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Santa Rosa de Lima, Vrgen
Sermn del Padre Francis Xavier Weninger, 1876
Dios dio a los cristianos de las Amricas, y en todo el mundo, un bello ejemplo de santidad, a finales del siglo XVI y principios del XVII, en la Santa cuya fiesta es conmemorada hoy por la Iglesia Catlica. Su lugar natal era Lima, la capital del Per. Ella se llamaba Isabel, pero mientras estaba en la cuna, se llamaba Rosa, ya que en su rostro, con su belleza, se pareca a una rosa. Ella tom el apellido de Santa Mara, por orden de la Santsima Virgen. Ya en su niez, su conducta era santa. Su intencin era seguir el ejemplo de Santa Catalina de Siena, cuya vida haba ledo, y por lo tanto entr en el tercer orden de Santo Domingo. Cuando tena cinco aos, consagr su virginidad a Dios, y fue una doncella perfecta del Seor, que durante toda su vida ella nunca lo ofendi por un pecado mortal, ni siquiera intencionalmente por algun pecado venial. Su tiempo se dividi entre la oracin y el trabajo. Doce horas daba a ejercicios devotos, dos o tres a dormir y el resto, a trabajar.

Cuando creci hasta convertirse en mujer, su mano fue buscada por varios, pero ella siempre dio sin vacilar la respuesta, que ya estaba prometida a un cnyuge celestial. Que, sin embargo, sus padres no podran instarla ms, ella misma se cort el pelo, como un signo de su consagracin a Dios. Trat a su cuerpo inocente con severidad extrema. Desde su niez se abstena de fruta, que en Per es tan deliciosa. Sus ayunos y abstinencias eran ms que humanas; pues, cuando apenas tena seis aos, su alimento consista casi exclusivamente en agua y pan. A la edad de quince aos, hizo un voto de nunca comer carne, excepto cuando estaba obligado por la obediencia. Ni siquiera cuando estaba enferma, ella coma mejor comida. A veces, durante cinco u ocho das, no coma nada, viviendo slo del pan de los ngeles. Durante toda la Cuaresma, tom slo cinco semillas de cidra, diariamente. Por increble que parezca esto al lector, es contada por una autoridad indiscutible. Su cama era un tablero spero, o algunos troncos de madera anudados. Su almohada era una bolsa llena de juncos o piedras.
Cada noche azot su cuerpo con dos pequeas cadenas de hierro, en recuerdo del doloroso flagelo de nuestro Salvador, y por la conversin de los pecadores. Cuando, sin embargo, su Confesor le prohibi esto, ella, siguiendo el ejemplo de Santa Catalina de Siena, at tres veces alrededor de su cuerpo una delgada cadena que en pocas semanas haba cortado tan profundamente en la carne que apenas se poda ver. Temiendo que ella fuera obligada a revelarla, or a Dios por Su ayuda, y la cadena se solt de s misma. Apenas se curaron las heridas, volvi a llevar la cadena, hasta que su Confesor, informado de ello, le prohibi hacerlo. Ella entonces tena una tnica penitencial hecha del pelo del caballo, que alcanzaba debajo de sus rodillas, y ocasion su intenso sufrimiento. Llevaba debajo de su velo, en recuerdo de la corona de espinas de nuestro Salvador, una corona que estaba clavada en el interior con alfileres, y que le hiri la cabeza con dolor. Para asistir mejor a sus oraciones, amaba la soledad por encima de todo.

