Mara Ligori
"Cuando un parecer es de algn modo honroso para la Virgen Santsima,
y tiene algn fundamento, y no est en pugna con las verdades de fe y los
decretos de la Iglesia, ni con la verdad ciertamente conocida, el no
aceptarla o impugnarla, denota poca devocin a la Madre de Dios. No
quiero yo ser del nmero de estos poco devotos, ni quisiera ver entre
ellos a mis lectores; antes bien, querra fusemos todos del nmero de
los que todo cuanto sin error se puede creer de las grandezas de la
Virgen, todo llana y firmemente lo creen, lo cual es una de las cosas
ms agradables a Mara."
1. Creo que la Santsima Virgen fue predestinada desde la eternidad, no a la gracia y a la gloria principalmente, como los dems hombres, sino que fue predestinada principalmente para ser la Madre del Redentor y Corredentora del gnero humano.
2. Creo, por consiguiente, que se ha de decir de la Santsima Virgen lo que se dice de Jesucristo, aunque en menor grado y con subordinacin a El.
3. Creo, con San Bernardo, que "por Mara fueron inspiradas las Sagradas Escrituras y de Mara nos hablan todas ellas; que por Mara fue creado el mundo, y porque Mara fue llena de gracia, por Ella baj del Cielo la majestad de Dios y por Ella es exaltado el hombre hasta los Cielos."
4. Creo que Mara es verdadera y propiamente Madre de Dios, dignidad infinita en su gnero, porque no cabe otra ms excelente en pura criatura.
5. Creo que fue concebida sin mancha de pecado original, ni tuvo jams pecado personal alguno, ni aun sombra de pecado.
Smbolo Mariano por San Alfonso Mara Ligori
"Cuando un parecer es de algn modo honroso para la Virgen Santsima,
y tiene algn fundamento, y no est en pugna con las verdades de fe y los
decretos de la Iglesia, ni con la verdad ciertamente conocida, el no
aceptarla o impugnarla, denota poca devocin a la Madre de Dios. No
quiero yo ser del nmero de estos poco devotos, ni quisiera ver entre
ellos a mis lectores; antes bien, querra fusemos todos del nmero de
los que todo cuanto sin error se puede creer de las grandezas de la
Virgen, todo llana y firmemente lo creen, lo cual es una de las cosas
ms agradables a Mara."
1. Creo que la Santsima Virgen fue predestinada desde la eternidad, no a la gracia y a la gloria principalmente, como los dems hombres, sino que fue predestinada principalmente para ser la Madre del Redentor y Corredentora del gnero humano.
2. Creo, por consiguiente, que se ha de decir de la Santsima Virgen lo que se dice de Jesucristo, aunque en menor grado y con subordinacin a El.
3. Creo, con San Bernardo, que "por Mara fueron inspiradas las Sagradas Escrituras y de Mara nos hablan todas ellas; que por Mara fue creado el mundo, y porque Mara fue llena de gracia, por Ella baj del Cielo la majestad de Dios y por Ella es exaltado el hombre hasta los Cielos."
4. Creo que Mara es verdadera y propiamente Madre de Dios, dignidad infinita en su gnero, porque no cabe otra ms excelente en pura criatura.
5. Creo que fue concebida sin mancha de pecado original, ni tuvo jams pecado personal alguno, ni aun sombra de pecado.
6. Creo que fue siempre Virgen, antes del parto, en el parto y despus
del parto.
7. Creo en su gloriosa Asuncin a los cielos en cuerpo y alma.
8. Creo que la Virgen Santsima redimi al genero humano en colaboracin esencial con su Hijo, por lo que merece con toda verdad y propiedad el ttulo de Corredentora.
9. Creo que, por esta su colaboracin a la Redencin, fue constituida por Dios Tesorera y Dispensadora de todas las gracias que se dispensarn a los hombres hasta el fin de los siglos.
10. Creo, por tanto, que la gracia de la perseverancia final o buena muerte, como las dems, nos viene por las manos de la Santsima Virgen.
