Una palabra sugestiva fue usada por el Evangelista, al no decir: el perfor Su costado; o: lastim; o, cualquier cosa por el estilo, sino: el abri; que en ese hecho se podra decir se abri la portal de la vida, de la cual fluyeron los sacramentos de la Iglesia, sin los cuales no hay entrada a la vida que es la vida verdadera.

La sangre que fue derramada, o derramada para la remisin de los pecados. El agua constituye la copa que d salud y da al mismo tiempo un bao y una bebida.

Esto fue anunciado previamente, cuando Noah fue ordenado a construir una puerta al costado de la arca, a travs de la cual los animales, sin ser destinados a perecer en el diluvio, pudieran entrar, y con lo cual la Iglesia fue prefigurada.

Por esto, la primera mujer fue hecha del costado del hombre mientras dorma, y fue llamada Vida y Madre de los vivos. Ya que su nombre significaba un grandioso bien, antes del gran mal de su pecado.

Este segundo Adn baj Su cabeza y se durmi en la Cruz, para que de ah una esposa pudiera ser formada de l, de lo que el derram de Su costado mientras dorma.

Oh muerte por la cual los muertos son resucitados nuevamente a la vida!

Que es mas puro que esta sangre?

Que d mas salud que esta herida?

Hombres que estaban cautivos en esclavitud bajo el diablo sirvieron al diablo y a los demonios; an as han sido redimidos de su captividad.

Ya que podan venderse a si mismos, pero no podan redimirse a si mismos.

Vino el Redentor, y pag el precio; l derramo Su sangre, y compr el mundo entero.

Acaso preguntas, Que es lo que l compr?

Mra lo que l di, y encontrars lo que l compr.

La sangre de Cristo es el precio.

Cuanto vale?

Que? El mundo entero!

Que? Todas las naciones.

Muy desagradecidos por su precio o muy orgullosos de si mismos, son aquellos que dicen que el precio es de tan poco valor como para comprar solamente los Africanos; o que ellos son tan grandiosos, que fue pagado para ellos solamente.

Por lo tanto no nos regocijemos o tengamos orgullo.

Lo que l di, se lo di al mundo entero.

l tenia Su sangre, con la cual nos redimi; y para este fin l tom sangre, para que l pudiera derramarla para poder redimirnos.

Si lo deseas, la sangre de tu Seor fue dada para ti; si no lo deseas, ella no fue dada para ti.

Tal vez dirs: Mi Dios tena sangre, con la cual me redimi, pero ahora, ya que ha sufrido, ha dado todo; lo que Le permanece, acaso tambien me lo dara?

Esta es una gran cosa, porque l di una vez, y l di para todos.

La sangre de Cristo es la salvacin para quien la desea y castigo para quien no la desea.

Porqu, entonces, titubeas en ser liberado de la segunda muerte, tu quien no deseas morir?

Por esto sos liberado, si ests dispuesto a tomar tu Cruz y seguirlo al Seor, ya que l tom su Cruz y te busc a ti, Su sirviente.




San Agustn de Antonio Rodriguez (1636 - 1691); Museo Nacional de Arte, Ciudad de Mjico; https://commons.wikimedia.org

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