Con este fin, pidi permiso a sus padres para construir una pequea celda en un rincn del jardn. Esta celda tena slo cinco pies de largo y cuatro de ancho; Pero vivi ms felizmente en ella que muchos otros en los palacios reales. Oh, cuntas gracias obtuvo del cielo en este lugar! Cuntas visiones tuvo all de Santa Catalina de Siena, su ngel de la guarda, la Santsima Virgen, e incluso de Cristo mismo! Tambin fue frecuentemente favorecida con visiones en otros lugares. El ms notable de estos fue uno que ella tuvo el Domingo de Ramos, en la capilla del Santo Rosario, ante una imagen de la Santsima Virgen. Rose, mirando al cuadro, percibi que la Virgen Madre, as como el Nio divino, la miraba con gracia, y al fin oy claramente de los labios del Nio divino las palabras: "Rosa, t sers mi cnyuge." Aunque llena de santo temor, ella respondi, en las palabras que la Santsima Virgen haba dicho al ngel: "He aqu que soy sierva del Seor, hgase en m segn tu palabra." Despus de esto, la Virgen Madre le dijo: "Que apreciis bien el favor que mi Hijo os ha concedido, querida Rosa!"
Dejo al lector piadoso imaginar el gozo inexpresable que esta visin le dio a Rosa. Le sirvi como un poderoso incentivo para la prctica de todas las virtudes. Entre estas virtudes, seguramente no menos fue la paciencia heroica que mostr esta santa virgen, tanto en el sufrimiento corporal como en la angustia interior y espiritual. El Todopoderoso le permiti, durante quince aos, ser diariamente atormentada, al menos durante una hora, por las imaginaciones ms horribles que eran de tal naturaleza, que a veces pensaba que ella estaba en medio del infierno. No poda pensar ni en Dios ni en las gracias que l le haba concedido; Ni la oracin ni la devota lectura le daban ningn consuelo. A veces pareca como si hubiera sido abandonada por Dios. De esta manera, Dios quiso probar y purificar su virtud, como lo haba hecho con muchos otros santos. Su paciencia fue tambin ms severamente probada por las enfermedades dolorosas, ya que a veces tena una combinacin de dos o tres enfermedades al mismo tiempo, y sufra ms intensamente.

Durante los ltimos tres aos de su vida, estaba incapacitada en casi todos sus miembros; pero su resignacin a la voluntad de Dios era demasiado perfecta para permitirle pronunciar una palabra de queja. Todo lo que ella deseaba y oraba era sufrir an ms por el amor de Cristo. Al mismo tiempo, alentaba a otros enfermos, a quienes serva con indescriptible bondad, siempre y cuando estuviera bien. Trat de consolarlos cuando era necesario prepararlos para una feliz muerte; porque, su mayor gozo era hablar de Dios y conducir a otros a l. Un da, cuando estaba muy preocupada por su salvacin, Cristo se le apareci y le dijo: "Hija ma, condeno a los que no sern salvos". l le asegur al mismo tiempo, primero, que ella ira al cielo; Segundo, que nunca perdera Su gracia por el pecado mortal; En tercer lugar, que la ayuda divina nunca fallara en ninguna emergencia.
Dios tambin le revel el da y la hora de su muerte, que tuvo lugar en su trigsimo primer ao. Despus de que se le haban administrado los santos sacramentos, rog a todos los presentes que perdonaran sus faltas y los exhortaron a amar a Dios. Cuanto ms se aproximaba la hora de su muerte, mayor era su alegra.

Poco antes de que terminara, ella entr en xtasis, y despus de eso, le dijo a su Confesor: "Oh, cunto puedo decirte de la dulzura de Dios y de la bienaventurada morada celestial del Todopoderoso!" Pidi a su hermano que le quitara la almohada que haba puesto debajo de su cabeza, para que pudiera morir en las tablas, como Cristo haba muerto en la cruz. Cuando esto se hizo, exclam tres veces: "Jess, Jess, s conmigo!", y expir. Despus de la muerte, su rostro era tan hermoso, que todos los que la miraban se perdan de asombro. Su funeral era ms imponente. Los Cnones primero llevaron el cuerpo a una parte del camino a la iglesia; Despus de ellos el senado y, por ltimo, los superiores de las diferentes rdenes, tan grande era la estima que todos tenan por su santidad. Dios la honr despus de su muerte con muchos milagros; Clemente X la canoniz en 1671 y la coloc entre el nmero de las santas vrgenes.
CONSIDERACIONES PRCTICAS

