Ofrezcmosle a Jess un Hogar en Nuestros Corazones
La Adoracin de los Magos de Pietro Perugino; 1476; Galleria Nazionale dellUmbria, Perugia, Italia;
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Hymno: "O Sola Magnarum Urbium"
Diariamente durante la Octava de la Epifana
Beln! de todas las ciudades ms nobles, ninguna puede compararse a ti;
Solo a t el Seor te eligi para desde el cielo Encarnarse.
Mas bella que el sol de la maana fue la estrella que anunci Su nacimiento;
A las tierras su Dios anunciante, ocult una forma de tierra manifiesta.
Por su brillante hermosura gui, ved, para los Reyes del Oriente aparecer;
Mralos arrodillarse, sus regalos ofreciendo dones de incienso, oro y mirra.
Ofrendas de significado mstico; Dios es vislumbrado por el incienso;
Un nio real es proclamado por el oro; la mirra preve una tumba futura.
Santo Jess! Tu brillantez se dislumbra al mundo de los gentles!
Con el Padre y el Espritu, se Te d alabanza sin cesar! Amn
V. Que la Tierra entera Te adore y Te de alabanzas!
R. Que a Tu Nombre te cante alabanzas, Oh Seor.
Oremos
Mra con compasin los regalos de Tu Iglesia, Te imploramos, Seor, por los cuales el oro, el incensio y la mirra ya no son recostados ante Ti; pero l es sacrificado y recibido; Quien, a travs de esos mismos regalos, fue significado, Jesucristo Tu Hijo, Nuestro Seor, Quien vive y reina contigo, en la Unidad del Espritu Santo, Un Slo Dios, por los siglos de los siglos. Amn
San Caspar, San Melchoir y San Baltasar, ruega por nosotros
San Caspar, San Melchoir y San Baltasar, ruega por nosotros
La Adoracin de los Magos(panel central) de Hieronymus Bosch; 1510; Museo del Prado, Madrid, Espaa;
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La Adoracin de los Magos
San Alfonso de Ligorio
Jess nace pobre en un pesebre; los ngeles del cielo sin duda Lo reconocen pero en la tierra los hombres cruelmente lo abandonan y desamparan. Solamente unos pocos pastores van y le rinden homenaje. No obstante, nuestro Redentor desea comunicarnos la gracia de Su redencin, y comienza a manifestarse a los Gentles, los cuales lo conocian menos. Por lo tanto l manda a una estrella para iluminar a los santos Magos, para que puedan venir, reconocer y adorar a sus Salvador. Esta fue la primera y soberana gracia que se nos di -- nuestra vocacin a la fe, la cual fue seguida por nuestra vocacin a la gracia que se le fue negada -- hasta ahora -- de los hombres.
Contemplad a estos hombres sabios quienes, inmediatamente y sin demora, embarcaron en su viaje. La estrella los acompaa hasta la caverna donde llace el santo infante: al llegar entran y (...) sienten una alegra que nuncan haban sentido antes; sus corazones se sienten atados al querido pequeo infante que estn contemplando. La paja, la pobreza, los llantos de sus pequeo Salvador -- Oh, que dardos de amor! Oh, que benditas llamas son para sus corazones iluminados! El infante los mira con gozo y sta es la marca de afecto con el cual los acepta como las primeras frutas de Su Redencin.
Entonces los reyes magos la miran a Mara, la cual no habla -- ella permanece en silencio; an as, con su templaza bendita ella respira la dulzura del paraiso y les d la bienvenida, agradecindoles por haber sido los primeros en venir y reconocer a Su hijo (como bien Lo s) como su Seor Soberano.
Mira tambien como, en reverencia, Lo adoran en silencio, y Lo reconocen como su Dios, besndole Sus pies y ofreciendole regalos de oro, incienso y mirra. Que nosotros tambien, juntos a los santos magos, adoremos a nuestro pequeo Rey Jess, y Le ofrezcamos nuestros Corazones enteros.