11. Creo que la devocin a la Santsima Virgen es moralmente necesaria para salvarnos.
12. Creo que no slo el ser devoto de la Santsima Virgen es seal de predestinacin, sino que haber recibido, a lo menos, la gracia de pensar con frecuencia y con dulzura en Mara es una gran seal de merecer el Cielo.
7. Creo en su gloriosa Asuncin a los cielos en cuerpo y alma.
8. Creo que la Virgen Santsima redimi al genero humano en colaboracin esencial con su Hijo, por lo que merece con toda verdad y propiedad el ttulo de Corredentora.
9. Creo que, por esta su colaboracin a la Redencin, fue constituida por Dios Tesorera y Dispensadora de todas las gracias que se dispensarn a los hombres hasta el fin de los siglos.
10. Creo, por tanto, que la gracia de la perseverancia final o buena muerte, como las dems, nos viene por las manos de la Santsima Virgen.
11. Creo que la devocin a la Santsima Virgen es moralmente necesaria para salvarnos.
12. Creo que no slo el ser devoto de la Santsima Virgen es seal de predestinacin, sino que haber recibido, a lo menos, la gracia de pensar con frecuencia y con dulzura en Mara es una gran seal de merecer el Cielo.
6. Creo que fue siempre Virgen, antes del parto, en el parto y despus
del parto.
7. Creo en su gloriosa Asuncin a los cielos en cuerpo y alma.
8. Creo que la Virgen Santsima redimi al genero humano en colaboracin esencial con su Hijo, por lo que merece con toda verdad y propiedad el ttulo de Corredentora.
9. Creo que, por esta su colaboracin a la Redencin, fue constituida por Dios Tesorera y Dispensadora de todas las gracias que se dispensarn a los hombres hasta el fin de los siglos.
7. Creo en su gloriosa Asuncin a los cielos en cuerpo y alma.
8. Creo que la Virgen Santsima redimi al genero humano en colaboracin esencial con su Hijo, por lo que merece con toda verdad y propiedad el ttulo de Corredentora.
9. Creo que, por esta su colaboracin a la Redencin, fue constituida por Dios Tesorera y Dispensadora de todas las gracias que se dispensarn a los hombres hasta el fin de los siglos.
10. Creo, por tanto, que la gracia de la perseverancia final o buena muerte, como las dems, nos viene por las manos de la Santsima Virgen.
11. Creo que la devocin a la Santsima Virgen es moralmente necesaria para salvarnos.
12. Creo que no slo el ser devoto de la Santsima Virgen es seal de predestinacin, sino que haber recibido, a lo menos, la gracia de pensar con frecuencia y con dulzura en Mara es una gran seal de merecer el Cielo.
13. Creo que Mara es nuestra Madre, porque de su libre consentimiento dependi la Encarnacin y la muerte de su Hijo, nuestra Vida.
14. I believe that the Most Holy Virgin loves us all and each one with an immense love, which is not even a shadow of the love that all women together have for their own children.
15. Creo que la Santsima Virgen nos ama a todos y a cada uno con amor inmenso, del que no es ni sombra el amor de todas las madres juntas a sus hijos.
16. Creo que la Santsima Virgen es abogada y refugio y nica esperanza de los pecadores.
17. Creo que no hay pecador tan lleno de crmenes que si a Ella se encomienda, no alcance el perdn y el cielo.
18. Creo que la Santsima Virgen se ofende, no slo de los que la injurian, sino de los que no se encomiendan a Ella y confan totalmente en su patrocinio.
19. Creo que es tan benigna y poderosa que aun al diablo sacara del infierno y llevara de nuevo a la gloria si, humillndose, pidiera perdn a Dios e implorase la ayuda de Mara, lo que, sin embargo, por Soberbia no har jams.
20. Creo que, slo con que tengamos la dicha de morir delante de una imagen de Mara pronunciando su nombre o pidindole misericordia, iremos ciertamente al cielo".