I. Has sido capaz de leer sin asombro los diferentes medios que Santa Rosa empleaba para dar dolor a su cuerpo y constantemente mortificarse? Que piensas de eso? Te dir lo que pienso. Encontramos en la vida de casi todos los santos que se abstuvieron de todo placer mundano y se ejercitaron en penitencias voluntarias. Sin embargo, como la gente de nuestros das no oir nada de esto y vivir cmodamente, y piensa que, evitando todas las mortificaciones de la carne y gozando de todos los placeres del mundo, en el mismo cielo en que los santos trataron de entrar por tantas austeridades voluntarias, debo llegar a la conclusin de que los santos actuaron muy tontamente al ser tan severos para ellos mismos, o que el mundo de nuestros das se equivoca al imaginar que ha encontrado un Camino ms fcil a la vida eterna. Qu piensas? A quin vas a seguir? El mundo o los santos? Me puede nombrar a uno solo que ha seguido el mundo y sin embargo ha entrado en el Reino de Dios? Tal vez usted espera ser el primero. Cudate; Tu esperanza te engaar.
II. Santa Rosa fue asegurada por Dios que ella sera salva, que ella nunca perdera Su gracia, y que la ayuda celestial nunca la fallara. Ah! Qu grandes e inestimables favores! La casta virgen se haba hecho digna de su vida santa, de estas gracias, tanto como estaba en su poder. Tu tibia piedad no puede prometerte tales gracias; Pero es vuestro deber orar con frecuencia y fervorosamente para que Dios os los conceda. Orad con fervor y frecuencia a Dios para que no os condene, sino que os conceda vida eterna. Oremos a l humildemente, para que nunca pierda Su gracia por un pecado mortal, y que l pueda concederle ayuda en todas sus necesidades. Para obtener estas gracias se esfuerzan por llevar una vida cristiana. Aunque esto no te da una seguridad infalible de tu salvacin, te da razn para esperar que no vayas a la perdicin. Piense en las palabras de Cristo: "No condeno a nadie que quiera ser salvo." Pero quin es l, tal vez preguntes, quin no ser salvo. Segn las palabras, nadie; pero segn las obras, muchos son todos los que se hacen culpables de pecado mortal, que continan en su iniquidad, que aplazan su penitencia demasiado tiempo. Si voluntariamente hacemos lo que sabemos que nos llevar a la destruccin, en verdad se puede decir de nosotros, que deseamos ser condenados. Si no hacemos penitencia, despus de haber cometido pecado, se puede decir nuevamente, con verdad, que queremos ser condenados; Porque no hacemos uso de los medios por los cuales podemos escapar del infierno. Examnese a s mismo y vea si tal vez no pertenecen a esos desafortunados seres que sern condenados. Si no deseas ser uno de ellos, evita el pecado; Y si usted lo ha cometido, haga la penitencia inmediatamente. "Con tanta frecuencia como un hombre se hace culpable de un pecado mortal, tan a menudo se condena a la miseria eterna.", dice San Crisstomo.
https://catholicharboroffaithandmorals.com
Durante la Cuaresma entera, tom solo cinco cemillas de cidra por da.
El Mstico Desposorio de Santa Rosa de Lima de Nicols Correa; 1691; Museo Nacional de Bellas Artes, Ciudad de Mjico; https://commons.wikimedia.org
Santa Rosa de Lima de Claudio Coello; (1642-1693); Museo del Prado, Madrid, Espaa; https://en.wikipedia.org
Medall amb frescos de la volta de lantiga esglsia de santa Rosa de Lima, Museu Histric de lajuntament de Valncia. Estos frescos son las obras de Josep Vergara (Valncia, 1726-1799). https://commons.wikimedia.org
Santa Rosa de Lima y el Nio Jesucristo de Fernando Ferraro; https://www.artmajeur.com
Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima - Emulando a Jesucristo Crucificado - Patrona Contra la Vanidad, Bordadores, Floristas, Jardineros, Costurerors y la Gente Ridiculizada por su Piedad
 
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se imparta (28 de Octubre, 2013)
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