Darmstadt Altarpiece: La Epifana, Maestro Desconocido, Aleman; 1440s; Museo Staatliche, Berln, Alemania;
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Afectos y Oraciones
Oh amable Infante! Aunque Te veo en esta caverna recostado sobre paja, pobre y humilde, nuestra fe nos ensea que Tu eres nuestro Dios, Quien quiso tanto! bajar del Cielo para nuestra salvacin.
Te reconozco entonces como mi Seor soberano y mi Salvador. No obstante no tengo nada, als, para ofrecerte.
No tengo el oro del amor, porque he amado a las criaturas ms que a Ti; he amado a mis caprichos, pero no Te he amado lo suficiente, Oh Seor amable, infinito!
No tengo el incienso de la oracin, porque he vivido en un estado inperdonable de olvido.
No tengo la mirra de la mortificacin, ya que he descomplacido a Tu infinita bondad para el slo proposito de no privarme de mis placeres miserables.
Que puedo ofrecerte entonces?
Te ofrezco mi corazn, pobre e impuro como lo es. Te pido que lo aceptes y lo cambies.
Tu viniste al mundo con este propsito: para limpiar los corazones de los homres de sus pecados con Tu sangre, as cambindolos de pecadores a santos.
Dme por lo tanto, Te imploro, este oro, este incienso y esta mirra.
Dme el oro de Tu santo amor; dme el espritu de la santa oracin; dme el deseo y la fuerza para mortificarme al evitar todo lo que Te desagrade.
Estoy resuelto en obedecerte y en amarte. Tu conoces mis debilidades. Oh, dme la gracia para serte siempre fiel!
Santsima Virgen, bienveniste con tanto afecto a los Santos Magos y as los consolaste. Dme la bienvenida y consuelame tambien, quien viene a visitar a tu Hijo y a ofrecerse enteramente a l.
On Madre ma, tengo gran confianza en tu intercesin! Recomindame te pido a Jess. A ti te engargo my alma y mi voluntad; nela para siempre al amor de mi Jess! Amn
La Adoracin de los Magos de Francisco de Zurbarn; 1639-1640; Muse des Beaux-Arts, Grenoble, Francia;
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Reflecciones sobre la Epifana
La Epifana significa, en particular, la manifestacin del Salvador al mundo de los gentles, a travs de la persona de los Reyes Magos.
La forma en la cual los Reyes Magos actuaron nos demuestra las cualidades que nuestra fe debe tener.
Eran fieles a la inspiracin de la gracia. No permaneciron ni en la duda ni en el raznamiento. Sino, inmediatamente llevaron a cabo sin titubear su decisin.
Si escuchamos con fe el llamado de gracia, llegaremos sin duda a Cristo, Quien es la Vida de nustras almas.
La Iglesia desea que nos asociemos a la adoracin de los Reyes Magos y a ofrecerle al infante Dios el oro de una vida llena de amor y fidelidad, el incienso de una fe llena de oracin y la mirra de nuestas penas, lgrimas y sufrimientos que unimos a las de l.
La Epifana se renueva cuando Dios hace que la luz del Evangelio ilumine la vista de los paganos y permite que Su verdad sea realizada por quienes viven en el error.
La Epifana es continuada tambien dentro de las almas fieles cuando el amor de Cristo se torna mas fervoroso y slido, ya que Cristo comienza a manifestarse y vive en nosotros por y con Su gracia divina.
Mientras que durante la Navidad, admiramos la unin de la divinidad de Nustro Seor con Su humanidad, durante la Epifana, honramos la unin espiritual de nustras almas con l.
Celebrando la Epifana - Ofrezcmosle a Jess un Hogar en Nuestros Corazones
Este sitio es dedicado a Nuestro Seor Jesucristo
en la Santsima Virgen Mara
para la Gloria de Dios
La Bendicin Apostlica de la Santa Sede en Roma se imparta (28 de Octubre, 2013)
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