"Tena trece aos cuando escuch la voz de Dios para mi auxilio y guianza.

La primera vez que oh esta Voz, estaba muy asustada; era el mediodia, en el verano, en el jardn de mi padre. No haba ayunado el da anterior. Escuche a esta Voz a mi derecha, hacia la Iglesia; raramente la oigo sin venir a mi acompaada tambien por una luz. Esta luz parece provenir del mismo lado que la Voz. Generalmente es una gran luz. Desde que he llegado a Francia la he oido con frecuencia ... Si yo estaba en un bosque yo poda oir facilmente a la Voz que vena a mi. Pareca provenir de labios que yo debera reverenciar. Creo que fue enviada directamente por Dios. Cuando la oh por tercera vez, la reconoc como la Voz de un ngel. Esta Voz siempre me ha protejido muy bien y siempre la he entendido; me instruy en como ser buena y en ir frecuentemente a la Iglesia; me ha dicho que era necesario que yo me viniera para Francia.

Me has preguntado bajo que forma esta Voz se me apareci? Oirs mas sobre ella esta vez. Me dijo dos o tres veces por semana: 'Tu debes irte a Francia.' Mi padre no supo nada de mi partida. La Voz me dijo: 'Vete a Francia!' Ya no poda quedarme ms. Me dijo: Vete, alza el calvario que se est formando ante la Ciudad de Orleans. Anda!' Y agreg: a Robert de Baudricourt, Capitn de Vaucouleurs: l te proveer una escolta para acompaarte. Y yo respond que era nada mas que una pobre nia, que no saba nada de cabalgar o pelear. Fu a mi tio y le dije que deseaba estar con el por un tiempo. Permanec ah por ocho das. Le dije:, Yo debo irme a Vaucouleurs. A ese lugar me llev. Cuando llegu, lo reconoc a Robert de Baudricourt, aunque nunca lo haba visto antes. Lo conoca, gracias a mi Voz, que me hizo reconocerlo."