18. Creo que la Santsima Virgen se ofende, no slo de los que la injurian,
sino de los que no se encomiendan a Ella y confan totalmente en su
patrocinio.
19. Creo que es tan benigna y poderosa que aun al diablo sacara del infierno y llevara de nuevo a la gloria si, humillndose, pidiera perdn a Dios e implorase la ayuda de Mara, lo que, sin embargo, por Soberbia no har jams.
20. Creo que, slo con que tengamos la dicha de morir delante de una imagen de Mara pronunciando su nombre o pidindole misericordia, iremos ciertamente al cielo".
19. Creo que es tan benigna y poderosa que aun al diablo sacara del infierno y llevara de nuevo a la gloria si, humillndose, pidiera perdn a Dios e implorase la ayuda de Mara, lo que, sin embargo, por Soberbia no har jams.
20. Creo que, slo con que tengamos la dicha de morir delante de una imagen de Mara pronunciando su nombre o pidindole misericordia, iremos ciertamente al cielo".
21. Creo que la verdadera devocin a la Santsima Virgen consiste en imitar sus virtudes y ejemplos..
22. Creo, sin embargo, que aun la devocin imperfecta del pecador que la honra constantemente con algn obsequio, aunque sea pequeo, no se perder eternamente.
23. Creo que, siendo Ella nuestra vida y el camino seguro para ir a Cristo, quien no profesa una devocin singular a Mara carece de vida espiritual.
24. Creo que no hay pecador o impo por obstinado que se halle, que si pronuncia con respeto y
Madona y el Nio Cristo por un Artista de Mosaicos Italiano; siglo XIII; San Paolo fuori le Mura, Roma, Italia;
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devocin el nombre de Mara, no alcance
la gracia de la conversin.
25. Creo que delante de Dios tiene ms eficacia un suspiro de la Santsima Virgen que todas las oraciones de los ngeles, bienaventurados y hombres juntos.
26. Creo, en fin, que la Santsima Virgen alivia y favorece de modo especial en el purgatorio a las almas que le fueron en esta vida particularmente devotas.
25. Creo que delante de Dios tiene ms eficacia un suspiro de la Santsima Virgen que todas las oraciones de los ngeles, bienaventurados y hombres juntos.
26. Creo, en fin, que la Santsima Virgen alivia y favorece de modo especial en el purgatorio a las almas que le fueron en esta vida particularmente devotas.
Los ama mucho, mucho. Los ama en cada momento sin excepcin alguna."
"En el nombre de Mara, les digo a cada uno de ustedes:
Ella te ama, a cada uno y a todos.
Los ama mucho, mucho.
Los ama en cada momento sin excepcin alguna."
Ella te ama, a cada uno y a todos.
Los ama mucho, mucho.
Los ama en cada momento sin excepcin alguna."
San Maximiliano Mara Kolbe
Sub Tuum Praesidium
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las splicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, lbranos de todo peligro,
Oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Una de las primeras oraciones dirigidas a la
Santsima Virgen por los primeros cristianos desde
aproximadamente el ao 250, y tambien el primer uso
grabado del trmino Griego Theotokos, Madre de Dios.
O Jesus, que vives en Mara
Oh Jess, que vives en Mara:
ven a vivir en nosotros, tus siervos,
con tu Espritu de santidad,
con la plenitud de tus dones,
con la perfeccin de tus caminos,
con la realidad de tus virtudes,
con la comunin de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo,
por tu Espritu Santo, para gloria del Padre. Amn
Esta oracin pertenece al mtodo de preparacin para la
Esclavitud Mariana. San Eugenio de Mazenod la estableci
diariamente para los Oblatos.
Icono de la Entronada Virgen y Nio con Angeles y los Santos Jorge y Teodro; circa 600; Monasterio de Santa Catalina, Monte Sina, Egipto;
commons.wikimedia.org
En Honor a la Santsima Virgen Mara, Madre de Dios
Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios
La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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